El Museo de Bellas Artes de Asturias y el Nacional de El Prado van a reforzar, aún más, su línea de colaboración y en el espacio asturiano ya le están buscando alojamiento a ocho nuevas obras procedentes de la gran pinacoteca madrileña que van a ser cedidas para su exposición el próximo año en Asturias, y que llegarán en los primeros meses de ese 2023. Según explican desde el museo asturiano, las nuevas obras ayudarán, principalmente, "a seguir mejorando el fondo de arte asturiano del siglo XIX con seis pinturas y una escultura de artistas ya presentes en la colección, como las de José Robles (Madrid, 1843-1911), Tomás Campuzano (Santander, 1857-Becerril de la Sierra, Madrid, 1934) y Luis Menéndez Pidal (Pajares, Asturias, 1861-Madrid, 1932), y otros que se incorporan con obras de extraordinario nivel como es el caso del escultor Manuel Menéndez Entrialgo (San Andrés de la Pedrera, Gijón, 1861-1935) y la bodegonista Julia Alcayde (Gijón, 1885-Madrid, 1939)".
Además de esas pinturas, el museo nacional depositará en Oviedo, también, una obra del taller de Guido Reni, una Santa María Magdalena, fechada en la primera mitad del siglo XVII, que hace pareja con otra obra depositada por la pinacoteca madrileña titulada "Lucrecia dándose muerte".
El conjunto de depósitos del Museo Nacional del Prado que atesora y recibirá el Museo de Bellas Artes de Asturias forma parte del programa recientemente denominado "Prado Extendido", gracias al cual la principal pinacoteca española pretende resituar a su museo dentro del territorio nacional y lucir más su ingente cantidad de fondos.
Por otra parte, el anuncio lo hace el Museo a pocos días vista de que se inaugure una exposición que, precisamente se titula "El factor Prado" y que vuelve a darle unidad y relevancia a todos los depósitos que tiene el museo regional y que procedente del Prado. En la actualidad son 53 obras, divididas en 48 pinturas y 5 esculturas, las que están de "prestado" en Oviedo, para satisfacción de todos los amantes del arte de la región, y son obras que recorren algunas de las páginas más interesantes de la historia del arte asturiano y español comprendidas entre los siglos XVI y XX.
El primer depósito se hizo en 1889 -en este caso al Museo de Pinturas de la Academia Provincial de Bellas Artes de San Salvador de Oviedo, de cuyos fondos se nutre la actual colección del museo asturiano- y el último se hizo este mismo año, con nueve incorporaciones más. En esa relación "que ha sido fluida y constante", reconocen en Oviedo, hubo en 1990 un momento decisivo con la incorporación de una veintena de obras.
La exposición que se va a inaugurar el día 21 de julio recoge una selección "cuantitativa y cualitativamente importante de esos depósitos", anuncian desde el Museo ovetense, ya que se pretende mostrar "el papel decisivo que esta política de apoyo y refuerzo de nuestras colecciones por parte de la principal pinacoteca de nuestro país ha tenido en el crecimiento y progreso de nuestra institución". A eso se alude con el término “factor” del título: "lo hay que entender como esa especie de circunstancia que contribuye a dar con un producto, pero también como ese elemento que se suma o multiplica con otro para obtener un resultado. Y es este efecto multiplicador que han tenido las aportaciones del Museo del Prado sobre nuestra institución, en cuanto a la mejora y esplendor de sus colecciones, el que se pretende resaltar" con la muestra que estará abierta del día 21 de julio al 30 de octubre de 2022, y que está comisariada por Gabino Busto Hevia, conservador de arte antiguo del Museo de Bellas Artes de Asturias.
