VIOLENCIA MACHISTA

Las grietas en la protección de las víctimas más vulnerables de la violencia machista

El Estado debe abordar con urgencia el reto de mejorar la respuesta que da a estas mujeres maltratadas

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell. / EFE

Violeta Molina Gallardo

Las instituciones implicadas en la lucha contra la violencia de género analizan el repunte de feminicidios de diciembre y enero en busca de grietas, fallos y disfunciones presentes en el sistema de protección a las víctimas: uno de los grandes retos que deben afrontar con urgencia es la respuesta que dan a las mujeres en situación de extrema vulnerabilidad.

Víctimas en situación administrativa irregular, dependientes, enfermas, extranjeras, ancianas, mujeres en situación de drogodependencia, en carencia económica o víctimas que son maltratadas por más de una pareja a lo largo de sus vidas (plurivictimizadas) presentan unas realidades específicas que dificultan su salida de la espiral de maltrato y esto exige desarrollar medidas distintas para protegerlas, para llegar también a tiempo para ellas.

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, ha explicado este miércoles que una de las conclusiones del comité de crisis celebrado el mes pasado para analizar la concentración de once asesinatos machistas en diciembre es que la vulnerabilidad de las víctimas exige nuevas respuestas.

"¿Está el sistema preparado para atender a las mujeres más vulnerables?", se ha preguntado. Entre las asesinadas en las últimas semanas había una mujer con esclerosis múltiple que dependía totalmente de su agresor (María), dos octogenarias (María del Carmen y Carmen), una mujer en situación administrativa irregular, otra con cinco hijos (Irina)...

"¿Tenemos respuesta para ellas?", ¿puede el sistema responder a la extrema vulnerabilidad?, ha reflexionado Rosell.

"De cada asesinato se puede aprender algo", ha asegurado, por eso es tan importante que se analice caso por caso para detectar los "fallos o defectos del sistema" y así "sacar alguna conclusión" constructiva para mejorar la protección de las mujeres.

Este viernes, Interior, Igualdad, Justicia y las comunidades autónomas volverán a reunirse en un comité de crisis para estudiar el repunte de feminicidios en enero.

El Ministerio del Interior ya puso hace meses el foco en las víctimas más vulnerables, en concreto dedicó una instrucción a las que llama víctimas resistentes, que están expuestas a un riesgo elevado de volver a ser agredidas e incluso asesinadas por su maltratador y que, sin embargo, rechazan ayuda policial.

Tras la reunión de los distintos cuerpos policiales para analizar el repunte de feminicidios, fuentes de Interior aseguraron que se está trabajando en la respuesta que se da a las víctimas vulnerables que por distintas razones sociales o económicas "se encuentran en términos de dificultad personal de afrontar la separación o son más dependientes de la relación".

En este sentido, se está estudiando la puesta en marcha de planes de seguridad personalizados para estas mujeres vulnerables por razones de toxicomanía, dependencia, carencia económica, problemas clínicos, etcétera. Para ello, se espera buscar el apoyo de los servicios asistenciales en los distintos territorios.

Máximo histórico de llamadas al 016

La delegada del Gobierno contra la Violencia de Género ha informado del balance de la violencia de género en el año 2022, cuando fueron asesinadas 49 mujeres por sus parejas o exparejas.

Se trata de la segunda cifra más baja de feminicidios registrada en un ejercicio, por detrás de las 48 víctimas mortales de 2021.

Destaca en 2022 el hecho de que en 21 de los 49 casos constaban denuncias previas por maltrato contra el presunto agresor, un 42 %, lo que rompe la tendencia de la serie histórica desde 2003, en la que las denuncias se situaban en el entorno del 20-25 %.

Rosell ha indicado que se está analizando esta situación y ha reconocido que todos los feminicidios interpelan a las instituciones públicas, pero aún más cuando la víctima ha acudido a ellas para pedir ayuda y no ha recibido una protección eficaz.

"La mujer ha hecho lo que le has pedido, ha denunciado, ¿pero ha tenido soporte?", ha enfatizado, para precisar que ese soporte no sólo ha de ser policial y judicial, también psicológico, social, laboral, etcétera.

Los indicadores apuntan a que la violencia de género que permanece oculta (se sitúa en el 70 %) comienza a emerger, por eso se registró un máximo histórico de denuncias y de víctimas en el tercer trimestre de 2022, según datos del Consejo General del Poder Judicial.

Además, según datos de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el pasado año se superaron por primera vez las 100.000 llamadas pertinentes al teléfono 016 de atención a víctimas. En 2022, el servicio recibió 102.391 llamadas. A estas, hay que sumarles 1.499 consultas gestionadas a través del correo electrónico, 6.603 vía Whatsapp y 2.167 por chat online de la web de la Delegación.

Otro máximo histórico es el que se ha alcanzado en la instalación de pulseras de control telemático de agresores, Cometa, que a fecha 31 de diciembre se situó en 3.056, un 16,6 % más que en el mismo mes de 2021, cuando había 2.620 implantadas.

Rosell ha incidido en que cuanto más se visibiliza y se conciencia sobre la violencia de género, más mujeres piden ayuda y denuncian el maltrato.

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El 016 atiende a las víctimas de todas las violencias contra las mujeres. Es un teléfono gratuito y confidencial que presta servicio en 53 idiomas y no deja rastro en la factura. También se ofrece información a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y asesoramiento y atención psicosocial mediante el número de Whatsapp 600 000 016. Además, los menores pueden dirigirse al teléfono de ANAR 900202010.

Las víctimas de maltrato sordas, con discapacidad auditiva, ciegas o sordociegas pueden llamar al 016 con 900 116 016, SVisual, ALBA, Telesor, ATENPRO y la app PorMí. Todos los recursos contra la violencia de género.