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Las veinte páginas del “caso Otín”

La investigación por la denuncia de acoso que hizo el científico contra dos profesores de la Universidad revela multitud de roces durante años entre los involucrados

El expediente del “caso Otín”, abierto por la Universidad de Oviedo a raíz de que el catedrático de Biología Molecular presentase una denuncia por “acoso personal y profesional” contra dos profesores de la institución, contiene multitud de roces durante años entre el científico y su entorno y los acusados. Son el también catedrático de Biología Molecular y excandidato a Rector Pedro Sánchez Lazo y el profesor de Psicobiología Antonello Novelli Ciotti. LA NUEVA ESPAÑA, que ha tenido acceso al documento de la resolución, de 20 páginas, resume en las líneas siguientes su contenido.

Del intenso y silencioso proceso han salido dos propuestas de apertura de expediente disciplinario a los dos docentes denunciados. A Sánchez Lazo por una supuesta conversación intimidatoria que tuvo con una subalterna que hizo de testigo de Otín, y a Novelli por un correo electrónico que mandó a 33 personas en contra del destacado científico y en el que acaba diciendo: “(...) ese hombre, seguramente muy inteligente, no me merece ningún respeto ni como profesional ni como persona”.

No obstante, ambos profesores quedan libres de culpa de la acusación de acoso, al no haber podido detectar el instructor “indicio alguno de que los profesores objeto de este expediente informativo hayan tomado parte activa ni en la campaña mediática de ciberacoso ni en la infección de los animales conservados en el bioterio”. Además, para que haya acoso, resalta la investigación, tienen que haberse producido varios ataques mantenidos en el tiempo, y esto tampoco se prueba. El desenlace del “caso Otín” se conocerá dentro de dos o tres semanas, cuando la Comisión de Disciplina de la Universidad de Oviedo diga la última palabra.

La denuncia.

Carlos López Otín presenta el 28 de mayo de 2021 una denuncia por “acoso personal y profesional” contra Pedro Sánchez Lazo y Antonello Novelli. En su sesión de 23 de septiembre de 2021, la Comisión de Disciplina acuerda proponer la apertura de un expediente informativo con el fin de verificar los hechos denunciados y determinar la conveniencia de abrir o no un expediente disciplinario. El rector, Ignacio Villaverde, acuerda el 4 de octubre, mediante resolución, iniciar una investigación, que empieza al mes siguiente tomando declaración a un total dieciséis personas: los denunciados y catorce testigos (cuatro por la parte de Otín, dos por la de Sánchez Lazo, otros dos por la de Novelli y cuatro a petición del instructor).

Antecedentes.

Otín da el paso en 2021 de denunciar acoso, tras sufrir un “grave proceso depresivo” entre 2018 y 2020, como recoge el expediente y como el propio científico confesó en su libro “La vida en cuatro letras”. A consecuencia de ello, requirió tratamiento psiquiátrico y estuvo en dos ocasiones de baja por enfermedad. El científico recibió varios golpes. Por un lado está el hecho de que Otín y su equipo se vieron obligados en diciembre de 2018 y en enero de 2019 a retractarse de ocho artículos publicados en las revistas científicas “Journal of Biological Chemistry” y “Nature Cell Biology” por errores en las imágenes. En septiembre de 2019, además, la revista “Nature” le retira el “Premio mitad de carrera” que le había concedido en 2017.

El segundo revés es que, tal y como recuerda la instrucción, Otín viene siendo objeto desde finales de 2017 de una campaña de ciberacoso, principalmente a través del blog “For Better science”. “Se puede hablar de acoso –aclara el informe– desde el momento en el que más que una labor informativa, lo que se hace desde esas instancias es una crítica reiterada, prolongada en el tiempo y mordaz, tanto de las incidencias del profesor López Otín como de otras personas de su entorno, incluyendo caricaturas, juegos de palabras y supuestos chistes”.

