No se sabe aún si el virus de la viruela del mono se transmite por vía sexual, pero tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el Centro Europeo para el Control de Enfermedades (ECDC) se curan en salud y recomiendan que los casos sospechosos de tenerlo utilicen preservativos en sus relaciones. Para las personas con virus confirmado, la recomendación es que no tengan sexo. Esta es la reacción de las autoridades sanitarias después de que científicos del Instituto Spallanzani (Italia) informaran el pasado lunes de que habían detectado fragmentos del virus de la viruela del mono en el semen de varios pacientes. El análisis de una de las muestras sugería que el virus hallado en este fluido era capaz de infectar a otra persona y replicarse.

La responsable de la viruela del mono en la Oficina Regional para Europa de la OMS, Catherine Smallwood, señaló ayer que están investigando si el virus se puede transmitir sexualmente. Sin embargo, como remarcaron ayer el director de OMS Europa, Hans Kluge, y la directora del ECDC, Andrea Ammon, el contacto físico estrecho sigue siendo la principal vía de transmisión de esta enfermedad que afecta actualmente a unas 1.600 personas en el mundo.

Estas autoridades sanitarias pidieron que no se cancelen los grandes eventos del verano, como festivales de música o fiestas del Orgullo LGTBI. Aunque reconocen que estas ocasiones pueden representar un entorno propicio para los contagios, cancelar eventos o cerrar locales sería contraproducente, ya que desplazaría las actividades a otros entornos, como fiestas privadas, “menos accesibles a las intervenciones de divulgación comunitaria o de salud pública”.

Hans Kluge recordó que “estigmatizar a ciertas poblaciones socava la respuesta de salud pública, como hemos visto una y otra vez en contextos tan diversos como el VIH/sida, la tuberculosis y el COVID-19”.

Precisamente para combatir esa posible estigmatización, la OMS reveló que trabaja en el cambio de denominación para la viruela del mono, el virus que la causa y sus variantes. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, reveló el martes que el organismo “trabaja con socios y expertos de todo el mundo” para crear una nueva nomenclatura, después de que 29 científicos de 11 países pidiesen en una carta un cambio urgente para que se dejase de vincular esta enfermedad con África. Lo cierto es que la inmensa mayoría de las escasas imágenes de esta enfermedad disponilbles, y que los medios de comunicación publican, son de población de raza negra. Tampoco ayuda a normalizar la situación el hecho de que apenas haya testimonios de pacientes, al contrario de lo que ocurrió cuando surgió el COVID-19.

Caos de datos

Se calcula que los casos de viruela del mono en España superan ya el medio millar, tras confirmar ayer otros 29 la Comunidad de Madrid. Las autoridades sanitarias madrileñas comunicaron ayer un total de 399, casi al mismo tiempo que la ministra de Sanidad, Carolina Darias, señalaba que hay 323 en toda España. Esta falta de correspondencia en los datos de debe, al parecer, a que Sanidad no contabiliza los positivos que no se detectan en el Centro Nacional de Microbiología, al cual no envían muestras ni Madrid ni Cataluña. A partir de ahora Sanidad informará dos días a la semana, los martes y los viernes –los mismos que hace con el COVID–, de los casos confirmados de la viruela del mono en nuestro país.

España recibirá al menos 11.000 vacunas más

España recibirá “como mínimo” el 10% de las 110.000 vacunas de tercera generación contra la viruela del mono Imvanex que la UE suscribió este martes con la farmacéutica danesa Bavarian Nordic, y de ellas alrededor de 5.000 llegarán a finales de este mes. Así lo explicó ayer la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tras el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud ordinario que se celebró en Valencia. España, el segundo país con más casos fuera de África, tiene las 200 vacunas que compró la semana pasada a un Estado miembro de Europa y que se distribuyen a demanda de las comunidades para inoculárselas a las personas que cumplan los requisitos establecidos en el protocolo aprobado recientemente por la Comisión de Salud Pública. Un protocolo que prioriza, recordó Darias, la administración posexposición para personas con alto riesgo de gravedad en los cuatro días posteriores al contacto, inmunodeprimidas, con VIH o personal sanitario que no haya usado correctamente un equipo de protección individual (EPI). Cuando lleguen las 5.000 dosis a finales de mes la Comisión de Salud Pública decidirá si se sigue el mismo protocolo o bien “se amplía el círculo” de destinatarios de la vacuna, concluyó la ministra.