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Fogones kilómetro cero

El pescado de Pepe Lanza se queda tan fresco en Mieres

"Es un lujo contar con él, en Asturias no hay distancias", dice la cocinera Ana Fe Fernández sobre el reparto diario de Sport desde Luarca a El Cenador del Azul

FOGONES KILÓMETRO CERO: El pescado que reina en El Cenador del Azul

FOGONES KILÓMETRO CERO: El pescado que reina en El Cenador del Azul VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Fernando Rodríguez

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FOGONES KILÓMETRO CERO: El pescado que reina en El Cenador del Azul Mariola Riera

Conduce Pepe Lanza una estupenda y moderna furgoneta, pintada en negro y con el nombre de su empresa en llamativas letras en blanco, que no ha cumplido el año. Aun así en el cuentakilómetros figuran más de 85.000. "Hago unos 10.000 al mes", dice. Es Lanza un veterano comercializador de pescado y marisco, negocio en el que lleva más de 40 años. Natural de Puerto de Vega (Navia), trabaja en la empresa Sport, en Luarca (Valdés), para los que recorre media Asturias a diario para comprar en las rulas el mejor género y servirlo lo más fresco posible a sus clientes.

"Es un lujo contar con Pepe. Hablamos constantemente y, como pueda y ande cerca, se nos planta aquí con la mercancía nada más pedírsela. Todo fresquísimo", explica Ana Fe Fernández, dueña y cocinera de El Cenador del Azul, un restaurante al que muchos acuden a comer pescado pese a estar tierra adentro, en Mieres. "En Asturias no hay distancias. De Luarca a aquí hay 40 minutos y si Pepe anda por la zona incluso llega antes", señala la también guisandera, integrante del club asturiano desde 2016 gracias a haber entrado de forma directa por vínculo familiar, el de su suegra, Estrella Paradelo, su maestra a los fogones junto a su madre, Ángeles Areces.

Ana Fe Fernández, con un virrey, y Pepe Lanza, con un cabracho, en la cocina de El Cenador del Azul, en Mieres. | Fernando Rodríguez

"Son los clientes los que van dictando la carta y lo que llevas habitualmente a las mesas. Tenemos muchos fijos y gran parte viene a comer pescado", abunda Ana Fe sin quitar ojo a las cajas que acaba de dejar en la cocina su pescadero: hay rubiel, virrey, cabracho, un buen bonito y un gran bogavante azulado que no se puede describir. Mejor comérselo.

"Irá a la plancha, algo así tan bueno poco más necesita. Todo en general, cuando es de calidad, requiere poca intervención", opina la cocinera. El rubiel irá a la sal o también a la plancha, mientras que el bonito da muchas opciones, al igual que el rape, para el que Ana Fe tiene una receta que le ha hecho famosa: "Rebozado en frutos secos con ali oli de manzana. Gusta mucho a la gente".

Pepe Lanza le escucha atento. Sabe que deja en buenas manos sus peces, esos con los que recorre tantos kilómetros a diario en una maratoniana jornada laboral. Sin exagerar, el naviego puede echar 18 horas al pie del cañón. Lo dice sin inmutarse. Él se ríe, mientras los demás se asombran: "Para tener lo mejor hay que esforzarse". Así las cosas, puede Lanza empezar un día a las 5 de la mañana para ir a comprar a alguna rula gallega, luego seguir por otras de la costa asturiana, dedicarse a media mañana a repartir entre sus clientes, ocuparse del envío a fuera de Asturias y, a la tarde, volver a alguna lonja. En esta ocasión que ha ido a llevarle pescado a Ana Fe a Mieres, viene de Burela y se va a Lastres previa parada en El Musel. Puede darle la medianoche al teléfono, pendiente de las ventas. "Nosotros en Sport mantenemos el reparto directo, no lo dejamos en manos de mensajería", avisa.

Es un veterano del pescado, de los que mejor conocen los frutos de ese Cantábrico que para él es el mejor caladero del mundo, pero en el que cada vez se pone más difícil hacerse con lo mejor porque hay poco y mucha demanda, cada vez más. "Tenemos en Asturias mucha variedad y calidad. Y lo bueno, por supuesto, hay que pagarlo", advierte ante la fama de caro del pescado. Cada vez más. La cocinera le secunda. "O calidad, o precio. Hay que elegir, y quien sabe valorar siempre elige calidad".

Lanza, con una caja que acaba de coger de su furgoneta, al fondo. | Fernando Rodríguez

Es el bonito el rey del verano en Asturias, donde este año estamos de suerte, pues la temporada se alarga al haber bastante cupo sin agotar. El virrey le sigue en fama y preferencias de cocineros y comensales pese a su elevado precio. ¿Cómo elegir las mejores piezas? "Se nota con solo poner la vista, un buen pescado llama la atención con su presencia", aconseja.

Para prueba, ese bonito o ese bogavante que han entrado esta mañana en El Cenador del Azul, heredero desde 2001 del Azul, el bar que los suegros de Ana Fe, Estrella y José, se pusieron a regentar en 1968 cuando regresaron de Francia. La cocinera comenzó a cortejar con el hijo de ambos, José Luis Mondelo, cuando lo conoció en la Facultad de Empresariales, donde ambos estudiaban. "A mí siempre me tiró la cocina y para que él acabase pronto y poder salir le ayudaba", cuenta. Así las cosas, cuando los suegros se jubilaron, la pareja decidió seguir adelante con el negocio. Hasta hoy.

En su carta, recetas de toda la vida. Pero todas con un toque actual y el personal de su guisandera. "Me gusta experimentar y buscar nuevos productos, pero sin desmerecer lo de aquí. Y el pescado de Asturias, el que me sirve Lanza, lo dice todo. Llevamos con Sport desde que abrimos y, lo dicho, es un lujo. Me llama, me cuenta lo que tiene y me da opción a elegir. Luego viene y si trae más cosas igual me las quedo", describe Ana Fe de la relación con su pescadero de cabecera. No duda en presumir de él: " Cómo será que muchos vecinos salen a la ventana cuando llega en furgoneta a echar un vistazo a ver qué trae. Les recuerda a los que antes vendían de forma ambulante".

Y dicho esto, Pepe Lanza ríe y se va, que tiene una larga jornada por delante en furgoneta. Sus peces se quedan tan frescos en Mieres.

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