Grupo de trabajo internacional

La policía española, en alerta ante la huida de las maras de El Salvador por la guerra de Bukele

Las fuerzas de seguridad forman parte de un grupo internacional liderado por el FBI para monitorizar los movimientos de estas organizaciones

Traslado de presos acusados de pertenecer a maras, en El Salvador.

Traslado de presos acusados de pertenecer a maras, en El Salvador.

Guillem Sánchez

El Salvador, un país con una población que no alcanza los 6 millones de habitantes, registraba hace un año una media de unos 10 homicidios diarios. Detrás de la mayoría de estos asesinatos se encontraban maras como MS13 o Barrio 18grupos pandilleros que se han convertido en poderosas organizaciones criminales con estructuras internacionales, que han aterrorizado a sociedades como la salvadoreña, y que son consideradas un problema de seguridad nacional por países como Estados Unidos

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, declaró en el país un estado de excepción, duramente criticado por la supresión de las garantías procesales que supuso, y ha encerrado a miles de hombres supuestamente miembros de las maras. Ha tomado medidas muy contundentes, como la prohibición de la simbología de las maras o la construcción de una cárcel para 40.000 reos, que han disparado su popularidad y provocado que el índice de homicidios haya descendido por debajo de uno al día.

Atención internacional

La presión policial de Bukele sobre las maras es observada atentamente por la comunidad internacional. Superado el primer año del estado de excepción en El Salvador, los cuerpos policiales han constatado con preocupación que su dureza ha provocado un efecto desplazamiento de varios de sus miembros –entre los que se cuentan líderes– a países cercanos, como GuatemalaBeliceMéxicoHondurasCosta Rica o incluso Chile, explican a este diario fuentes de la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, que señalan que España aún no ha recibido ningún miembro, aunque se mantienen en alerta por los precedentes de estas organizaciones en el país.

En Nou Barris, el pasado febrero, se abortó el intento más serio de arraigamiento de una mara en España, según la policía nacional

Además, gobiernos como el hondureño, tan afectado como el de Bukele por el problema de las maras, está adoptando medidas parecidas. Un escenario posible, si más países ejercen la misma presión, es que el fenómeno de estas organizaciones afecte a Europa. España, que comparte lengua y cercanía cultural, apunta como destino apetecible. "Estamos muy pendientes de cualquier señal que apunte en ese sentido, aunque aún no preocupados", tranquilizan las mismas fuentes de la CGI.

Las maras

Las principales maras son Barrio 18 y MS13 (o mara salvatrucha 13). Ambas nacieron en Los Ángeles (Estados Unidos) y deben su nombre al barrio o a la calle en la que se fundaron. Barrio 18 está más extendida en Honduras y MS13, en El Salvador. Se organizan a partir de 'clicas' o tribus, la estructura mínima de implantación. En cada uno de esos dos países, los más afectados, se estima que existen, o existían antes de Bukele, según la información que maneja la Policía Nacional, unas 300 'clicas'. Ambas sociedades han vivido años aterradas por el poder que han alcanzado. Por eso la popularidad de Bukele, a pesar de los abusos cometidos para derrotarlas, es tan elevada.

Las maras comparten con las bandas latinas que Cataluña descubrió hace 20 años –paralelas a la migración de ciudadanos suramericanos y centroamericanos– un funcionamiento sectario, la identificación con una determinada simbología –tatuajes, sobre todo– y una estructura, más o menos jerarquizada, a la que se accede a través de ritos o pruebas, que pueden ir desde defender un territorio, a cometer un delito o, directamente, un homicidio. Las maras, a diferencias de bandas juveniles de origen latino –cuya actividad vuelve a preocupar actualmente a las autoridades de Madrid pero no a las catalanas–, son organismos de los que sus integrantes no salen a lo largo de su vida y que se comportan como "una mafia", subrayan fuentes policiales.

Bukele, durante una conferencia en San Salvador.

Bukele, durante una conferencia en San Salvador. / EPC

Los precedentes españoles

La operación 'Salvaguarda' que la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona activaron conjuntamente en el distrito de Nou Barris el pasado febrero permitió cercenar el intento más serio de arraigamiento de una mara en España, según la CGI. Arrestó a 16 hombres, la mayoría jóvenes, entre los cuales se encuentra un hombre de 37 años residente en Barcelona desde hace tiempo pero con conexiones con Barrio 18 en Honduras. Según supo la CGI, gracias a los contactos proporcionados en este grupo de trabajo internacional, pretendía montar una 'clica' o una 'tribu' en España.

Otras fuentes policiales consultadas acerca de la operación 'Salvaguarda' no creen que los 16 arrestados estuvieran actuando como una 'clica' de Barrio 18 porque el juez que instruye la causa no les ha imputado un delito de pertenencia a grupo criminal y tampoco apareció en los registros simbología propia de la mara. Y subrayan asimismo que esta banda se comportaba como un grupo de ladrones, violentos en algunos casos, que en su mayoría ya fueron arrestados por los Mossos d'Esquadra meses antes de la intervención de la policía estatal.

Fuera o no un intento tan serio de arraigamiento como sostiene la Policía Nacional, sí fue un indicio más -como lo son la operación 'Cruasán' de la Guardia Civil librada en 2014 en Alicante contra una 'clica' de la MS13 en la que hubo más de 30 detenciones o el arresto en Madrid 2016 de un líder de Barrio 18 conocido con el sobrenombre de 'el mexicano' por parte de la Policía Nacional- de que las antenas deben desplegarse para vigilar cómo sigue evolucionando el 'efecto Bukele' sobre estas organizaciones.

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