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Fallece Efrén Cires, expresidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo

Nacido en Teverga en 1933, estuvo al frente de la Asociación de Empresarios de Minas y de Carbonar, y presidió la COPE

Efrén Cires, en una imagen de archivo. | | LNE

El tevergano Efrén Cires hombre de empresa vinculado también a la Universidad y a la comunicación, falleció ayer a los 89 años dejando tras de sí una larga y fértil carrera en distintos ámbitos profesionales: entre otros cargos, fue presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo, de la Asociación Provincial de Empresarios de Minas de Antracita de Asturias, de Carbones del Narcea (Carbonar) y de Carbunión (Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón). Fue consejero del Banco de Asturias.

Además, dirigió el Proceso de Datos del Ministerio de Hacienda desde 1971 hasta 1974 y en 1975, llevó la Dirección General de Mutualidades. También fue director de Ingeniería de Sistemas de IBM para España y coordinador de aplicaciones de Investigación Operativa para Europa, Oriente Medio y Africa del Sur en la misma compañía. Catedrático de Organización y Administración de Empresas y de Contabilidad; fue miembro de la Sociedad Española de Investigación Operativa, de la Asociación Española de Contabilidad y Administración. Impartió clases en la Escuela de Empresariales de la Universidad de Oviedo y de la Universidad Autónoma de Madrid.

Cires fue designado en 1992 presidente de la cadena Cope por el consejo de administración, del que formaba parte. Estuvo en el cargo de noviembre de 1992 a noviembre del año siguiente.

En 1999, Cires dimitió del Consejo Social de la Universidad tras siete años en el cargo. Aludió a sus muchas ocupaciones para explicar la decisión.

Cires fue siempre un hombre discreto, amante del tiempo de tertulia, conversador entusiasta con la memoria cargada de anécdotas. Su reconocida facilidad para una dialéctica amena y precisa se acompañaba de una convicción personal: se consideraba, y sólo en el ámbito privado, un "ácrata desde la perspectiva intelectual". Prudente en extremo en sus manifestaciones públicas y austero en sus gestos, su ironía era proverbial.

A pesar de que ocupó cargos relevantes, fue evidente su escaso aprecio por mantener un perfil público más allá de las obligaciones ineludibles de sus cargos. Las polémicas y enfrentamientos nunca le atrajeron, convencido de que lo ideal es el sosiego y la huida de las fricciones. Un pragmatismo permanente acompañó las acciones de un trabajador incansable que nunca levantaba la voz.

A preguntas de este diario, Cires rechazó de plano ser una de las personas más influyentes del Principado: "No tengo ninguna influencia especial, aunque observo que todos respetan mis opiniones, incluso personas con intereses muy diversos. Lo cual no quiere decir que las compartan y mucho menos que me hagan caso".

En 1995, siendo presidente del Consejo Social, afirmaba sobre la situación de la Universidad que "hay una regla primera, la que hemos hecho las empresas durante la crisis: centrarnos en los gastos e inversiones. Hay gastos con rigidez muy fuerte. Por eso a nivel mundial la superación de la crisis se ha hecho mejor en condiciones de flexibilidad".

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