"El Mesías" vuelve a Oviedo por Navidad entre aplausos y con un auditorio lleno

La OSPA, el Coro de la Fundación Princesa de Asturias y cuatro solistas hacen vibrar al público ovetense en la recuperación del concierto

El tenor Manuel Gómez Ruiz, con la OSPA y el Coro de la Fundación Princesa de Asturias, durante el concierto. | Miki López

El tenor Manuel Gómez Ruiz, con la OSPA y el Coro de la Fundación Princesa de Asturias, durante el concierto. | Miki López / J. Mallada

Jonathan Mallada Álvarez

Jonathan Mallada Álvarez

Al célebre "Hallelujah" compuesto por Haendel en 1741 para su oratorio "El Mesías", sin duda el número más popular de toda la obra, siguió un breve pero impactante tiempo de silencio, hasta que el púbico estalló en aplausos. Esta fue la síntesis perfecta del concierto ofrecido anoche por el coro de la Fundación Princesa de Asturias, la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), y cuatro solistas de altura: Alicia Amo (soprano), Lucía Caihuela (mezzosoprano), Manuel Gómez Ruiz (tenor) y Ferran Albrich (barítono). Todos ellos bajo la batuta de Miguel Romea, en la sala principal del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo.

El público del Auditorio, instantes antes del inicio del concierto. | Miki López

El público del Auditorio, instantes antes del inicio del concierto. | Miki López / J. Mallada

Los melómanos ovetenses esperaban ansiosos esta cita. No es de extrañar, por tanto, el escaso tiempo que las entradas permanecieron a la venta en las taquillas, pues en Oviedo, del mismo modo que no hay San Mateo sin bollu preñau, no hay Navidad sin "Mesías". Esta, junto con el concierto de los Premios "Princesa de Asturias", es la prueba de fuego del coro: una obra que dominan como pocas agrupaciones gracias a sus múltiples ejecuciones que se dilatan ya varias décadas en el tiempo.

Tras el parón que supuso, especialmente para la formación dirigida por José Esteban García Miranda, la pandemia, dos años después, se retomaba la normalidad. Tanto es así que la sala principal del Auditorio Príncipe Felipe presentaba un aspecto inmejorable, a pesar de que a escasos quinientos metros, en el teatro Campoamor, se llevaba a cabo la gala lírica de José Bros y Beatriz Díaz.

Y las expectativas no defraudaron. Durante algo más de dos horas, todos los participantes desplegaron su mejor hacer para rubricar una velada musical mágica que no se quisieron perder diversas personalidades como el edil de turismo, Alfredo García Quintana, o el rector de la Universidad, Ignacio Villaverde.

En el aspecto musical, el coro de la Fundación y la soprano Alicia Amo fueron los grandes triunfadores de la velada. La agrupación coral demostró su solvencia habitual en las agilidades y un equilibrio que propició un empaste apropiado y una sonoridad compacta y atractiva. Y Amo encandiló a los melómanos ovetenses con su dominio vocal. Su técnica y su timbre cálido y carnoso fue el contrapunto perfecto a la voz de Lucía Caihuela. La madrileña, de menos a más durante el concierto, se mostró muy sólida en los registros medio y agudo, sirviéndose de su experiencia en este tipo de repertorio para ornamentar sus arias.

Por su parte, el barítono Ferran Albrich, si bien adoleció de mayor cuerpo en los graves, no tuvo problemas para sacar adelante, con cierta brillantez sus números. La nota discordante vino de la mano del tenor Manuel Gómez Ruiz, optando por unos fraseos cuestionables y una emisión demasiado potente, sin acierto.

Sin embargo, este hecho no empañó la agradable velada musical y el público, agradecido, tributó aplausos a una OSPA notable durante todo el concierto, al maestro Romea, los solistas y, en especial, al coro.

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