El director del Museo de Bellas Artes de Asturias, Alfonso Palacio, afronta ilusionado la segunda fase de la ampliación de la gran pinacoteca regional y, con ella, un nuevo capítulo de la historia de la institución, que, con ese proyecto, que trasciende lo arquitectónico, se consolida como "un museo del siglo XXI y con vigencia para el siglo XXII". El Bellas Artes va camino de convertirse en "uno de los grandes museos de España a nivel regional", según su director, que atribuye buena parte de ese éxito a sus colaboradores, "un equipo joven, muy joven", subraya y, además, "muy cohesionado, con ganas de trabajar, de comerse el mundo, muy consciente de que está en un museo con un potencial enorme y preñado de futuro". "Dirigir un museo con este equipo es muy sencillo", aseguró Alfonso Palacio.

El director del Bellas Artes recogió esta semana el "Asturiano del mes" de LA NUEVA ESPAÑA correspondiente a mayo, mes en el que se celebra el Día Internacional de los Museos, en reconocimiento a su brillante gestión al frente de la pinacoteca. El Bellas Artes propiamente como institución ya había sido reconocido anteriormente con la distinción del periódico. Palacio recibió el galardón como "un nuevo impulso para seguir trabajando en la misma línea de excelencia". "Premios como estos nos dan mucha fuerza y esperanza para seguir trabajando y hacer del Museo de Bellas Artes de Asturias un museo cada vez mejor", declaró.

Alfonso Palacio (Gijón, 1975) tiene en estos días muchos motivos de satisfacción. Por un lado, el récord estival de visitantes del Museo, 42.652 durante los meses de junio, julio y agosto. "Ha sido una sorpresa maravillosa, tres meses increíbles, con días en agosto en los que superamos los 1.600 y los 1.700 visitantes y que nos colocan en cifras que superan las de 2019, en vísperas de la pandemia, cuando el Museo hizo su marca histórica", comentó su director. Añadió que "un museo sin visitas no es un museo: nosotros trabajamos por y para la ciudadanía, por y para hacer comunidad. Un museo autista que se dedica a emitir mensajes para consumo propio no nos interesa nada". Por otra parte, la gran pinacoteca regional puede presumir de "amigos". La Asociación Amigos del Museo de Bellas Artes de Asturias, que preside Alfonso Martínez, ha conseguido que en estos dos años desde su constitución supere la cifra de los 900 socios. "Santander tiene 140 y ha puesto en marcha su asociación hace nueve años", reseñó Alfonso Palacio. Bajo su dirección, por otra parte, se ha ampliado notablemente la colección del Museo, con donaciones y obras en depósito, como las llegadas recientemente del Prado.

La subdirectora general de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, entrega a Alfonso Palacio la caricatura realizada por Pablo García, ante la expectación de los invitados. | Miki López

El director del Bellas Artes y con él los trabajadores del Museo tienen en mente para este futuro inmediato "una institución cada vez más social, que cada vez llegue a más público, al potencial y al virtual, al que está en riesgo de exclusión y al que tiene problemas para llegar a la institución". Aludió a las iniciativas en ese sentido que van a echar a andar antes de acabar el año. "Vamos a ir a la cárcel, a los centros sociales, a las aulas hospitalarias, vamos a abrir el Museo a lugares alejados, para que luego hagan el viaje de vuelta: vamos para que los otros vengan", dijo.

La segunda fase de la ampliación del Museo es, de todas maneras, el asunto más trascendental que Alfonso Palacio se trae ahora entre manos. Se trata, indicó, "de uno de los grandes proyectos culturales de los últimos años en Asturias", que se financiará con seis millones de euros llegados de Europa y que, desde el inicio’ de la ejecución, prevista para septiembre de 2023, debería estar culminado en un par de años. "Sé que desde la Consejería de Cultura se está trabajando fuertemente. Hay un documento por entregar por parte del arquitecto y en cuanto lo haga ya podemos emprender por un lado la licitación, por otro lado la consulta al Consejo de Patrimonio y por otro pedir el permiso al Ayuntamiento de Oviedo para empezar la edificación", detalló. "No se trata solo de hacer operativos los almacenes o mejorar las circulaciones de las salas, o de tener un salón de actos, sino de dotar al edificio de otros usos, como una librería, una cafetería, un buen departamento de restauración, unas buenas oficinas, un edificio que albergue unos usos que hagan del Bellas Artes ese museo del siglo XXI que ya es, pero que necesita rematarse", agregó.

Como "Asturiano del mes", el director del Bellas Artes recibió una caricatura del dibujante Pablo García, una portada del periódico dedicada a sus logros profesionales y en recuerdo de la distinción y una escultura de Legazpi, a quien recordó cariñosamente. "Esta es una pieza preciosa de uno de los artistas que yo más he admirado y en el que descubrí a un hombre tierno, cariñoso y cercano. Su muerte ha sido una pérdida irreparable", manifestó.