Investigación de altura internacional, un ecosistema empresarial digital que acompañe, una estrategia autonómica común y capacidad de diversificación territorial, además de un entorno jurídico de reflexión ética son parámetros que determinarán, junto a la evidente decisión política, dónde se ubicará la sede de la primera Agencia de seguimiento de la Inteligencia Artificial, para lo que  figuran bien posicionadas Alicante, Granada y Santiago.

Así lo valoran expertos en inteligencia artificial y computación reunidos este martes en Alicante, en el entorno de Torre Juana, para abordar junto a los catedráticos Andrés Pedreño y Manuel Palomar, y la directora de la Fundación Ellis, red europea de investigación en inteligencia artificial con una de las sedes en el parque científico de la UA, Nuria Oliver, el abanico de oportunidades que pueden aportar las tecnologías de la lengua para la sociedad.

Invitados por Palomar, director a su vez del Cenid, el Centro de Inteligencia Digital en Alicante, los expertos coinciden en la importancia de que la de España sea la primera agencia estatal en toda Europa, por lo que abrirá un camino por conocer.

Salvaguarda

“Es la primera que se pondrá en marcha en Europa y lo que espero es que la normativa y protocolos de salvaguarda de los datos, que son muy sensibles, resuelvan que el acceso a los mismos sea seguro”, destaca el doctor en Ingeniería Informática y director del Centro Vasco de Investigación en tecnologías de Lenguaje, German Rigau.

Alerta de que la necesaria regulación desde la futura agencia de inteligencia artificial puede implicar a su vez cierto freno a la investigación, pero admite que hace falta resolver situaciones complicadas de simulación de voces, de modelos de imagen superpuestos o para extraer información útil pero muy sensible a nivel médico también.

"Cualquier elección de las tres será buena porque el nivel es muy alto"

German Rigau - Director Centro Vasco de Investigación en Tecnologías del Lenguaje

“Los mimbres están y la agencia puede desatascar estos nudos gordianos e impulsar una tecnología que ya está y que junto a los expertos que también tenemos, atraigan a su vez a muchos más. Cualquier elección será buena porque el nivel es muy alto”, asegura al tiempo que concreta que tanto Alicante como Santiago y Granada “podrían hacerlo tan estupendamente como sea posible”, partiendo de que los tecnólogos “no somos expertos en leyes, y hay que regularlo”.

Impacto

El director general del comisionado de la UE en economía de la lengua, Manuel González, apunta que la sede se determinará por criterios no solo funcionales como el ecosistema empresarial y la experiencia en investigación, sino por el entorno jurídico de reflexión ética y la capacidad de distribución territorial, porque tras la sede se determinarán funciones como la revisión, la evaluación, la supervisión, el control de sesgos, el análisis de algoritmos antes de ser difundidos y la regulación del impacto social desde el punto de vista tecnológico, de forma que igual que como consumidores de alimentos contamos con garantías de calidad, con la inteligencia artificial suceda tres cuartos de lo mismo frente a algoritmos que pueden generar adicciones y teniendo en cuenta que hay comunidades más vulnerables. “La Agencia prevendrá el impacto de los datos”, subraya.

"De la inteligencia artificial se pueden beneficiar todos los sectores, salud, educación, automoción, agricultura y un largo etcétera"

Senén Barro - Director científico Centro singular de tecnologías inteligentes, Santiago de Compostela

El director científico del Citius, centro singular de investigación en tecnologías inteligentes de la Universidad de Santiago, Senén Barro, pese a postularse por la sede gallega para la futura agencia estatal, admite que también Alicante y Granada cuentan con comunidades comprometidas con un desarrollo responsable de la tecnología y una estrategia autonómica propia, además de la capacidad formativa e investigadora. “Son muy buenas candidatas aunque las bases estén sin publicar por lo que el proceso no se ha abierto formalmente. Y hay que pensar que de la inteligencia artificial se pueden beneficiar todos los sectores, salud, educación, automoción, agricultura y un largo etcétera, no solo las TIC”.

"El 55% de la inteligencia artificial que desarrollamos en España es del ámbito del procesamiento del lenguaje"

Alfonso Ureña - residente Sociedad española para el Procesamiento del lenguaje natural

El presidente de la Sociedad Española para el Procesamiento del Lenguaje Natural e investigador en tecnologías del lenguaje humano, Alfonso Ureña, ansía la regulación ética y normativa de la inteligencia artificial porque vamos a asistir a una “explosión y revolución total de las tecnologías”. Destaca el nivel de este país con investigadores de primer orden y cifra en hasta el 55% la inteligencia artificial que desarrolla el campo del lenguaje natural. “Contar con la agencia dará más visibilidad a este desarrollo. Estamos preparados, con recursos podremos aprovecharlo y que la inteligencia artificial aplicada a las empresas llegue a toda la sociedad”.

A la investigadora Marta Villegas, del Centro nacional de Supercomputación de Barcelona, le preocupa la ética, por lo que urge una agencia. "Es delicado dejar en manos de sistemas de inteligencia artificial ciertas capacidades de decisión o de soporte de toma de decisiones", advierte. Palomar concluye con el papel central que juega Alicante en la apuesta por la agencia estatal. El catedrático suma el nivel científico “relevante a nivel internacional”, el amplio ecosistema digital y la colaboración entre instituciones y entidades junto a la experiencia de la EUIPO “que también marca la regulación”.