Los comentarios, burlas y bromas; las fotografías sin consentimiento; el acercamiento físico excesivo o contacto físico deliberado que no sean aceptados y generen incomodidad o molestias a las mujeres sobre la que se estén realizando o si estas se encuentran en un estado de falta de consciencia, son situaciones de acoso o de riesgo crítico de violencia sexual ante las que la hostelería asturiana va a tomar partido.
La identificación de esas situaciones de acoso forma parte del protocolo de prevención y actuación frente a la violencia sexual contra las mujeres en espacios de ocio nocturno que han firmado el presidente de la patronal hostelera Otea, José Luis Almeida, y la directora general de Igualdad del Principado de Asturias, Nuria Varela. Un protocolo con el que se pretende formar y orientar al personal de estos locales frente a este tipo de agresiones, además de alinear a todos los profesionales del sector para que se empiece a hacer "expreso pronunciamiento de no tolerar esas acciones". En definitiva, como dice el protocolo, se busca "generar espacios seguros eliminando conductas y comportamientos que generan daño a las mujeres".
La idea es que a partir de ahora los locales de hostelería de Asturias puedan adherirse al protocolo y eso implicará que se ofrezca a todo el personal del ocio nocturno -camareros, jefes de sala, de seguridad, encargados- cursos formativos que se quiere que empiecen en mayo.
Los establecimientos que muestren esa predisposición a trabajar en la prevención contra la violencia sexista dispondrán de distintivos para reconocer su compromisos.
"El protocolo tiene dos pilares: la formación para todo el personal de los locales de ocio nocturno y hacer que todo pivote alrededor del Centro de Crisis para Atención a Víctimas de Agresiones Sexuales. El centro es el referente en el apoyo y acompañamiento a las mujeres y por eso debe ser el gran referente tanto para la derivación como para el acompañamiento", dijo Varela.
El presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida, por su parte, ha calificado la adhesión a este protocolo como un "hito" para el sector que ayudará a trabajar en el objetivo de ayudar a clientela y hacer locales "mejores y más seguros". "Basta ya de violencia sexual", afirmó, asegurando que "no hay excusas ni miramientos con este tipo de actuaciones". Y ha resaltado la importancia de que el personal aprenda cómo ayudar a las victimas atendiendo a las indicaciones expertas de la Dirección General de Igualdad.
Por su parte el vicepresidente de Otea, Javier Martínez, ahondó en que "es una obligación y una responsabilidad por parte de Otea concienciar a todos los hosteleros para que en sus locales no se produzca ningún tipo de violencia sexual. Es algo dramático e importante como para que nos pongamos a ello. Tenemos más de 100 establecimientos de ocio nocturno y daremos información a todos" para que se sumen.
"El protocolo es de prevención y respuesta y la mejor prevención es que todo el personal que sea posible forme parte de esta formación. Que cualquier camarero o camarera de sala, personal de seguridad, las personas encargadas, sepan cómo actuar no solo ante una agresión sino ante una situación de acoso, molestia, inseguridad... saber cómo reaccionar. Primero hay que saber ver esas situaciones de peligro y luego conocer cómo es la forma más eficaz de actuar", reseñó Nuria Varela.
EL PROTOCOLO: LO QUE DICE
-Su objetivo fundamental: es que sirva de referencia al personal de establecimientos de ocio que se adhieran a él para generar un rechazo social frente a la violencia sexual.
-Los principios guía: Siempre se priorizará la atención de la mujer agredida sobre la persecución del delito o del agresor. Un ejemplo: no dejar nunca que se quede sola a no ser que ella lo pida expresamente. Otro ejemplo: darle la información necesaria y el asesoramiento correcto, pero respetando siempre sus decisiones. Otro añadido: Evitar las muestras de complicidad con el agresor, aunque sea para rebajar tensión. Mostrar un rechazo claro e involucrar al entorno del agresor en ese mismo rechazo.
-Los ejes: Serán la actuación de prevención, las instrucciones para detectar una agresión y las instrucciones para la atención a la víctima.
-Ámbito de aplicación: El protocolo se aplica sobre agresores masculinos; y las víctimas pueden ser tanto clientas como trabajadoras del propio local.
-Qué hará el Principado: Cursos de formación sobre prevención, editar materiales para desarrollar la campaña, prestar asesoramiento al personal de los locales, publicar en la página web los locales adheridos y convocar reuniones periódicas para el seguimiento del protocolo.
COMPROMISOS DE LOS ESTABLECIMIENTOS
-Evitar criterios sexistas o discriminatorios tanto en el control de acceso como en las actividades que hagan o la publicidad o campañas de los locales (ni precios diferentes para hombres y mujeres, ni prioridad de acceso en función del aspecto, ni sexualización de las mujeres). Además, colocarán el distintivo que lo identificará como un local comprometido contra las agresiones a las mujeres, y tendrá material de información y sensibilización.
-Cartelería alusiva a la campaña en los lugares potencialmente más peligrosos (como los baños), con difusión del número del Centro de Crisis.
-Especial vigilancia y seguridad en las zonas más peligrosas (zonas más oscuras o aisladas), pero respetando siempre la intimidad y con el compromiso de guardar las imágenes de las cámaras de seguridad durante tres meses.
-Facilitarán la formación a su personal.
PROCEDIMIENTO DE ACTUACIÓN
Lo primero es identificar el acoso o las situaciones críticas.
-Y, sobre eso, dicen que se consideran como tales los comentarios, burlas y bromas, fotografías, acercamiento físico excesivo o contacto físico deliberado y que no sean aceptados y generen incomodidad o molestias a las mujeres sobre la que se estén realizando o si estas se encuentran en un estado de falta de consciencia
-Si se detectan situaciones de incomodidad y malestar deberán acercarse a la mujer y preguntarle si necesita ayuda.
-Si pide ayuda, nunca dejarla sola, crear espacio de seguridad, ofrecerle a contactar con el Centro de Crisis, y si es posible buscar amigas o amigos que puedan acompañarla asegurándose que no abandona el local si se encuentra mal.
-Recriminar la conducta al agresor, obligarle a abandonar el local si persiste en su actitud y si es grave, dar aviso a la Policía.
Si lo que se identifica es un caso de agresión sexual:
-Identificarse ante la víctima como personal del local, ofrecerle un lugar tranquilo, evitar la intervención de terceras personas pero permitiéndole que esté acompañada.
-Llamar al 112 si la asistencia es urgente.
-Ofrecerle llamar al Centro de Crisis si no es necesaria la atención sanitaria urgente.
-Garantizar que no abandone el local si no se encuentra en buen estado y no lo hace acompañada de alguien de su confianza.
-En caso de falta de consciencia, buscar amigas o amigos, no dejarla sola y esperar a que se recupere. Si no está con nadie de confianza, llamar al Centro de Crisis (677985985)
-No perseguir al agresor. Son hechos delictivos y se debe avisar a la policía y actuar como ante otro delito cualquiera.
OBLIGACIÓN DE VELAR POR LA INTIMIDAD
El protocolo recalca que todos los locales que se adhieran al protocolo y las personas que trabajen en los mismos tienen la obligación de preservar la identidad de cualquier víctima.