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Indignación entre los opositores asturianos a maestro por la dificultad de las pruebas prácticas: "Fue una vergüenza"

“Metieron muchas preguntas teóricas y el supuesto de Inglés fue imposible”, se quejan los profesores que se examinaron hoy de la segunda fase del proceso selectivo

Opositores en un aula de Llamaquique, en una imagen de archivo. V. M.

Sorpresa e indignación en la segunda jornada de las oposiciones a maestro. Los más de 6.000 profesores que este sábado se enfrentaron al supuesto práctico salieron de la prueba con un gran cabreo. Alegan que el examen fue más difícil de lo normal e incluso “imposible” en algunas especialidades como Inglés. Los aspirantes también critican que la fase que debía ser práctica en realidad no lo fue, ya que incluyeron varias preguntas teóricas. “Ha sido una vergüenza. Eso no fueron supuesto prácticos, sino una extensión del temario. Han hecho una criba encubierta”, se quejaron los opositores.

Ante ello, el sindicato de CC OO demandó a la Consejería de Educación “ser más concreta en la descripción de los supuestos para que no se den este tipo de situaciones". “Si seguimos así, vale más que sorteen las plazas. Esta prueba es para demostrar la actitud pedagógica y no lo ha sido”, denunció el secretario general, Borja Llorente. En realidad, la Consejería no es la que diseña las pruebas, sino que lo hacen los tribunales número uno de cada especialidad, que son autónomos para desarrollar esta tarea. Las protestas hoy llegaron de casi todos los lados.

El supuesto de Primaria, por ejemplo, “daba para seis horas”, según aseguraron los maestros. El de Infantil causó sorpresa: “Pusieron uno al que no estamos acostumbrados”. El de Pedagogía Terapéutica no fue directamente un supuesto, sino una prueba de “doce preguntas”. Y el de Música fue un “caos”, a juicio de algunos docentes. “Siempre nos ponían una melodía instrumental y esta vez fue una de acompañamiento. Además, nos dieron la nota de Re mayor y no la que quisiéramos nosotros. Al final nadie sabía lo que tenía que hacer y ni los propios miembros del tribunal sabían explicárnoslo. Tuve que ir el presidente clase por clase»”, explicaron.

Pero, sin duda, el más complejo fue el examen de Inglés, para muchos “imposible”. “La dificultad técnica y la longitud no se asemejaba ni de lejos a los supuestos prácticos de otros años”, indicó un opositor. "Ha sido una vergüenza. Eso no son supuestos, es una extensión del temario cuando se supone que tenemos que demostrar nuestra capacidad para programar, evaluar y dar clase. Han hecho de forma encubierta una criba. En doce años es la primera vez que veo salir llorando a tanta gente", dijo otro. "¿Pueden en un examen de supuesto práctico hacer cuatro preguntas teóricas de siete tan concretas? Entiendo que debemos conocer la teoría para saber aplicarla y llevarla a cabo en el aula, pero me parece indignante que en un examen práctico se nos haya preguntado teoría de manera tan directa", comentó otra. 

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