El tercer contratiempo (y que según el propio Otín el que más le afectó) fue la infección masiva que sufrió el bioterio de la Universidad de Oviedo en mayo de 2018, por el que hubo que sacrificar a más de 6.000 ratones modificados genéticamente. Este incidente, consta en la resolución, “supuso una grave distorsión para los trabajos de todos los científicos que utilizaban esta instalación y, muy particularmente, para los del grupo de Otín”.

La investigación descarta que la muerte de los ratones de Otín fuera intencionada

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Todo lo anterior no solo pasó factura al propio catedrático de Biología Molecular, sino también a su entorno y en especial, describe el instructor, a su esposa, la profesora Gloria Velasco, “que también necesitó tratamiento e incluso se jubiló anticipadamente”.

Los hechos que Otín le reprocha al profesor Sánchez Lazo.

Antes de entrar en materia, el instructor lanza una advertencia: la decisión de abrir o no un procedimiento disciplinario dependerá de que los hechos estén o no prescritos. Y el plazo máximo que tiene reconocido la Universidad es de tres años incluso para las infracciones muy graves.

En el caso de Sánchez Lazo, el instructor rechaza todos los hechos denunciados menos uno. Y es que algunos se remontan a la etapa de doctorado de la hoy profesora jubilada Gloria Velasco. Una acción más reciente es la referida a la votación que tuvo lugar en 2020 en el departamento de Bioquímica y Biología Molecular sobre la propuesta de nombramiento de Sánchez Lazo como profesor emérito. Un grupo de profesores solicitó que la votación fuese secreta y, según reza en el documento de la instrucción, el profesor mandó, tras exigir que se identificaran, un correo electrónico diciendo: “...para que si al final el voto es secreto, y para escarnio de sus promotores se ponga de manifiesto lo fútil de sus maniobras”. La palabra escarnio, analiza el instructor, “tiene un sentido peyorativo evidente y resulta muy poco apropiada en este contexto académico”, sin embargo, se trata de una reacción generada “en un contexto de tensión”. A lo sumo esa frase, considera el reponsable de la investigación, “podría haber tenido una infracción leve en su día, pero el caso ha prescrito” (lo hace a los seis meses en faltas menores).

Última de las veinte páginas de la resolución del instructor de la investigación sobre el “caso Otín”. Universidad de Oviedo

El siguiente hecho también tiene como contexto la votación de profesor emérito. En una conversación privada entre Sánchez Lazo y el anterior Rector, Santiago García Granda, Sánchez Lazo se refiere a Gloria Velasco como “niña mala”. Así lo asegura la afectada y dos profesores que testificaron. La expresión, resuelve el expediente, “nuevamente tiene un componente ofensivo”, pero “tanto por su contexto, en una situación de tensión como por el que hecho de que se vertió en un conversación privada, no estamos objetivamente ante una infracción”. El tercer incidente reciente (enero de 2021) es la conversación entre Sánchez Lazo y una subalterna sobre la esposa de Otín y que denunció la funcionaria testigo: “Gloria no ha aguantado la presión y ya se ha jubilado. Nos ha extrañado porque pensábamos que el primero en caer iba a ser Carlos”. Esta declaración, según el informe, “no tiene contenido que resulte censurable”.

En lo que sí aprecia el instructor que puede existir una infracción es en lo ocurrido el 25 de octubre de 2021, poco después de que Sánchez Lazo recibiese la comunicación de la denuncia de Otín. El profesor citó en su despacho a una trabajadora subalterna (la misma que escuchó la crítica sobre la profesora Velasco) que había sido propuesta por Otín como testigo, con la que mantuvo una conversación de “naturaleza intimidatoria”, según calificó ella. Lazo no negó que tal conversación se hubiese producido, pero rechazó la coacción. Al no haber prescrito este caso, el instructor propone abrir un procedimiento disciplinario para ahondar más y determinar finalmente si puede constituir una o no una infracción.

Los hechos atribuidos a Novelli.

