La familia Masaveu refuerza y amplifica su alianza con el Museo de Bellas Artes de Asturias. Pocas semanas después de clausurar la exposición "Marina Abramovic. Retrato y performance en la colección fundación María Cristina Masaveu Peterson", la gran pinacoteca regional inauguró ayer "Colección Masaveu: objeto y naturaleza. Bodegones y floreros de los siglos XVII-XVIII", llamada a ser "la gran exposición del otoño, y no solo en Asturias: a nivel nacional", tal y como coincidieron en definirla el director del Bellas Artes, Alfonso Palacio, y la consejera de Cultura y presidenta del patronato del museo asturiano, Berta Piñán.
Una primera versión de la muestra pudo verse ya en Sevilla la pasada primavera. Pero, tal y como explicó el comisario, Ángel Aterido, la que se verá en Asturias es una reformulación mucho más completa. Primero, porque la Fundación María Cristina Masaveu Peterson ha incorporado al catálogo dos obras importantes que no se pudieron ver en Sevilla: "Bodegón con floreros y cesta de guisantes y cerezas", pintada en 1621 por Juan van der Hamen y recientemente adquirida por la Fundación, y "Bodegón con alcachofas, florero de cristal y cesta de frutas", de Bernardo Polo y fechada hacia 1660.Y segundo, porque el recorrido expositivo se ha completado con otras once obras propias del Museo de Bellas Artes, pero que se incorporaron a los fondos de la gran pinacoteca regional en 1994, como parte de las 410 obras de la Colección Pedro Masaveu Peterson que se entregaron al museo, bajo la fórmula de la dación, por expreso deseo de María Cristina Masaveu Peterson.
"Esta magnífica exposición es también un reencuentro artístico", celebró Alfonso Palacio, en una presentación a la que no faltaron Fernando Masaveu, presidente de la Fundación María Cristina Masaveu Peterson, y Carolina Compostizo, directora de la Fundación. En nombre de la entidad intervino en el acto, no obstante, el secretario, Álvaro Sánchez, quien destacó la sólida relación entre la Fundación y el gran museo asturiano, cuya sintonía ha propiciado esa reunión de 48 obras de 15 autores distintos que permite trazar un privilegiado recorrido por la época de esplendor del género pictórico de la naturaleza muerta en España.
Además de los citados Polo y Van der Hamen, en la muestra se reúnen obras de autores con una gran producción de bodegones como Alejandro de Loarte, Juan de Arellano o Luis Meléndez, pero también rarezas como el único bodegón de la producción de Juan Bautista de Espinosa o una obra de Juan de Zurbarán, autor de producción escasa debido a su prematura muerte.
La exposición, que se ha instalado en la planta -1 del edificio de la ampliación, se podrá visitar hasta el 8 de enero. "Será una primavera en otoño", señaló Ángel Aterido, en alusión a la proliferación de flores y frutos que se reproducen en los cuadros.
Al final del acto, la consejera de Cultura, Berta Piñán, mostró su satisfacción por la próxima transferencia de los fondos necesarios para acometer la segunda fase de la ampliación, que el Ministerio de Turismo se comprometió a entregar este mes, aunque mantuvo la cautela en relación a los posibles plazos de licitación y ejecución de las obras.
