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Asturias exporta talentos

De Arquer: “Los asturianos tendemos a fijarnos en lo malo y no en lo bueno”

“Hay reuma cronificado en la percepción de la región; hay grandes empresas e investigadores con ganas de innovar y transformar”

Pelayo García de Arquer. | Icfo

PELAYO GARCÍA DE ARQUER (Barcelona). Nació en Oviedo el 14 de marzo de 1985. Es ingeniero por la Universidad de Oviedo en Telecomunicaciones y matemático por la UNED. Máster en Fotónica por la Universidad Politécnica de Cataluña y doctorado en el Instituto de Ciencias Fotónicas (Icfo) en 2015. Investigador posdoctoral en la Universidad de Toronto (2015-2018) y hasta 2022 director de investigación. En Icfo es actualmente profesor y jefe de grupo de investigación.

Hablemos claro: “A todo el mundo le encanta Asturias, pero una parte muy importante de su población joven trabaja fuera de allí. Además del turismo de calidad, Asturias se encuentra en una posición única para explotar la opción de teletrabajo combinado con calidad de vida, naturaleza, y comercio, ganadería y agricultura de proximidad. Lo difícil es articular mecanismos que favorezcan esto: que una programadora de Nueva York o Londres venga a vivir a Asturias y haga desde aquí su trabajo. También es un tema recurrente, pero el primer paso sería poner mas vuelos a hubs europeos de transporte y menos a Alicante”.

De Arquer.

La propuesta procede de Pelayo García de Arquer, científico avalado el pasado año por el Premio Investigador Joven de la Real Sociedad Española de Física, opina que en Asturias tenemos una especie de reuma cronificado en lo que refiere a la percepción de la región. Muchos de los llamados errores son más bien circunstanciales o endémicos a la situación de España y el contexto global, consecuencias de represalias históricas, o falta de palanca en Madrid para negociar con el Gobierno central comparado con otras autonomías que se suelen acabar llevando el gato al agua. Pese a ello, hay grandes empresas y grandes investigadores con ganas de innovar y transformar. Parece que siempre tendemos a fijarnos en lo malo y no en lo bueno. Justo ayer estaba hablando con una compañera extranjera de Margarita Salas, gran pionera”.

Tiene algún vago recuerdo, “no sé si soñado o imaginado, de empezar a caminar en la casa de mis abuelos maternos en Xomezana d’Arriba. También recuerdo estar sentado en el corredor con mi bisabuela en Villamayor (Teverga) y a mi abuelo trayendo leche recién mucida en la caramañola. El olor a prao segado me recuerda inevitablemente a días de verano en la yerba, donde supongo yo era un incordio más que ninguna ayuda en esos años”.

¿Volver a Asturias? “Es un poco la pescadilla que se muerde la cola. En mi caso, como jefe de investigación, es crucial la capacidad para atraer talento internacional para mi grupo. Además de facilidades, o al menos no trabas, a nivel burocrático para articular fondos europeos de investigación, contratos con empresas... Dentro de España, sistemas como ICREA o Ikerbasque están funcionando bien para atraer o retener talento internacional. Un sistema semejante pero adecuado a la escala asturiana y a la coyuntura actual podría ayudar a hacer lo mismo en Asturias”.

Siempre que he estado en el extranjero “he hecho patria y, con otros astures emigrantes y algún que otro gallego y gente del Norte, alguna espicha ha caído. Una bonita tradición que me ponía la piel de gallina era celebrar el Día de Asturias en Toronto, tomando sidra en la terraza, con un poco de cabrales y casín, y con el himno y ‘Los fugaos’ de ‘Nuberu’ de fondo”.

La carrera científica es “como la historia de Sísifo. El obstáculo más importante quizás ha sido la incertidumbre. Emigrar también tiene su parte difícil, aunque creo que también hay que desmitificarlo un poco: con la conectividad y transporte actual no es lo mismo emigrar ahora que hace 50 años. Respecto al enriquecimiento, intento aprender lo que puedo de toda la gente que me rodea, y he tenido la suerte de estar siempre muy bien rodeado”.

Busquemos modelos: “Hay ejemplos de países y economías pequeñas como Estonia que han sido un ejemplo de crecimiento. Los recursos son los que son, por ello es vital utilizarlos bien en inversiones que modernicen a Asturias y no se limiten a poner parches”. Espera que la pandemia sirva “para poner en valor la necesidad de prevenir antes que curar, y de invertir en sanidad e investigación. Me entristece que hayan bastado pocas semanas para que la repudiable guerra en Ucrania lleve a una inversión del 2% del PIB en defensa, pero una pandemia mundial no ha valido para aumentar el nivel de inversión en ciencia a niveles europeos. Desde un punto de vista más personal y local, creo que ha podido valer para valorar cosas simples pero muy importantes como tomarse unas sidras con familia y amigos. Relacionado con las preguntas anteriores, la pandemia ha demostrado que es posible un cambio de paradigma en el modelo de trabajo que Asturias puede explotar.

Atención, políticos: “Es importante rodearse de gente experta y preguntar a mucha gente que sepa. También, no tener miedo a innovar en los ámbitos en los que tenga que tomar decisiones. A veces no hay que reinventar la rueda y copiar las cosas de sitios que funcionan, adaptado a la realidad local, esta bien. Es importante desacoplar el cortoplacismo político asociado a ciclos electorales. Vale más estar poco tiempo en un sitio pero hacer algo que mejore la vida de la gente, que estar mucho tiempo, dejarse llevar, y no hacer nada”.

Atención, joven: si quieres salir fuera, “adelante”. Y que se llene la maleta de quesos asturianos, “¡que no son fáciles de encontrar!”.

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