Primero se recoge un grupo de actuaciones relacionadas con distintos procesos selectivos en los que participó Novelli o lo hizo su esposa, la profesora María Teresa Fernández. Así, por ejemplo, los denunciantes indican que en el concurso a una plaza de profesor titular, celebrado el 9 de enero de 2001, Novelli se dirigió a Otín con las siguientes palabras: “Tú no eres nadie para juzgarme a mí”. Se describen otros dos incidentes más que no tienen una relación directa con el bioquímico. El primero, en 1996 y el segundo, en 2017. En este último, y según consta en el escrito, Novelli profirió varias veces la palabra “prevaricación” y tuvo una actitud “violenta”, hasta el punto de que empujó a Gloria Velasco. Todo ello, sin embargo, decide archivarse al haber prescrito.

Hay más incidentes. Entre ellos, el comentario que hizo Novelli a una subalterna (la misma de la supuesta conversación intimidatoria con Sánchez Lazo). Atendiendo al testimonio de la trabajadora, el profesor de Psicobiología aseguró encontrarse muy mal “porque con toda la gente que se está muriendo por el covid, me he encontrado que ninguno de los grandes hijos de puta de mis enemigos se ha muerto”. Esta denuncia se rechaza “porque no se identifica quiénes son sus enemigos. La esposa de Otín denuncia que Novelli tuvo un desencuentro con ella, en enero de 2021, en plena pandemia, cuando se lo cruzó en las escaleras del edificio departamental sin mascarilla. Según el relato de Velasco, advirtió a Novelli de que no llevaba el cubrebocas puesto y él reaccionó acercándose a la cara sonriendo. Esto podría haberse tipificado como infracción leve, dice el instructor, pero de nuevo “es un hecho prescrito”.

“La Gran Historia”, de Novelli.

Ese es el título del correo electrónico que el profesor de Psicobiología mandó el 14 de mayo de 2021 a 33 personas de la Universidad de Oviedo y de otras instituciones, vertiendo una serie de consideración sobre el trabajo de Otín.

Por este hecho el instructor propone abrirle un expediente disciplinario al considerar que puede constituir “una infracción grave”. El autor, sin embargo, asegura que sus afirmaciones están “dentro de los límites de la libertad de opinión” y anuncia que recurrirá si hay sanciones.

El email recoge frases como las siguientes: Otín “ha sido investigado por fraude científico en muchas de sus publicaciones y como resultado le fueron retiradas al menos 9 publicaciones por parte de revistas científicas por falsificación de datos”; “Es algo muy grave que desacredita profunda e irreversiblemente la trayectoria de cualquier científico”; “No dudó en lanzar acusaciones muy graves sobre sus compañeros de trabajo intentando desviar la atención de su delito sobre otros”; “...las revistas científicas, máxime si son de alto impacto, no retiran alegremente artículos, sino que lo hacen como último recurso cuando la falsificación de los datos es tan grave que el daño sobre la reputación de la revista sería inaceptable”. El mensaje final es contundente: “Lo siento, lo conozco bien y ese hombre, seguramente muy inteligente, no me merece ningún respeto ni como profesional ni como persona”.

Tras su recepción, hasta cuatro personas contestan a Novelli calificando el email de “indeseable y envenenado” y “ataque totalmente infundado”. En su declaración, Novelli niega ser consciente de la grave situación que estaba padeciendo Otín. El profesor alega que sus manifestaciones están basadas tanto en el hecho de que los comités de dos revistas científicas reclamaron la retirada de artículo como en su derecho a expresar su opinión. Sobre todo lo anterior, el instructor considera que “lo que realizó en su escrito Novelli no fue una discusión de los méritos científicos de Otín, sino un uso de términos muy categóricos en cuanto se refiere a fraude científico, desacreditación profunda e irreversible o delito”. “Se trata de expresiones que objetivamente provocan la irritación de la persona destinataria, y que no son necesarias para que un científico, o cualquier ciudadano, exprese su opinión”, añade.

El sacrificio de animales en el bioterio.

El documento dice que “no se ha podido determinar, ni siquiera indiciariamente, que la infección sea consecuencia de cualquier conducta humana consciente, ni mucho menos que pudiera estar en el origen de la infección la actuación de cualquiera de los Profesores interesados en este procedimiento”. El informe veterinario que obra en el expediente señala que “la causa de la infección en ningún caso se puede atribuir a una actuación dolosa”.

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