Entrevista | Victoria Sanz-Moreno Catedrática de Biología Celular del Cáncer en la Universidad Queen Mary de Londres

"El melanoma es un tipo de cáncer agresivo y lo que aprendemos con él se puede aplicar a otros"

"Hemos hecho hallazgos que arrojan luz sobre un mecanismo de progresión del cáncer de piel y pueden abrir camino a nuevas terapias"

Victoria Sanz-Moreno. /  | ÁNGEL GONZÁLEZ

Victoria Sanz-Moreno. / | ÁNGEL GONZÁLEZ / A. Rubiera

A. Rubiera

A. Rubiera

Victoria Sanz-Moreno se licenció en Bioquímica en la Universidad de Oviedo y se doctoró en la Universidad de Cantabria. Su padre, Alfredo Sanz Medel, catedrático de Química Analítica, fue uno de los mayores activos de la investigación en la Universidad de Oviedo y su hija sigue su senda, aunque en su caso en Inglaterra, país en el que lleva desde 2005.

En Londres comenzó su etapa postdoctoral y desde 2018 Sanz-Moreno es catedrática de Biología Celular del Cáncer en Barts Cancer Institute (de la Universidad Queen Mary de Londres). Hace cálculos y dice que hace 25 años que está enfocada "en entender la biología molecular y celular del cáncer". A principios de año la revista Nature Cell Biology publicaba su última aportación, en este caso sobre el melanoma, por un trabajo que codirigió y que identifica una proteína que ayuda al cáncer de piel a extenderse por el organismo.

–¿Cómo daría una explicación didáctica de los resultados de esta última investigación que ha publicado?

–El estudio se ha realizado como una colaboración entre mi laboratorio y el de el doctor Jeremy Carlton en King’s College London y en el Instituto Francis Crick de Londres. En este trabajo modelamos el comportamiento de células de melanoma agresivas que pueden cambiar la forma de su núcleo para superar las limitaciones físicas que encuentran cuando atraviesan los tejidos. Encontramos que estas células agresivas tienen altos niveles de la proteína LAP1 y que los niveles elevados de esta proteína están relacionados con un mal pronóstico en pacientes con melanoma.

–Por la metástasis.

–El melanoma es un tipo de cáncer de piel que puede diseminarse a otros órganos del cuerpo. La propagación del cáncer o metástasis es la principal causa de muertes relacionadas con el cáncer. Los mecanismos por los que se produce la metástasis son poco conocidos. Los hallazgos de nuestro estudio arrojan nueva luz sobre un mecanismo de progresión del melanoma y podrían abrir camino a nuevas formas de atacar la propagación del melanoma y posiblemente otros tumores agresivos.

–¿Qué es lo más novedoso que aporta este nuevo estudio?

–Comparamos células de melanoma agresivas y menos agresivas en experimentos de laboratorio que miden la capacidad de migrar a través de poros en una membrana artificial más pequeña que el tamaño de su núcleo. Las células agresivas procedían de la metástasis en un paciente con melanoma, ylas células menos agresivas procedían del tumor original o "primario" del mismo pacien te. Durante la metástasis, las células cancerosas deben separarse del tumor primario, viajar a otra parte del cuerpo y comenzar a crecer allí. Sin embargo, el entorno denso de un tumor hace que esto sea físicamente difícil. Por otro lado, las células contienen una estructura grande y rígida llamada núcleo que almacena la información genética de la célula, pero que también restringe la capacidad de una célula para moverse a través de espacios reducidos en el entorno del tumor. Para que las células cancerosas pasen por estos espacios reducidos, necesitan un núcleo maleable. Observamos que las células agresivas podían moverse a través de poros pequeños con mayor eficacia que las menos agresivas, gracias a que son capaces d formar protuberancias en el borde de su núcleo llamadas "ampollas" o "vejigas" (blebs en inglés). Los análisis genéticos de las células de melanoma revelaron que las células agresivas contenían niveles más altos de la proteína LAP1, que se encuentra dentro de la membrana que rodea el núcleo, la llamada envoltura nuclear.

–¿A qué deberían llevar estas nuevas revelaciones?

–La envoltura nuclear está unida al núcleo subyacente y nuestras investigaciones, en colaboración con el doctor Carlton, muestran que la proteína LAP1 afloja esta atadura, lo que permite que la envoltura nuclear sobresalga y forme estas vesículas que hacen que el núcleo sea más fluido. Como resultado, las células cancerosas podrían atravesar espacios que normalmente las detendrían. Cuando reducimos la producción de la proteína LAP1 en células agresivas, observamos que eran menos capaces de formar vesículas de envoltura nuclear y menos capaces de atravesar poros. También observamos que, en muestras de pacientes de melanoma, los niveles de LAP1 son más altos en muestras de tejido tomadas de metástasis en comparación con los niveles encontrados en tumores primarios. Los pacientes que tienen altos niveles de LAP1 en las células alrededor del borde del tumor primario tenían un cáncer más agresivo y con peor pronóstico, lo que sugiere que la proteína podría usarse para identificar subpoblaciones de pacientes con mayor riesgo de enfermedad agresiva.

–¿Son hallazgos que pueden tener una aplicación práctica, en cuanto a tratamientos de pacientes, factible a corto plazo? ¿O son investigaciones que abren vías pero para seguir trabajando a largo plazo?

–El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo y mortal. Hemos obtenido una nueva comprensión a nivel molecular sobre cómo LAP1 contribuye a la progresión del melanoma y hemos demostrado que LAP1 es clave para la agresividad del melanoma en modelos de laboratorio y en pacientes. Como LAP1 se expresa en niveles tan altos en las células metastásicas, interferir con esta maquinaria molecular podría tener un gran impacto en la propagación del cáncer. Actualmente no hay medicamentos que se dirijan directamente a LAP1, por lo que en el futuro nos gustaría investigar formas de bloquear LAP1 y la formación de ampollas en la envoltura nuclear y así detener la progresión del melanoma.

–¿En qué momento están el tratamiento del melanoma y cuánto ha mejorado su pronóstico en los últimos años? ¿Es un tipo de tumor “agradecido” de los tratamientos?

–El melanoma hoy en día se puede tratar de varias maneras incluyendo cirugía, terapias dirigidas e inmunoterapia. Todo depende del estadio de melanoma. Desafortunadamente, hay melanomas que no responden a terapia o que se hacen resistentes. En nuestros trabajos anteriores describimos que hay ciertos mecanismos presentes en las células metastásicas que las hacen más resistentes a las terapias actuales. En el futuro nos gustaría investigar si las células resistentes a terapia también utilizan ampollas en la membrana nuclear o LAP1 para diseminarse por el cuerpo en presencia de los tratamientos anti-melanoma.

–¿Le interesa especialmente el melanoma o trabaja con distintos tipos de cáncer?

–Trabajamos mucho en melanoma, pero también en cáncer de mama y de páncreas. Melanoma nos parece muy importante pues es un tipo de cáncer muy agresivo y lo que aprendemos con melanoma se puede aplicar a otros tipos de tumores agresivos. Podemos ver que hay mecanismos que se conservan entre distintos tipos tumorales y otros que son más específicos.

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