Un viaje inmersivo a la obra y la vida de Van Gogh

Una visita de una hora que se queda escasa: el visitante se sumerge en la vida de Vincent Van Gogh, se integra, literalmente, en sus cuadros, puede incluso pintar, observa en una sala interactiva todas sus obras y se hace una cabal idea de su trayectoria artística y vital. "Impacta mucho y es algo especial, la parte inmersiva y virtual, en la que te vas metido en un cuadro para conocer el arte y disfrutar de las sensaciones, es único", destaca Manuela Blanco, gijonesa, una de las casi 800 personas que se pasaron por Laboral Centro de Arte para disfrutar del estreno "El mundo de Van Gogh", un viaje sensorial único al universo del pintor holandés en el que arte, música y tecnología se funden para crear un entorno inmersivo con un fuerte poder didáctico.

"Es muy curioso que al final vas a ver una exposición de cuadros de van Gogh, en la que no hay cuadros de Van Gogh, pero sí un planteamiento que nos parece muy novedoso y chulo", relatan Lorena Suárez y Carlos de Bustos, de Carreño y Avilés.

"La que tiene en Ámsterdam es una pasada, uno de los museos que posiblemente más me han gustado, y nunca habíamos visto una inmersiva como esta, que no desmerece nada", añaden.

Uno de los puntos más interesantes del recorrido es aquél en que las obras del artista se vuelven tridimensionales gracias a un sistema multipantalla con más de 40 proyectores. "Soy una forofa de Van Gogh, y esa experiencia, en la que puedes ver sus obras, que te dan dulzura y delicadeza, nos gustó mucho", cuentan María Luis Menéndez y Dolores Perea, vecinas de La Calzada.

"Nada más que vengan mis nietas de Cádiz las traeré aquí. Lástima que no se promocione más para que lo descubra todo el mundo", añade la segunda de ellas.

La muestra se sitúa en Laboral Centro de Arte, con visitas cada hora entre las 9.00 y las 19.30 horas. Los espectadores pueden hacerse una foto de recuerdo con los cuadros "Terraza de café por la noche" y "El dormitorio de Arlès".

"Sorprende todo lo que se puede hacer", coinciden Bárbara Canteli y Olvido Herrero, de Laviana y Mieres. "Profundizas más en la obra al ser más interactiva. Y también sirve para descubrir Laboral, que no es un museo, sino un centro de experimentación", enfatiza Herrero.

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