"Serán dos años de duro trabajo pero muy ilusionante", afirma el director del Bellas Artes tras dar trámite a la ampliación

La ampliación del Museo de Bellas Artes de Asturias va a dejar de ser una de esas obras siempre pendientes en el calendario de compromisos sin resolver de la región, para ser una realidad en poco tiempo. Tras el anuncio de la Consejería de Cultura de que la licitación de la obra se materializará en solo unas pocas semanas, el director del Bellas Artes no podía estar más satisfecho. "Ese horizonte de empezar las obras en los últimos meses de este año se hace factible», sostiene Alfonso Palacio, para quien el momento es «ilusionante» para un centro de la potencia cultural como es el Museo de Bellas Artes de la región.

Palacio agradece el trabajo de la Consejería de Cultura y la predisposición del propio patronato del Museo, y destaca la labor que han hecho los profesionales de la entidad para ejecutar un traslado «en tiempo y forma» que culminará entre junio y julio, cuando se liberen las oficinas. «Tenemos por delante dos años de duro trabajo y que van a ser una prueba para este equipo, pero estamos preparados para un proceso muy ilusionante», afirma.

La ampliación es «una obra ambiciosa que va a ocupar más de 1.800 metros cuadrados en un edificio anexo al palacio de Velarde y que va a tener un lenguaje que continúa con los materiales y el concepto de la ampliación que se hizo hace más de una década y que por lo tanto es una continuación orgánica de esa parte" que ya entonces firmó el arquitecto Patxi Mangado, autor también de la ampliación, sostienen desde Cultura.

Por su parte, José Luis Costillas, vicepresidente del Patronato y presidente de la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo, destaca que la ampliación será un gran beneficio para la capital y «un impulso más a la manzana de los museos de Oviedo, con el Arqueológico, la Catedral, el Museo de la Iglesia y el Bellas Artes, que la convierte en el principal centro cultural turístico de Asturias».

El proyecto de Mangado que ahora va a ser licitado culminará la primera fase de la ampliación (inaugurada en 2015) y mejorará la comunicación entre los distintos cuerpos de la gran pinacoteca regional. Esa obra, que supone una intervención importante en el corazón del Oviedo más patrimonial, fue aprobado ayer primero por el patronato del Bellas Artes y después por el Pleno del Consejo de Patrimonio Cultural de Asturias.

Las obras, presupuestadas en 5,9 millones de euros, se financiarán con fondos europeos articulados a través del Plan Nacional Turístico Xacobeo. El nuevo inmueble, que se edificará anexo al Palacio de Velarde, contará con 1.838 metros cuadrados construidos que se distribuirán entre dos sótanos, planta baja y tres alturas. Los sótanos conectarán con los del actual edificio de la ampliación y con la sala -1, la dedicada a exposiciones temporales. La planta baja del edificio albergará un salón de actos y la primera planta el taller de restauración de obras. En la segunda planta se localizarán las oficinas y en la tercera, la tienda del museo y la cafetería, que contará con una gran terraza con vistas a la Catedral y el casco antiguo.

Según informó la Consejería de Cultura, «el proyecto aprobado por el Consejo de Patrimonio ha sufrido variaciones respecto a su versión inicial para adaptarse a las necesidades que la apertura y funcionamiento de la primera ampliación ha revelado a lo largo de estos años». Entre las modificaciones destaca la reubicación de la tienda y la cafetería, así como la ampliación del tamaño del montacargas para facilitar el transporte de piezas y materiales. «Ambas modificaciones han supuesto una reordenación de usos y criterios estructurales en todas las plantas», precisa Cultura.

El proyecto, además, permitirá recuperar, en la medida de lo posible, la fachada del palacio de Velarde, que tal y como precisa Cultura fue «tapada en su día con el añadido que ahora será eliminado». Se trata de una ampliación anexa al palacio que fue edificada en los años sesenta del pasado siglo, «que ocultó de manera casi íntegra la fachada norte». «Esta será la parcela que ocupará el nuevo edificio, que liberará un espacio en el lateral del inmueble, generando una calle interior que permita, además de la incorporación de luz natural, poder apreciar las trazas del palacio tal y como fue concebido en su origen», precisa Cultura. 

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