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Por la izquierda, Juan López-Arranz, Zulima Fernández, Rafael Puyol, Juan Vázquez, Ignacio Villaverde, Manuel Villa Cellino, Salvador Ordóñez, Vicente Gotor y José Muñiz, en el paseo de la playa de Santa Marina de Ribadesella.Luisma Murias

"Menos cantidad y más calidad", la receta para impulsar los másteres asturianos

Villaverde avisa de que la falta de profesores vinculados en Medicina pasará factura a la formación: "Están dando las clases los biólogos"

La Universidad de Oviedo tiene una gran asignatura pendiente con los másteres. "Tenemos que meternos a fondo con ellos. Hay títulos que se mantienen con solo cuatro alumnos", advirtió el rector, Ignacio Villaverde, en la cumbre de académica de Ribadesella que organiza LA NUEVA ESPAÑA desde hace diecisiete veranos. Para este curso, la oferta consta de 50 másteres y 1.761 plazas. El exrector Vicente Gotor lo tiene claro: "Hay que coger la tijera; en estos últimos años se han creado muchos y hay un buen número de ellos con pocos estudiantes. Necesitamos menos cantidad y más calidad". Villaverde avanza que en grados las cifras de matriculados de nuevo ingreso se moverán en las del curso pasado cuando ya la institución académica bajó en más de 1.800 (hasta los 19.298) con respecto a 2020/21.

En el encuentro celebrado en el Gran Hotel del Sella, Villaverde anunció que el Rectorado está estudiando la posibilidad de colaborar con la Universidad de Fútbol y Ciencias del Deporte, propiedad del grupo Pachuca (México), que ahora lleva las riendas del club de fútbol del Oviedo. "Solo tiene mil estudiantes pero al parecer es un referente en los estudios deportivos", aclaró. Y da la casualidad de que la Universidad ha aprobado un plan estratégico de titulaciones que contempla la implantación en la capital de un grado de Ciencias y de la Actividad Física del Deporte. La colaboración podría fructificar en más alumnos para Asturias, algo que necesita la Universidad de Oviedo.

Villaverde también llamó en la cita a la reflexión y a la búsqueda de especialización. "Tenemos que decidir qué queremos ser. Ya no vale el modelo de universidad que toca todos los palos. No podemos ser buenos en todo", advirtió. Eso valía antes, comentó Manuel Villa Cellino, presidente del consejo rector de la Universidad de Nebrija, cuando "había menos universidades y, por tanto, eran más generalistas". Pero el mundo ha cambiado. A pesar de ello, Villaverde cree que al menos en el terreno formativo la institución asturiana sigue siendo puntera. "Estamos sacando buenos profesionales. Hoy en día hay un montón de CEOs que han estudiado en nuestra universidad. En el mundo hay egresados de Uniovi, no de Harvard", dice con orgullo. La fuga de talento es otro tema aparte.

El futuro de Medicina

Vicente Gotor también sacó en la conversación otro tema sensible: el estado de los profesores vinculados en el área de Ciencias de la Salud. Ahí Villaverde fue claro: "Muy mal". Hoy en día los vinculados rondan la veintena, una cuestión que al maestro de cirujanos y exrector de la Universidad de Oviedo Juan López-Arranz le irrita especialmente. "No hay médicos, hay biólogos dando clases de medicina. En Pediatría no hay ningún catedrático. Es algo muy preocupante", admite. Para solucionarlo, el equipo de gobierno está tocando "varias teclas". Por un lado, la de la Agencia Nacional de Acreditación (Aneca): "No se puede colocar en el mismo circuito de acreditación a los clínicos que al resto". Y la segunda, al Sespa: "Tienen que asumir que se está perdiendo calidad formativa, pero son reticentes porque están muy presionados por las listas de espera".

Es, al final, la pescadilla que se muerde la cola: se necesitan médicos en los hospitales y la universidad necesita profesores sanitarios. Lo que está en juego, reconoce Villaverde, es mucho: la joya de la corona de la Universidad de Oviedo, su Facultad de Medicina. "Hay áreas en las que no tenemos profesores vinculados y son los biólogos los que nos están sacando la tostada. Tenemos una gran falta de profesionales. Y lo vamos a pagar en la formación cuando somos de las mejores facultades de España", dice con dureza.

Pero para revertir esta situación, "necesitamos al Sespa; solos no podemos hacerlo", apunta, por su parte, Vicente Gotor. "Al Sespa no le da la gana de ayudar, de pagar las guardias que hagan y así igualar los sueldos de un profesor vinculado con el resto de profesionales médicos. Es una miseria de dinero lo que debería asumir. Necesitamos que dediquen más horas a la Universidad y menos al hospital, y ahora mismo ocurre lo contrario", critica López-Arranz.

El tiempo de lectura de tesis se reduce a tres o cuatro años y se impone el modelo por artículos

¿Cuánto tiempo toma hacer una tesis? Esta pregunta, que muchos estudiantes se hacen, puede ir cambiando de respuesta con mucha rapidez. Lamentablemente se tiende a extender el tiempo de realización de la tesis hasta que se llega al límite permitido, a riesgo de echar por la borda todo el tiempo de estudio invertido durante la carrera universitaria. Pero los rectores reunidos por LA NUEVA ESPAÑA son conscientes que la espera media desde el inicio del doctorado hasta la lectura de tesis se ha acortado. "Ahora estamos en tres o cuatro años de media, no los cuatro o cinco de antes", opina Ignacio Villaverde. Esa realidad también ha llevado a otra tendencia entre los nuevos doctores. "Una mayoría lo realizan por el modelo de artículos", opina. La tesis por compendio de publicaciones es un formato especial en el que queda constituida por el conjunto de trabajos publicados por el doctorando en el marco del Plan de Investigación de su tesis doctoral. José Muñiz, desde la experiencia en la Universidad Nebrija expone que esa es la nueva realidad. "Antes no se publicaba hasta pasado un tiempo", coinciden todos los responsables académicos. El reto de captar talento para renovar las plantillas "envjecidas" y en sucesivos procesos de jubilación apunta de nuevo hacia la digitalización y la adaptación a nuevas tendencias en la enseñanza. "Las universidades privadas fueron más rápidas que las públicas en la digitalización", indica Muñiz. "Y en gestión", añade Juan Vázquez. "La nuestra es una universidad vieja, las otras son más jóvenes", apostilla López- Arranz en referencia a las diferencias entre la pública y las privadas. Vázquez introduce también una nueva realidad en ese escenario: "El profesorado actual ya no entiende al estudiante", plantea el exrector de Oviedo. El actual responsable académico cree que "la Universidad tiene que ser entretenida" y Manuel Villa Cellino acude a los principios de la Neurociencia para resumir así los nuevos retos del aprendizaje: "Para aprender algo tiene que gustarte".

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