A la segunda va la vencida

Investigadores del DNDi.

Investigadores del DNDi. / Eduardo Díaz-Rubio

Eduardo Díaz-Rubio

La concesión del premio "Princesa de Asturias" de Cooperación Internacional a la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas supone una gran satisfacción para la Real Academia de Medicina de España porque estamos ante un proyecto realmente extraordinario de desarrollo de medicamentos y tratamientos para enfermedades que deberían ser de gran preocupación para la sociedad ya que afectan a una cantidad enorme de ciudadanos en el mundo.

Más de mil millones de personas padecen enfermedades de las que no nos hemos preocupado por desarrollar fármacos o estrategias que las minimizaran. Hablamos de la Lepra, Chagas, la Leishmaniasis… y más de 20 dolencias olvidadas de especial gravedad en el continente africano, en América Latina, en Asia....

Por eso, tener una organización que se ocupe de ello es algo que ya de por sí nos tiene que llamar la atención. Hablamos de una organización sin fines de lucro, cuya labor fundamental es precisamente la investigación para propiciar el desarrollo de nuevos tratamientos para estas enfermedades. Cómo no recordar que se trata de una entidad que nació a partir de unos fondos que provenían del premio Nobel que la Real Academia Sueca concedió a Médicos Sin Fronteras en 1999, en una decisión que la OMS –junto con otras instituciones– hizo suya.

Veinte años después de su nacimiento, la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas desarrolla un trabajo extraordinario y por eso la Real Academia de Medicina de España, siendo muy sensibles a este tipo de situaciones, la acogió con gran cariño y quisimos promoverles para el premio "Princesa de Asturias". Ya el año pasado habíamos hecho la propuesta y llegó a ser finalista, pero ha sido este año cuando por unanimidad, los numerosos y heterogéneos miembros del jurado, todas personas y profesionales de extraordinario prestigio –lo que le da aún más entidad y valor al galardón–, la han llevado a buen puerto.

Detrás de estas instituciones, por más que sean ONGs, siempre hay personas. Y por eso trasmitimos la felicitación al director ejecutivo de Iniciativa, Luis Pizarro, a quien conocemos bien en la Academia ya que tenemos suscrito un acuerdo de colaboración desde hace algún tiempo. También conocemos bien la Iniciativa porque una de las personas que forman parte en España de esta entidad internacional es un gran epidemiólogo y miembro de número de nuestra Academia, Jorge Alvar. Quien lleva años dedicado a la investigación sobre la leishmaniosis y nos ha sensibilizado con todo lo que suponen estas enfermedades, a las que si no fuera por personas y entidades como DNDi no le prestaríamos la atención que merecen.

Porque en un estado del bienestar como el español la preocupación sanitaria está en otras claves. Está en ver cómo podemos practicar una medicina del máximo nivel que pueda llegar al máximo número de pacientes, estamos preocupados por buscar la cohesión del sistema o por desarrollar los anticuerpos monoclonales específicos para un determinado tumor que sufren un número "x" de pacientes. Y nos olvidamos, es así, de enfermedades que no padecemos pero que sí hacen sufrir a una gran parte del mundo. Por más que de vez en cuando tengamos algún susto, como el supuesto caso de ébola –aún sin confirmar– que hoy mismo es noticia en San Sebastián.

Hablamos de que son mil millones de personas las que padecen estas enfermedades "desatendidas". Y la mayoría son niños, con lo que la situación es doblemente dramática. Desarrollar fármacos que sean accesibles y que precisamente por no ser costosos son poco rentables para la industria y no tienen demasiado interés, es el objetivo de esta Iniciativa que ha premiado la Fundación Princesa de Asturias. Y todos estamos de enhorabuena.

Suscríbete para seguir leyendo