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Asturias no es país para jóvenes: apenas el 14% de los menores de 30 años se ha emancipado

La precariedad laboral aboca a emigrar a los asturianos de entre 16 y 29 años, según advierte un estudio | “Sin un mínimo de estabilidad, por más que se den ayudas puntuales, nadie se animará a tener hijos”, advierte Joffre López

Los datos corroboran que para los jóvenes asturianos cada vez es más difícil levantar el vuelo y dejar el nido familiar. En el primer semestre de 2021, solo el 13,9 por ciento de los asturianos de entre 16 y 29 años se había independizado de sus padres. La tasa de emancipación de los asturianos jóvenes ha caído en casi cuatro puntos respecto al último registro previo a la pandemia, a finales de 2019, y está por debajo de la media nacional, que, aunque también tiende a descender, se mantiene en el 14,9 por ciento. Ante tal panorama, los jóvenes asturianos optan por salir a otras comunidades y alargar su periodo de formación.

Estos son solo una pequeña parte de los últimos datos recopilados por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España. Los que se refieren a Asturias, en una separata, fueron presentados ayer en Oviedo por el Conseyu de la Mocedá del Principáu d’Asturies y por el coordinador del informe, el sociólogo de la Universidad de Barcelona Joffre López.

El panorama se presenta oscuro para los jóvenes asturianos. No hay otra manera de describirlo. El Observatorio de Emancipación ha constatado que el 37,2 por ciento de los jóvenes que viven en Asturias está en riesgo de pobreza y exclusión social. La tasa de empleo es del 32,2 por ciento, y, entre los que lo tienen, el 23,5 por ciento no pasó de los contratos temporales y a tiempo parcial. El 57 por ciento de los contratos firmados por los jóvenes asturianos durante la primera mitad del año pasado tenían carácter temporal. Joffre López considera lógico que, con esa perspectiva, los jóvenes retrasen la edad de emancipación, que algunas encuestas sitúan en Asturias en torno a los 30 años. Sin embargo, advierte que ese es “un dato falaz” porque se calcula teniendo en cuenta a los que consiguen dar ese paso adelante, sean muchos o pocos.

Asturias no es, a pesar de todo, la comunidad española con menor tasa de emancipación. La superan regiones como Castilla-La Mancha y Navarra. La precariedad y las dificultades para forjar una vida propia e independiente se extienden por todo el país. “La tasa de actividad de la gente joven ha ido cayendo en picado desde la crisis de 2008. Sin ingresos no hay acceso a la vivienda”, indica Joffre López. En tal tesitura, los vaivenes en el mercado inmobiliario, que ahora parecen haberse reactivado, impactan poco o nada en la capacidad de los jóvenes para acceder a su primer piso, explica el sociólogo.

Joffre López, coordinador del Observatorio de Emancipación, en la sede del Conseyu de la Mocedá del Principáu d’Asturies. Fernando Rodríguez

Si lo de la vivienda está difícil, lo de la natalidad resulta imposible. Aunque ese asunto sobrepasa el ámbito de estudio del Observatorio de Emancipación, Joffre López se aventura a opinar, sin meterse en muchas honduras, y explica que, “sin un mínimo de estabilidad, por más que se den ayudas puntuales para tener hijos, nadie se va a animar”. No se trata solo del gasto inicial de adquirir o alquilar una vivienda, sino de ser capaz de hacer frente a todos los gastos que conlleva. Regresar a casa de los padres, si no hay dinero para hacer frente a las facturas, es percibido como “un fracaso” que los jóvenes prefieren ahorrarse. “Es un error afrontar problemas estructurales con ayudas puntuales”, advierte.

Así las cosas, los jóvenes asturianos optan a menudo por marcharse de la región. El Principado es la comunidad que más jóvenes tiene repartidos por toda España. Según los datos de empadronamiento, entre el 17 por ciento y el 18 por ciento de ellos vive fuera de la región, la mayoría en Madrid, según el coordinador del Observatorio de Emancipación. Ese porcentaje es notablemente superior a la media nacional, que se mantiene en el 13 por ciento de jóvenes desplazados de sus comunidades.

Otros deciden seguir formándose. El 90 por ciento de los asturianos de entre 16 y 29 años está estudiando. “Es una población que invierte mucho tiempo en formarse, no están activos, pero están formándose”, señala Joffre López.

“Los jóvenes son un reflejo de los problemas de la sociedad, que acucian a todas las edades”, indica el sociólogo catalán, y su situación actual es consecuencia “del Estado de bienestar que tenemos, que en nuestro país es muy débil. Donde el Estado de bienestar es fuerte los jóvenes tienen más posibilidades de emanciparse”.

Son muy a menudo las familias las que suplen su papel. De hecho, en Asturias casi el 20 por ciento de los jóvenes que viven fuera del hogar paterno lo hace en una vivienda cedida por su familia.

El problema de la emancipación juvenil en Asturias “es muy grave”, admite Joffre López. Y a corto y medio plazo, si no ocurre un milagro, irreversible.

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