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Decepción entre los interinos asturianos por el nuevo acceso a plaza fija: “No beneficia a nadie”

“En vez de sacar más puestos para reducir los contratos temporales, se ponen a marear la perdiz”, se quejan los docentes sobre el triple proceso

Una profesora imparte clase, en una imagen de archivo. | LUISMA MURIAS

El nuevo y triple acceso a una plaza fija de profesor no contenta a “ningún docente” en Asturias. Ni siquiera a los interinos de larga y media duración, que son los que partirían con ventaja en dos de los sistemas aprobados este martes por el Consejo de Ministros, al elevar el Gobierno el peso de la experiencia. De hecho, uno de los modelos permite obtener plaza sin opositar, a través de un concurso de méritos. “Es un lío y no beneficia a nadie. Desde la Unión Europea piden que se reduzca la tasa de interinos –que en la región es de más del 30%– y, en vez de sacar más plazas, se ponen a marear la perdiz con el proceso de acceso”, se quejan los docentes.

El sistema es “muy confuso”, a juicio de los profesionales de la educación, porque establece tres vías con requisitos muy diferentes, pero a los que podrá acceder cualquier profesor y desde cualquier punto de España. Hasta ahora, esto último se solucionaba convocando las comunidades oposiciones en las mismas fechas. El problema es que esto ya no servirá para el concurso de méritos, uno de los nuevos accesos, al no haber oposiciones. Y en este apartado Asturias, como el resto de regiones sin lengua cooficial, sale perdiendo. ¿Por qué? Porque Galicia pondrá en los méritos saber gallego; Cataluña, dominar el catalán; País Vasco, hablar euskera... Este obstáculo lo están eliminando algunas comunidades, como Castilla La Mancha, dejando la vía de concurso de méritos a la mínima expresión, con muy pocas plazas. Algo, que sin conocer todavía la estrategia de la Consejería de Lydia Espina, los interinos temen que pase en Asturias.

“Al final el sistema sin oposición se quedará en cuatro plazas”, prevé Patricia Barranco, profesora de Primaria e interina desde hace ocho años. La actual docente del colegio Begoña de Gijón cree que el nuevo proceso de acceso es “un lío, un despropósito y no beneficia a nadie”. “Era una buena oportunidad para mejorar las condiciones de los interinos y, al final, se perdió”, se queja. Lo mismo opina Pilar Berguño, que expone un problema más: que tanto el modelo de concurso de méritos como el de concurso oposición no eliminatorio valora la experiencia en la especialidad, no en el cuerpo, como hasta ahora. “¿Qué hacemos con las especialidades que no se consideran como tal o que llevan más de veinte años sin convocarse? ¿Qué hacen los profesores que llevan treinta años dando clases de asturiano?”, cuestiona. Berguño es precisamente profesora de asturiano en el IES Monte Naranco de Oviedo e interina desde hace 18 años.

María Ángeles Fernández lleva también muchos años como profesora temporal –más de 15– y asegura estar “cansada” de que cada cierto tiempo “cambien las modalidades de acceso”. “Cuando parece que puedo sacar plaza, modifican el sistema otra vez... Lo justo, creo yo, sería reservar una serie de plazas para interinos y otras para profesores de nuevo acceso. Así se beneficiaría a todos”, comenta. Pero no, el Gobierno ha optado por un triple sistema que tiene al colectivo completamente descolocado. “Yo ya no sé cualquier vía elegir”, apunta Fernández, que es docente de Biología en el IES La Laboral de Gijón.

Gemma Prieto lleva tan solo tres años como interina y tampoco está satisfecha con el procedimiento recién aprobado. “Es muy injusto, pretenden regalar las plazas a personas que llevan muchos años de interinos y que en las últimas convocatorias solo han ido a firmar. Yo en las últimas oposiciones saqué un 8, por tanto aprobé, y no obtuve plaza. Pero tengo relativamente poca experiencia, así no me vendría bien presentarme solo al acceso por concurso”, expone. Prieto, que es maestra de Pedagogía Terapéutica, dice más: “También pretenden ahora limitar la puntuación para la formación, después de que hayamos invertido mucho dinero”. La docente aprovecha para quejarse del “abuso de las medias jornadas” en su especialidad: “Tengo dos carreras y un máster, y dos hijos. Y si no es por el sueldo de mi marido...”, denuncia.

Aunque los profesores afirman que “ningún interino está contento”, Rocío Luiña, profesora de Matemáticas en el IES Roces de Gijón, representa la excepción. “Son buenas noticias, llevo como interina desde diciembre de 2015, así que tengo posibilidades en el concurso de méritos, y en el concurso oposición no eliminatorio quitan el supuesto práctico, que era lo más difícil”, expone.

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