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CORONAVIRUS

Científicos alertan de que las reinfecciones aumentan el riesgo de COVID persistente

Personas con dos o más positivos tienen tres veces más opciones de ingresar | La probabilidad de sufrir ‘long COVID’ sube con varios contagios, sin importar la variante

Una sanitaria realiza una PCR a una paciente. FDV

"El riesgo de sufrir síntomas de COVID persistente se incrementa cada vez que nos reinfectamos. No importa mucho la variante pero sí el número de reinfecciones”. Así lo expresa la neurocientífica gallega Sonia Villapol, investigadora en el Texas Medical Center de Houston e integrante de un grupo de científicos de 28 instituciones punteras en el mundo en investigación del COVID-19.

El COVID persistente es uno de los principales temas en los que trabaja esta experta desde el inicio de la pandemia. Ella es una de las autoras del mayor estudio sobre este tema, publicado recientemente en ‘Nature Scientific Reports’. “Cada reinfección aumenta el riesgo de COVID persistente, algo que en principio la gente no tiene en consideración”, apunta Villapol, que indica que todavía no se pueden prever los efectos del COVID persistente a largo plazo. “Además, en estos momentos tampoco sabemos los efectos que la subvariante BA.5 de ómicron puede tener a largo plazo”, añade la neurocientífica.

La neurocientífica gallega Sonia Villapol, experta en 'long COVID'.

Según sus referencias sobre este tema, de la relación de sucesivos contagios por COVID con el COVID persistente, “un estudio reciente del Estado de Washington, en EE UU, mostró que las personas con dos o más infecciones tienen más del doble de riesgo de morir y tres veces más riesgo de ser hospitalizadas por COVID en los seis meses siguientes a la última infección”. “Esto es si se compara con las personas con una sola infección”, o que hayan pasado el coronavirus una sola vez, describe la experta. “También aumentaron los riesgos de sufrir problemas persistentes pulmonares, cardíacos, fatiga, trastornos digestivos y problemas neurológicos a largo plazo”, añade.

En Galicia hubo más de 15.000 reinfecciones desde el inicio de la pandemia, según datos del Sergas del pasado mes de junio.

El Ministerio de Sanidad hizo público hace una semana un estudio sobre el COVID persistente (o long COVID) con el que da un paso para reconocer los efectos crónicos del COVID persistente. La definición es la siguiente: “Conjunto de síntomas multiorgánicos variados no atribuibles a otras causas que perduran tras la fase aguda de la infección de COVID-19”. Y en dicho informe se definen los síntomas: “pérdida de memoria, dificultad de concentración, confusión y signos musculoesqueléticos como pueden ser dolor articular o muscular y limitación de la movilidad”. Además, se estipula que tiene una duración mínima de tres meses tras la fase aguda. Pese a que los expertos en el tema indican que el COVID persistente es más común en mujeres que en hombres, e incluso especifican mujeres entre 40 y 45 años aproximadamente, el estudio del Instituto de Salud Carlos III no ha podido alcanzar “un acuerdo sobre potenciales diferencias según el género”, según fuentes del Ministerio de Sanidad.

Menos prevalente en niños/as

Otra de las conclusiones del reciente estudio publicado en ‘Nature Scientific Reports’, según Villapol, es que el COVID persistente afecta menos a niños/as y adolescentes: “La prevalencia de los síntomas es mucho menor”. “Los estudios que analizamos en nuestro metaanálisis en adultos indicaban valores mucho más altos. También sabemos que la prevalencia de los síntomas depende en gran medida del tiempo que pasó después de ter COVID-19 agudo (desde un mes hasta 13). Aunque la mayoría de los síntomas mejoran con el tiempo, hay evidencias en estudios de adultos que sugieren que algunos síntomas pueden persistir dos años después del diagnóstico COVID-19. Es importante comprender qué síntomas están asociados a determinados periodos de tiempo (por ejemplo, seis meses, 12 meses, dos años). En total, en los estudios terminados se identificaron más de 40 manifestaciones clínicas a largo plazo asociadas a COVID-19 en la población pediátrica”, argumenta Villapol.

Doce muertes en cinco días y menos de 5.000 casos activos en Galicia

El Servizo Galego de Saúde (Sergas) notificó ayer las muertes de 12 personas de entre 63 y 97 años que estaban diagnosticadas de COVID-19 (entre el viernes 22 de julio y el martes 26). Otros indicadores de la pandemia siguen a la baja, como por ejemplo los casos activos, que ya se sitúan por debajo de los 5.000, y los ingresados, que ya descendieron de los 500.

En lo que respecta a los 12 nuevos fallecidos notificados por el Sergas, todos ellos contaban con patologías previas y elevan hasta las 3.807 el cómputo de víctimas que deja la pandemia en Galicia hasta el momento. Por fechas, el viernes 22 murieron dos hombres, uno de 63 años en el área sanitaria de Vigo y otro de 68 en la de Santiago-Barbanza. Al día siguiente, el sábado 23, falleció otro varón, de 94, en el área de Lugo-A Mariña-Monforte. El domingo 24 de julio murieron diagnosticadas de COVID cuatro mujeres: una de 96 años en el área de Ourense-Verín-O Barco de Valdeorras, una de 94 en la de Pontevedra-O Salnés, una de 92 en la de Lugo y otra de 90 en la de Vigo. En cuanto al lunes 25 de julio, murieron tres hombres (de 94 y 86 años en el área de Santiago y otro de 82 en la de Lugo) y una mujer (de 97 en la de Vigo), mientras que el martes 26 falleció una mujer, de 78, en la de Vigo.

La presión hospitalaria continúa en descenso, con un total de 499 ingresados, 37 menos que un día atrás. En concreto, son 471 pacientes en planta (-40) y suman tres los que están en unidades de cuidados intensivos: 28 en total.

Los casos activos también siguen su tendencia a la baja, consolidada en el puente de 25 de julio: son 4.834 en total (383 menos en un día). No se registraba una cifra tan baja desde el 27 de noviembre de 2021, ocho meses atrás.


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