La revolución "curvy" que en la primera década de este siglo abanderó la modelo de Nebraska Ashley Graham sigue dando sus frutos. La activista e impulsora del movimiento "body positive", que en 2016 se convirtió en la primera modelo de talla grande en aparecer en la portada de "Sports Illustrated Swimsuit Issue", siempre se ha mostrado orgullosa de utilizar su cuerpo como herramienta para cambiar no solo los cánones impuestos en la industria, sino la vida de muchas personas, para que se amen y luzcan tal cual son.
Gracias a ella, toda una pléyade de modelos con curvas han dejado de ser una rareza y despuntan con poderío en pasarelas, campañas y portadas de revista. En España, su embajadora es Lorena Durán. A sus 29 años, la top internacional está de lo más solicitada, gracias a ser la primera modelo con curvas que fichó Victoria’s Secret. Tras comenzar su carrera a los 17 años y ser rechazada por varias firmas por excesivo peso, hoy es la imagen de marcas como Zalando, ASOS, Mango e Intimissimi...
Ahora les toca el turno a ellos, los modelos con curvas. En la sexta edición de la pasarela Curvy Fashion Model, celebrada hace unos días en Tarragona, se ha hecho realidad la incorporación de modelos "curvy" masculinos. Esta vez han sido dos chicos, frente a catorce chicas. Se trata de un sector aún infrarrepresentado, pero que clama por su sitio en la industria de la moda. Son Garikoitz Ontoria, de Vizcaya, y Rafa Molinero, de Córdoba. Ellos también quieren ser parte de la revolución "curvy", "porque no todos estamos cortados por el mismo patrón", aseguran (aunque los de su nicho han de tener al menos 1,85 metros y la talla 44).
Además, llegan a esta profesión justo "en el mejor momento", confirman desde la pasarela y la agencia Miah (con sede en Barcelona y Reus), donde cuentan que hasta el año pasado los chicos no se tomaban muy en serio lo del modelaje. "Pero fuera de España, donde los hombres son más corpulentos, hay mucha demanda, y hemos hecho todo lo posible para que se apuntaran chicos a los castings.
Al ser menos en el sector, estos modelos tienen una singularidad más clara, son más distintos entre ellos, y eso "es un gran punto a favor ahora mismo para ellos, porque van a tener más oportunidades", dicen en la agencia. Con esa promesa en el horizonte, Gari y Rafa, de 31 y 21 años, respectivamente, han comenzado a dar sus primeros pasos. Paralelamente, el primero se acaba de sacar la licencia de maquinista de trenes y el segundo está en el último curso de Enfermería y haciendo prácticas en un hospital.
"Dispuestos a triunfar"
"Conocíamos a Lorena Durán, pero a ningún chico ‘curvy’", cuenta Rafa. "Somos unos novatos, pero estamos dispuestos a triunfar", opina Garikoitz, un chicarrón de 1,93 metros. Algo más menudo pero más corpulento, su compañero cordobés se animó a desfilar porque una amiga modelo le dijo que probara suerte. En el caso del de Bilbao, también fue a través de una amiga que trabaja en Miah. Y porque se siente un tipo atractivo: "Somos igual o más sexis, porque somos más grandes", dice orgulloso.
Dos días antes del desfile recibieron su primera formación, para posar, saber mirar a cámara, caminar con elegancia, cómo colocarse y cómo colocar la espalda. Todo ese material ya forma parte de sus books de modelo. Además, durante la gala les observaron representantes de agencias internacionales, como Deborah Dauchot (Dominique Models), de Bruselas, y Terry Groenen (Inbetween Models), de Ámsterdam. "Todos nos felicitaron", dicen con ilusión.
A partir de ahora ya depende de ellos y de las convocatorias de castings a las que acudan. Las primeras campañas suelen ser en el extranjero. "Estaríamos encantados de trabajar fuera", comparten, sabedores de que sus compañeras "curvy" lo tienen más fácil porque "las mujeres están más interesadas en este mundo", opina Rafa Molinero. Garikoitz Ontoria cree que "ya se empieza a ver más variedad de chicos, no solo el típico delgadito, en las páginas de las marcas más populares".
