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Juan Mateos, el profesor que lleva 15 años preparando aprendices "olímpicos": "Disfruto dándole visibilidad a la FP"

El maestro de carrocería del IES de Noreña considera que hay que aprovechar todos los altavoces que cuenten las posibilidades de inserción laboral y la calidad de la formación profesional

El profesor de FP, Juan Mateos, en el IES de Noreña.

Juan Mateos es profesor de FP desde hace más de dos décadas. Natural de Sama de Langreo, empezó dando clase en Barredos y desde hace cinco años forma parte de la plantilla del IES de Noreña. Un centro al que le dio la gran alegría -igual que a toda la FP asturiana- de volver de Madrid, de los campeonatos "Skills España 2022" (la olimpiada de habilidades de los aprendices de FP) con la medalla de bronce lograda por el alumno David Díez en la especialidad de Reparación de Carrocería.

No es la primera medalla que tutela Juan Mateos. En Barredos ya había logrado otra victoria con uno de sus alumnos y con esta reciente se ha sacado la espina de que "hace tres años nos presentamos con otro chaval, Alberto García, muy bueno, muy trabajador y que se lo merecía mucho. Quedó el cuarto, a un punto de la medalla, y lo lamenté un montón", explica Mateos, un profesor técnico de Mantenimiento de Vehículos que lleva más de tres lustros formando alumnos para los talleres de toda Asturias y, también, para las competiciones. Un esfuerzo extra a la simple docencia que es la forma que tiene de aportar su grano de arena a "la visibilización y la dignificación de la FP. Disfruto con hacerlo". No solo eso. Con la excusa -que no lo es- de esas competiciones, ya sean regionales o nacionales, Mateos puede dedicar más tiempo a la formación casi personalizada de algún alumno con mucho talento; puede enfrentarles a escenarios más complejos y más similares a la vida laboral de lo que podría hacer con sólo unos cuantos meses de duración del ciclo. Y pueden, entre todos, seguir aupando a estas enseñanzas profesionales a los niveles de prestigio de donde nunca debieron haber salido.

"La FP en general, y mi ciclo en particular, tenemos que hacernos ver. Y para eso, cualquier fórmula es buena. Hay estudios como pueden ser automoción, mecánica, que igual tienen más fácil la atracción de estudiantes porque hay muchos jóvenes a los que les gusta esa actividad. Pero lo de chapista no tiene tanto tirón de mano. Muchas veces ni se sabe bien lo qué abarca, ni qué salidas tiene", relata. Y lo explica: "Nadie sabe que con esta formación puedes ser profesional de todo lo que tenga que ver con la carrocería, la pintura, puedes ser perito de automóviles, trabajar en tiendas de recambios, en centros de cambios de lunas... abarca mucho", explica sobre su ciclo. Por extensión, lo mismo le pasa a toda la FP: "que todos queremos tener un hijo universitario, ignorando que con la formación profesional pueden tener muchas y muy buenas salidas. Diría que en automoción, por ejemplo, el 90% de los alumnos salen colocados de aquí".

Juan Mateos, en las instalaciones del IES de Noreña. FERNANDO RODRIGUEZ

Eso sí, Mateos lo que él inculca a sus alumnos es que "esto tiene que gustarte lo primero, pero luego tienes que especializarte, adquirir destrezas que te hagan ser un profesional muy bueno y eso solo se logra estudiando y dedicándole tiempo. Aquí se estudia mucho".

A Juan Mateos el interés por la carrocería la mamó en la familia, que tenía un taller chapista. Pero a él lo que le gustó más fue especializarse para formar a otros. Y su máxima es hacerlo con "calidad, para lograr poner en el mercado a profesionales que serán reconocidos y demandados por la sociedad. Creo que en eso hay una gran responsabilidad y somos muchos los profesores que nos lo tomamos así". Y no siempre es fácil, porque no siempre los estudiantes llegan a la FP en las edades más convenientes. "Algunos tienen que pasar primero el periodo de madurez, así que con muchos lo que hay que hacer en los ciclos es darles un buen acompañamiento que les encamine y les ayude a progresar", sostiene.

El alumno David Díez, en la competición de FP.

Sobre las competiciones, que prepara con afán, insiste en que no hay más mérito que el de "querer enseñarle a la sociedad lo que hacemos dentro de las escuelas. Si no ¿quién nos va a conocer?". Algo de tiempo sí que hay que dedicarle. Está claro: "lo que hago es, desde primer curso, observo qué alumno tiene capacidades, se muestra diestro a la hora de trabajar, veo si es receptivo a las indicaciones, si es obediente... y si se dan esos mimbres, intento que le apetezca hacer esa representación de la FP que se hace en Noreña". Lo dicho, "para dignificar la FP y darle buen lugar al centro en el que trabajas". Este año, reconoce que han contado con mucho apoyo y medios otorgados por la Consejería de Educación. "Puedes poner toda la intención, pero si no tienes medios... mal vas. Pero este año no nos podemos quejar de nada", asegura.

Lo mejor de todo es oír a Juan Carlos Mateos decir que enseñar, ya sea para competir o para salir al mundo laboral, le hace feliz. "Me encanta lo que hago. Los alumnos son parte de mí, me gusta que sepan que me tienen para lo que necesiten, incluso cuando ya han salido del centro, y siento que de alguna manera cada alumno habla de mí, de lo bien o lo mal que yo lo hice con ellos. Así entiendo yo la docencia". Y, sobre todo, pide que en el reportaje se puntualice que "no soy un caso único. No hago nada que no hagan muchos, la mayoría, de mis compañeros". Y ese es un enorme patrimonio que tiene la FP de Asturias.

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