A Olvido García Valdés le cogió por sorpresa lo de ganar el XXXI Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana. La asturiana, natural de Santianes de Pravia (1950), se encontraba en Úbeda, disfrutando del menú del día que en ese momento ofrecía el bar de debajo de su apartamento en el municipio jienense. Aquella llamada en pleno almuerzo provocó que “casi se atragantara”. Lo cuenta en petit comité, entre los frescos que adornan la Cámara de la Infanta Isabel, una de las tantas salas que componen el Palacio Real en Madrid. Allí tenía lugar la presentación de su antología poética, “La Caída de Ícaro”, editada por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca como parte del premio Reina Sofía. Meses después de esa llamada, en el momento presente, García Valdés, admite que “es difícil sentirlo en primera persona”, además de expresar la emoción y la gratitud que supone dicho galardón.
Junto a la poeta praviana estuvo en el Palacio Real, su antóloga, Amelia Gamoneda, catedrática de la Universidad de Salamanca, encargada de la introducción y edición de este recorrido por las siete obras que componen la bibliografía de Olvido García Valdés. El título del libro, señala ingeniosamente Gamoneda, confluye con el ambiente en el que se la presenta, entre frescos y pinturas en gran parte mitológicas. A ambas les acompañaron la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, y el rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero.
La catedrática cuenta que crear la antología de Valdés supuso un trabajo “delicado y puntilloso”. El proceso lo llevaron a cabo de manera muy estrecha y supuso “una aventura apasionante” para Gamoneda. Por un lado, Olvido García se encargó de seleccionar los poemas y por otro, la editora, hija del Premio Cervantes, Antonio Gamoneda, realizó la lectura para tratar los poemas como un libro unitario y “crear esa red de conexiones”, en palabras de la antóloga. Así le gusta concebir su poesía a Valdés, como una unidad de poema que, después de haber trazado una compleja red entre cada uno, toma la forma de un libro. Así ha sido construida y finalmente concebida su antología: “Siento esa sucesión de libros casi como un solo libro”, cuenta la poeta.
El recorrido que muestra “La caída de Ícaro” toma como modelo una antología publicada en 2005 por la Universidad de Oviedo como parte de “Papeles del Aula Magna” que llevaba por nombre “La poesía, ese cuerpo extraño”. Aquella obra publicada hace 17 años fue planteada de la misma forma que esta. “La lectora se sumerge en un terreno de creación más cercano al presente y después da un salto hacia los primeros libros y sigue un plano cronológico hacia la mitología, hasta el último libro”. De “Confía en la Gracia”, último libro de García Valdés, son los poemas que cierran esta antología. Gamoneda, antes trabajar junto a García Valdés, había publicado en 2016 “Del Animal Poema. Olvido García-Valdés y la poética de lo vivido”, conduciendo sus textos hacia un lugar “poco esperable”, en palabras de la poeta.
Dos han sido las palabras que Amelia Gamoneda ha escogido para hablar de los modos de relación que la poesía de la asturiana tiene con el mundo: la extrañeza y la analogía, un par de contrarios que se reúnen en su obra. “Esa extrañeza por el conocimiento del hombre de que tiene que morir y la analogía por un acercamiento al otro”, explica la antóloga. La visión poética de Olvido García Valdés es biológica, tanto en el mundo vivo como en el poema. “No todo el mundo tiene esa capacidad para leerse a uno mismo”, afirma Gamoneda.
Olvido García Valdés es la octava mujer en ganar el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y la primera asturiana en conseguirlo. La sucedió otra compañera, Ana Luisa Amaral, fallecida el pasado agosto y que ha sido muy recordada por los presentes. “Eso es lo que somos, es algo que en algún momento nos ocurre a todos, pero que impresiona profundamente”, ha expresado la poeta.
