La magia de la solidaridad y el compromiso se hizo presente en la entrega del premio «Asturiano del mes» de LA NUEVA ESPAÑA al cineasta Paco Arango por su labor al frente de la Fundación Aladina, nacida para ayudar a los niños enfermos de cáncer. Arango, hijo del fallecido empresario y mecenas asturmexicano Plácido Arango, se mostró entusiasmado, agradecido y conmovido por una distinción con una importante carga sentimental por los orígenes asturianos del premiado.

Entre los méritos contraídos por Arango, que creó la Fundación hace más de tres lustros, y que detalló la subdirectora general de LA NUEVA ESPAÑA, Ángeles Rivero, a la que acompañó en el acto Gonzalo Martínez Peón, director del diario, figuraba la creación en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) del primer autocovid pediátrico de España, en los momentos más dramáticos de la pandemia. La distinción fue concedida en octubre de 2020, pero las restricciones por el covid y la apretada agenda del director de películas con fines benéficos como «Lo que de verdad importa» dificultaron la entrega del galardón, que tuvo lugar en la sede de Prensa Ibérica en Madrid.

Arango recibió los atributos del premio con el entusiasmo contagioso que pone en todo lo que hace: la estela de Legazpi, la reproducción de una primera página del periódico que hace referencia al galardón y, entre risas, la caricatura del dibujante Pablo García. «Me gusta mucho, hombre, me veo un poco más calvo, que ya lo llevo mal, pero aparte de eso me reconozco, está muy bien, muy graciosa. No me lo esperaba. El tipo tiene una gran pluma, ¡me caló!». La estela de Legazpi es un obsequio «maravilloso, lo pondré en casa, en mi escritorio».

«Al haber nacido en México», dijo, «busco mis raíces siempre, y es muy emocionante recibir este premio tan entrañable con estos obsequios, que no pude recoger en su día por el covid y todo lo que estaba pasando. ¡Así que es como si lo recibiera dos veces!»

Gonzalo Martínez Peón, Paco Arango y Ángeles Rivero. | David Castro

Un «momento fantástico», y más si cabe «al conocer las motivaciones, el porqué. Un grato recuerdo para mucho tiempo».

«Es un orgullo que estrecha aún más mis lazos con Asturias, la tierra que tanto amaba mi padre, y que me anima a seguir así. Aladina está haciendo muchas cosas allí y yo quiero plantar bandera». Arango lleva tiempo buscando casa asturiana: «Es gracioso porque cada vez que lo digo en entrevistas me llueven ofertas, pero es que no acabo de encontrar lo que busco. A mi padre, que en paz descanse, le hacía mucha ilusión que tuviéramos algo allí y lo haré, Dios lo quiera pronto».

La colaboración con el HUCA es constante: «Hemos decorado toda la zona de Pediatría, estamos acabando ahora con la UCI, algo muy especial. Y buscamos nuevas fórmulas de colaborar. Siempre hay necesidades. Es lo bueno de Aladina: recibimos la carta de los Reyes Magos y vamos al ataque, así que seguro que saldrá algo pronto».

El próximo año, verá la luz «Mi otro Jon», nueva película benéfica: «La gente tiene que entender que en el cine hay un parto creativo brutal primero, y luego llega otro de edición, posproducción... Tiene muy buena pinta, estoy entusiasmado. Una comedia entrañable. Soy el único loco del mundo que está haciendo cine cuyos beneficios son para los niños».

Carmen Maura está «sensacional», según Arango, «quise mostrar su lado travieso, se lo pasó muy bien, hace muchas locuras. Su alma se adentra dentro de un cuerpo para poder ver el mar. Olivia Molina está espectacular. Y tuve un cameo de Mariano Rajoy muy divertido. Se prestó para poner su pequeño granito de arena porque sabía que era benéfico. Como hacía de él, lo hacía muy bien. Fue muy divertido. Un ser humano con mucho corazón. No me salía tutearlo, me salía ‘Presidente’ todo el tiempo».