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David Carragal, el “gran maestro” eterno: Así fue el emotivo homenaje que le rindieron ayer en la Facultad de Educación

La Universidad dedica un aula al profesor fallecido en 2019 y le convierte en “símbolo de convivencia”: “Vivió desde el respeto”

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EN IMÁGENES: Así fue el emotivo homenaje en la Facultad de Educación a David Carragal Fernando Rodríguez

El recuerdo de David Carragal Garay, el profesor pixueto que murió trágicamente en las fiestas de La Florida (Oviedo) de 2019 tras recibir una brutal patada en la cabeza, será eterno en la Facultad de Formación del Profesorado y Educación. El centro universitario en el que el joven estudió Magisterio le rindió ayer un emotivo y “merecido” homenaje, dedicándole un aula y convirtiéndole en “símbolo de convivencia”. El Rector, Ignacio Villaverde, el decano de la Facultad, Celestino Rodríguez, y la propia familia de Carragal inauguraron, en la planta segunda del edificio norte, arropados por una multitud, un nuevo “espacio de convivencia” con su nombre. Consuelo Garay, la madre del docente fallecido, no pudo contener las lágrimas al ver el rostro de su hijo estampado en la pared. “Qué guapo, está cómo era él”, dijo muy emocionada y abrazada a sus familiares.

Consuelo estuvo acompañada, entre otros, por su marido, José Carragal, y su hijo, José Modesto Carragal. Los tres recibieron de manos del Rector y del decano un ramo de flores y una placa con la siguiente frase: “La Facultad de Formación del Profesorado y Educación dedica este espacio de convivencia al estudiante que a todo docente le gustaría tener en clase”. Ni a su madre ni a su padre ni a su hermano les salieron las palabras; las lágrimas fueron suficientes. En su nombre habló, en el homenaje previo que la Facultad le rindió en el salón de actos, el primo del fallecido, Diego Carragal. “Este reconocimiento no es por cómo murió David, sino por cómo vivió. Ser una buena persona es algo excepcional y él lo era”, declaró. “El legado que nos deja David –destacó el decano, Celestino Rodríguez– es la vida vivida desde el respeto. La violencia es una lacra, un monstruo, que se puede erradicar desde las aulas con buenos maestros como lo era él”. En las clases, ahondó, “debemos transmitir no solo conocimientos, sino también valores”.

La placa.

El decano leyó un sentido discurso en el que confesó que David Carragal fue primero un “alumno muy querido” y, después, “un gran maestro”. Pero sus sueños se truncaron aquella fatídica madrugada del 10 de junio de 2019 –por ello fue condenado en 2021 a doce años de cárcel el llanisco Jorge Crue–. Tenía previsto opositar para una plaza de Educación Física e irse a trabajar a Estados Unidos el verano en el que falleció. Antonio Méndez, profesor de la Facultad, también describió ayer al docente pixueto como un alumno “maduro, afable, bromista y muy participativo”. Puso voz a un texto escrito por sus compañeros de promoción, quienes se refirieron cariñosamente a él como “Carra”. “Perderte nos deja como lección la necesidad de cuidarnos entre nosotros”, concluyeron esas líneas. En el homenaje participó el director general de Personal Docente, Manuel Sariego, quien dijo “convencido” que “la mejor arma para luchar contra la violencia es la educación”, y la violonchelista Celia Cruz, que interpretó dos piezas musicales que sobrecogieron al público. Entre los rostros conocidos sentados en las butacas estuvo el alcalde de Cudillero, Carlos Valle.

El Rector, encargado de cerrar el acto, fue breve en su intervención: “¿Qué nos pasa a esta sociedad que se supone que es avanzada y que tiene ciudadanos críticos para que ocurran tragedias como estas?”. La respuesta quedó en el aire para la reflexión. “Estos actos son complicados y es difícil encontrar palabras. Pero si yo no tengo palabras, tenemos un espacio en el que David habla”, añadió. Habla sobre convivencia, tolerancia, inclusión, escucha... El aula estará abierta para alumnos, profesores y personal de administración y servicios con el fin de promover las “buenas palabras”. “Esta era la Facultad de David, ahora también es la vuestra”, concluyó el decano, Celestino Rodríguez, dirigiéndose a la familia.

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