La devolución de dos cuadros incautados por el régimen franquista al empresario vasco Ramón de la Sota y Llano en 1937 a sus herederos, formalizada la semana pasada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, sienta un precedente y abre la puerta a nuevas reclamaciones. Las obras expoliadas siguieron diversos caminos. Los de Ramón de la Sota acabaron en la Colección Artística de Paradores, otros andan repartidos por museos de todo el país. En el de Bellas Artes de Asturias hay un depósito de 107 obras, algunas expuestas en sus salas, procedentes de las incautaciones franquistas.
Hasta ahora nadie ha reclamado ninguna de esas obras al Bellas Artes y en el caso de que eso sucediera, dado que las obras están en depósito, sería el Ministerio de Cultura el que tendría que resolverlo. Paula Lafuente, técnico responsable del registro, explica que en 1941 llegaron a la extinguida Diputación Provincial 119 obras procedentes del expolio. Ni siquiera se remitieron correctamente, porque venían a nombre del "museo provincial de pintura", una institución que nunca ha existido.
En 1980, con la creación del Bellas Artes, esas obras pasaron al Museo y hace unos años la institución emprendió un minucioso trabajo de identificación. "En las traseras a las obras, cuando te incautaban un cuadro, ponían una pegatina y te daban un acta", explica Lafuente, y con esas pegatinas, la documentación de la antigua Diputación, del Instituto de Patrimonio Cultural y de diversos archivos ha identificado 107 de esas obras. Otras 12 han sido imposibles de localizar hasta ahora.
Esas 107 obras están documentadas y pueden consultarse en la web de la Universidad Complutense, tras el estudio que sobre las obras de arte incautadas por el anterior régimen realizó el catedrático Arturo Colorado. El Bellas Artes, según Lafuente, ha "atendido consultas académicas", sobre la colección de Pedro Rico, el alcalde de Madrid, de la que hay tres obras en el Bellas Artes, por ejemplo. Parte de las obras de ese depósito está expuesta en sus salas: "Virgen de la Anunciación", de Juan Correa; "Vendedor de periódicos", de Jiménez Aranda; "El bodegón de pescados", de Elias Vonck; "Nuestra Señora de la Buena Guía", de Genaro Lahuerta; "María Luisa Díez-Canedo", de Cristóbal Ruiz, y "Fernando VII y María Cristina", de Luis de la Cruz y Ríos. Hace unos años el Museo asturiano dedicó un ciclo de visitas a estos fondos, que despertaron gran interés y resultaron muy concurridas.
