Borrasca Efraín

Más de 200 personas rescatadas del agua en dos municipios de Badajoz

Las pedanías pacenses de Valdebótoa y Gévora han sido rescatados con barcas porque el agua ha llegado a superar el metro de altura

Los vecinos evacuados en Badajoz han pasado la noche en vela y pendientes del cielo

Agencia Atlas / Foto: SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Roberto López

La Guardia Civil, Cruz Roja y Policía Nacional de Badajoz han estado trabajando durante buena parte del día para ayudar a las personas que se han visto sorprendidas por las crecidas de los ríos Zapatón y Gévora a causa de las lluvias y del agua que suelta el pantano de Villar del Rey. Los que más lo han sufrido han sido los vecinos de las casas aisladas de las pedanías pacenses de Valdebótoa y Gévoramás de 200 han tenido que ser evacuados, incluso algunos rescatados con barcas, porque el agua ha llegado a superar el metro de altura.

La situación se ha ido complicando conformen ha avanzado el día porque algunas de las carreteras de la zona han quedado sumergidas. En este sentido, las de entrada a Gévora por los otros poblados como Sagrajas y Novelda o desde Badajoz, se han tenido que cortar al tráfico. Por la tarde, los policías se han colocado en la rotonda del semillero de empresas de la carretera de Cáceres impidiendo el paso y advirtiendo a los conductores que iban en esa dirección. Un poco más adelante, la rotonda que hay justo después del cruce con la autovía A-5, también estaba ocupada por la Guardia Civil y la Policía Local y, desde ahí, no se podía avanzar más. Allí se desviaban a los vehículos para la autovía o de vuelta para la ciudad.

Carretera de Cáceres, uno de los accesos a Gévora, cortada porque el agua la ha sobrepasado.

Carretera de Cáceres, uno de los accesos a Gévora, cortada porque el agua la ha sobrepasado. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

La Benemérita ha explicado que los trabajos por la mañana se centraron en el municipio de La Roca de la Sierra y por la tarde en Gévora, que había quedado cercada por el agua y no había manera de entrar ni salir. Por suerte no ha habido que lamentar víctimas gracias a los rescates que se han hecho con las zodiacs.

Pedro Traver ha sido una de las personas desalojada de una de las casas aisladas de Gévora, así se llama esa zona que está a las afueras del pueblo. Según ha relatado, desde las 11.00 empezó a subir el agua y a las 14.00 ya estaba todo desbordado. Han intentado tapar las puertas sin pensar que iba a coger esa altura: «Esto no se ha visto en la vida, en mi casa nunca ha entrado».

Pedro Traver (derecha) delante de su casa, con más de un metro de altura de agua.

Pedro Traver (derecha) delante de su casa, con más de un metro de altura de agua. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Pedro Traver (derecha) delante de su casa, con más de un metro de altura de agua. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Este agricultor ha visto como toda la maquinaria que tiene se ha mojado y ha destacado que, aunque no hay muchos cultivos en esta época, los perennes habrán sufrido los daños. Ahora le tocará irse a casa de su suegra o de su hermano y esperar a que el seguro se haga cargo.

Traver ha achacado el problema a la mala gestión de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) con el pantano de Villar del Rey, que está lleno y «todo el agua que tiene la está escupiendo». A su juicio, sabiendo las previsiones de lluvias que había tendrían que haber desembalsado antes.

En el mismo sentido se ha expresado Javier Traver, quien ha detallado que en estas fechas habría que mantenerlo al 50% de la capacidad para que no ocurran estas «desgracias». «Las casas aisladas se han ahogado y Valdebótoa está a punto», ha recalcado. Ha recordado que la crecida más grande se produjo en abril de 1985 pero el agua solo llegó al borde de la pista y ahora la ha sobrepasado con creces. Traver considera que con el paso de los años los ríos se abandonan, se hacen obras que impiden el paso del agua y todo eso influye en las inundaciones.

Desde por la mañana han estado desalojando la maquinaria y ayudando a los vecinos a sacar a los animales, los vehículos y los bienes posibles. Sin embargo, pronto se tuvieron que salir de las casas porque en apenas una hora el agua subió casi un metro. Él tiene a su mujer, a su hija y a su padre en Gévora pero le han transmitido que están tranquilos porque no les alcanzará el nivel de los ríos por la altura que tiene la pedanía.

Puente de piedra sobre el río Gévora cubierto casi por completo.

Puente de piedra sobre el río Gévora cubierto casi por completo. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Puente de piedra sobre el río Gévora cubierto casi por completo. SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

El polideportivo se había habilitado para acoger a las personas que habían sido evacuadas y rescatadas de las casas aisladas y se había pedido colaboración a los ciudadanos para que llevaran ropa seca y comida. Según ha tenido constancia este periódico, dos agentes de la Policía Local y algunos compañeros de los medios de comunicación que estaban trabajando en la pedanía se han quedado allí atrapados.

Corte del Puente de la Autonomía y la carretera de Cáceres

Por la tarde, en la capital pacense se ha cortado al tráfico el Puente de Autonomía y la carretera de Cáceres. El ayuntamiento rogaba evitar los desplazamientos y realizar los imprescindibles con el fin de no colapsar los puentes y facilitar el trabajo a los vehículos de emergencia. Asimismo, por la mañana emitió un comunicado con las medidas y recomendaciones tras la activación del Plan de Emergencias. En ella se ha confirmado el cierre de parques y jardines y las instalaciones al aire libre de la FMD, el aviso de la Policía Local a los vecinos de las zonas de riesgo o que la población evite las zonas de arboledas, entre otros.

Los vecinos que trabajan en Badajoz y han intentado volver a sus casas al mediodía se han encontrado con que no podían acceder y estaban esperando en la rotonda de la cantina para ver como evolucionaba la situación. Ángel Araujo era uno de ellos, que llevaba más de tres horas allí y que, por lo que le dijo la Guardia Civil, hasta por la noche como poco seguiría así. «Me tendré que quedar en Badajoz en casa de familiares o a ver como lo hacemos», ha agregado.

Feliciano Guerra y Ángel Araujo esperando en la rotonda que la Guardia Civil había cortado.

Feliciano Guerra y Ángel Araujo esperando en la rotonda que la Guardia Civil había cortado. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

Araujo ha resaltado el «destrozo» que va a suponer esto para los cultivos y las empresas también, sobre todo para los bares y restaurantes que ahora tenían las cenas y comida de Navidad y que no sabe si podrán recuperar el negocio.

Feliciano Guerra ha manifestado que una de las posibilidades que tenía era dejar el coche en una zona cercana donde estuviera seguro y subirse al pueblo por las antiguas vías del tren. «Es muy peligroso pero es la única opción para llegar al pueblo», ha añadido. En sus 35 años nunca había visto algo así pero se ha alegrado de que sus familiares estaban bien.

Por su parte, a Jesús González, que tiene un terreno donde las casas aisladas, le llamaron sobre las 13.30 y se fue del trabajo casi sin avisar para sacar a los animales, a los que subieron al doblado y llevaron a las pistas que hay detrás de las casas. Su padre y su tío seguían en una de las edificaciones donde no había llegado aún el agua y no lo querían abandonar.

Otra de las vecinas comentaba que las casas aisladas de Gévora se habían perdido y que a las familias las ubicarán en el polideportivo pero que no sabía si cabrían todos. También indicó que, según les habían comentado, era probable que desalojaran Valdebótoa entero porque no paraba de llover.