Muebles, ropas, colchones, sofás, televisiones, electrodomésticos y hasta coches destrozados y apilados al final de la calle. La tragedia ha golpeado en la madrugada del domingo al lunes a los vecinos de la calle San Nicolás de Javalí Viejo, en Murcia.

La Rambla de la Ventosa, que discurre en uno de los tramos por detrás de sus casas, reventó tras el temporal que golpeó de lleno a la pedanía murciana y el agua 'saltó hacia ellas.

Llenos de barro, achicando el agua dentro de sus viviendas, la mayoría de vecinos de la citada calle hacían este lunes por la mañana lo que podían para tratar de sacar hacia la calle la inmensa cantidad de fango que había entrado a sus viviendas horas antes. Amigos, familiares y voluntarios les ayudaban en las tareas.

Efectivos de la Policía Local, Bomberos de Murcia, miembros de Cruz Roja y de Protección Civil, así como personal del Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social (SEMAS) de Murcia también permanecían en la zona tratando de ayudar a los vecinos.

Muchos de los afectados han perdido casi una vida entera de esfuerzo y sacrificio. Antonio García y Rubén García se funden en un abrazo entre lágrimas en la calle ante una imagen inimaginable un día atrás.

Padre e hijo acaban de ver cómo una retroexcavadora ha ido sacando sus coches, destrozados, tras quedar apilados junto a otra media docena de vehículos que fueron arrastrados hasta el final de la calle por la fuerza descomunal del agua.

"Echadle fotos, echadle fotos al coche para el seguro", gritaba el padre desesperado a sus familiares y vecinos cuando lograban retirar su Renault Scénic, con los retrovisores partidos y cristales rotos. Sin viviendas, sin vehículos y con muchos interrogantes sobre qué va a pasar en los próximos días.

Su nuera, Toñi González, explica que vivió "con mucha angustia y miedo" el momento en el que el agua comenzó a entrar en su casa: "No sabía si íbamos a salir vivos, creía que nos moríamos ahogados". Junto a su marido, Rubén, y su hijo de diez años lograron con una escalera subir hasta la terraza de la vivienda para salvar la vida.

"Reventó las puertas y arrasó con todo... Lo he perdido todo", señala con la voz entrecortada aún con el susto en el cuerpo mientras enseña el salón de su casa y las habitaciones. Todo está embarrado: sofás, camas, mesas, bicicletas...

El fallecido pidió ayuda a los vecinos

La peor de las desgracias se producía a apenas unos metros de su vivienda. La fuerte corriente del agua acababa con la vida de Antonio, la víctima mortal que vivía también en la calle San Nicolás. El agua derrumbó parte de la fachada de la casa de este sexagenario y él, que estaba durmiendo en ese momento en el sofá, fue arrastrado por la corriente.

A pesar de los gritos de socorro y de auxilio, nadie pudo salvarle la vida y su cuerpo apareció a cientos de metros del lugar del incidente. "Estaba gritando auxilio, socorro, que me ahogo", cuentan los vecinos que fueron testigos de su desaparición entre el agua.

Rosario García tuvo más suerte. Esta vecina tuvo que salir "a nado" junto a su hija de 19 años dentro del propio patio de su casa para tratar de alcanzar el trastero, a donde el nivel del agua todavía no había llegado: "La fuerza del agua rompió la puerta corredera del patio y entró todo hacia dentro. Mi coche es uno de los que la corriente se ha llevado y estamos a la espera de que el Consorcio nos diga qué hacer y si podemos sacar las cosas", admite angustiada.

"Se sabía que iba a pasar"

Muchos de los vecinos, además, afirman que esta situación podía darse de un momento a otro. Lamentan que es frecuente con el paso de la rambla quede obstruido por las basuras y enseres que algunos tiran. "Esto se sabía que iba a pasar. Ha habido amagos estos años, pero no había llegado a este punto", denuncia Juan Diego Navarro, quien tuvo la valentía de acudir a la casa de su suegra para rescatarla.

Junto a ella, también logró salvar a la abuela y a la tía de su pareja. Fuentes del Ayuntamiento de Murcia afirman que la rambla fue acondicionada y limpiada este pasado sábado tras darse a conocer el aviso de la Aemet del riesgo de tormentas en Murcia.

"Si tardamos dos minutos más, el agua nos traga. Era la rambla entera contra mi casa". Isabel Martínez logró salir de su vivienda junto a su hermana y sus padres después de que el agua "reventase" la pared de su casa. "Durante la tormenta, en un primer momento nos mantuvimos dentro de la casa, pero cuando oí el estruendo de la pared supimos que había reventado. El agua se coló en la cocina y en el comedor y tuvimos que salir corriendo, pero no podíamos abrir la puerta, aunque por suerte finalmente logramos salir", indica.