Volver a casa con un souvenir o recuerdo del lugar que se ha visitado en vacaciones es un clásico. Y clásicas son también las elecciones de los turistas en Asturias, explican los vendedores: "Siguen siendo los mismos que hace años, siguen reinando los llaveros y los imanes".
Con todo, este verano la venta de estos detalles se destaca porque "se ha ampliado, ahora la gente gasta mucho más. Antes miraban mucho por el bolsillo y ahora vienen más sueltos". Palabra de comerciantes.
Pese a que llaveros e imanes siguen mandando en el mundo del souvenir, cada negocio pelea por diferenciarse. Es el caso de Guillermo Bernardo, propietario de varias tiendas en Oviedo, entre ellas Alcordances: "Además de tener los recuerdos más típicos, tenemos productos con diseños propios, como son las camisetas, que diseño yo mismo con mis hijos y son nuestra venta estrella, junto con los imanes. Tenemos una marca de diseños creativos propios".
Otro negocio que busca esa diferenciación es Asturias Encantada, una de las últimas tiendas que se han sumado al sector. "Llevamos muy poco, pero uno de nuestros fuertes es la alimentación. Ofrecemos una amplia gama de productos asturianos. Es nuestro foco principal de ventas y lo que nos diferencia", explica Nerea Fernández, una de las trabajadoras. Leticia García, también empleada de esta tienda, añade que "se procura favorecer el producto local".
La amplitud de recuerdos es muy grande, ya que "hay productos de todo tipo porque hay todo tipo de gente. Hay quien busca detalles más pequeños, para llevar de recuerdo, como podría ser un imán, y otros que quieren algo para decorar la casa, y ahí vendes figuras de la Catedral, por ejemplo", destaca Francisco Areces, de la tienda Todo Oviedo. Añade que lo que más vende son llaveros e imanes, llegando a sobrepasar las 100 unidades al día.
La evolución del mundo del souvenir es constante. Como afirma Guillermo Bernardo, "se puede apreciar en que, buscando esa ansiada diferenciación, llega un momento en el que estás haciendo evolucionar al sector. No solo en cuanto a la innovación del producto, sino al material con el que lo fabricas". Francisco Areces zanja: "Influye también que hay una cantidad de turistas tremenda, por lo que hay que ofrecer cosas más novedosas".
Todos los sectores tienen épocas en las que el beneficio es mayor que en otras. En el caso del mundo de los recuerdos, uno de los riesgos es que no es fácil mantener la rentabilidad durante todo el tiempo, ya que todos los negocios reconocen que "los meses buenos son los de verano". La temporada estival la componen julio y agosto en Asturias.
Pese a esto, las tiendas aguantan el resto del año gracias a que "Asturias está de moda y, entre puentes, festivos y fines de semana, nos sigue yendo bien. Cuando no es fiesta en una comunidad lo es en otra, y siempre viene la gente aquí", subraya Areces. Otra ventaja, tal y como destaca Bernardo, es la de "ofertar productos que la propia gente de la ciudad pueda consumir. El sector reconoce que, tal y como está orientado el negocio, se vive bien el resto del año porque el producto que se ofrece también es "útil" para los ovetenses.
