Sentido homenaje a Guillermo García-Alcalde en la Sociedad Filarmónica de Oviedo, su eterna casa

"No tenemos palabras, habría sido para él inolvidable", dice emocionada la familia del periodista y crítico musical en el concierto en su memoria

De izquierda a derecha, Manuel Álvarez-Buylla, Marilys y Genaro García-Alcalde, Gonzalo Martínez Peón, Mais Suárez, Melchor Fernández Díaz, Santiago González del Valle y José Manuel Vaquero, antes del inicio del concierto, en Oviedo, dedicado a Guillermo García-Alcalde.

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

Mariola Riera

Mariola Riera

La Sociedad Filarmónica de Oviedo afrontó ayer, martes, un doble homenaje. El programado inicialmente para rendir tributo al pianista, director y compositor ruso Serguéi Rachmaninov, en el 150.º aniversario de su nacimiento, y el que, finalmente, condensó la mayor emoción. Porque la gran velada musical resultó la mejor muestra de consideración para un valedor de la cultura y, sobre todo, de la música en Asturias, el valdesano Guillermo García-Alcalde, fallecido a los 82 años el pasado 15 de mayo en Las Palmas, donde residía.

Fue con la Sociedad Filarmónica de Oviedo con la que se inició en la música este periodista, crítico y compositor que desarrolló la mayor parte de su carrera en Canarias de la mano de Prensa Ibérica (grupo al que pertenece LA NUEVA ESPAÑA). Pero nunca perdió el contacto con Asturias y mantuvo una cercanía de la que es reflejo los muchos amigos huérfanos que dejó, presentes muchos de ellos este martes en el Filarmónica. Un teatro que, tal y como recordó José Manuel Vaquero, consejero de Prensa Ibérica Media y ex consejero delegado de Editorial Prensa Ibérica, sigue a la espera de "bautizarse" y recibir el nombre de Jaime Álvarez-Buylla, anterior presidente de la Sociedad, ya fallecido. Es esta precisamente una antigua propuesta de Guillermo García-Alcalde, quiso recordar Vaquero, que "queda pendiente de materializar".

El periodista dedicó un sentido discurso en memoria de su compañero y amigo, escuchado con mucha gratitud desde las butacas por su familia. "No tenemos palabras para definir este homenaje, completamente inesperado y que nos produce una emoción enorme", señaló Marilys García-Alcalde, su hermana. Estuvo acompañada por su hermano Genaro y la mujer de este, Mais Suárez, además de numerosos primos y más familiares directos que residen en Asturias.

"Estar en este concierto sería inolvidable para Guillermo, porque corre a cargo de un pianista conocido y que se enfrenta a un programa de altura. Interpretar a Rachmaninov requiere gran técnica y sensibilidad. Y lo de dedicárselo... No sé cómo expresarlo. No esperábamos que se le fuera a hacer algo en Oviedo a Guillermo y realmente nos ha emocionado", añadió sentidamente la hermana.

Público asistente al concierto. Entre el mismo, arriba, Diego Canga conversa con  Mario Arias y, detrás, Gonzalo Martínez Peón, Carlos Llaneza, Jorge Fernández Bustillo y Gaspar Llamazares; sobre estas líneas, Carolina López (segunda por la izquierda), junto a Elena Figaredo y Sonsoles Peralta. | Luisma Murias

Diego Canga conversa con Mario Arias y, detrás, Gonzalo Martínez Peón, Carlos Llaneza, Jorge Fernández Bustillo y Gaspar Llamazares. / Luisma Murias

Participando del homenaje y de la muestra de respeto a García-Alcalde estuvieron también numerosos representantes políticos y de la vida social y cultural de la región, así como de la Universidad. Como el diputado electo y candidato presidencial del PP, Diego Canga, y de Vox, Carolina López. Por parte de la Corporación local ovetense disfrutó del recital el edil del PP Mario Arias, que será el próximo primer teniente de alcalde; además de los electos Carlos Llaneza, del PSOE; Sonsoles Peralta y Elena Figaredo, de Vox, y Gaspar Llamazares, de IU. Por parte de LA NUEVA ESPAÑA también estuvo presente el exdirector Melchor Fernández Díaz y el director, Gonzalo Martínez Peón.

Guillermo  García-Alcalde.

Carolina López (segunda por la izquierda), junto a Elena Figaredo y Sonsoles Peralta. / Luisma Murias

Las notas al piano de Scherbakov empezaron a sonar algo más tarde de lo programado, pero todo el público lo entendió. La ocasión lo merecía, como se encargó de explicar al inicio el presidente de la Filarmónica, Santiago González del Valle, quien quiso destacar ante los socios el compromiso e implicación permanentes de García-Alcalde con la entidad melómana. "Siempre fue una persona muy agradecida con esto, apoyó y ayudó en todo y siempre dijo que de alguna forma su música estaba relacionada con la Sociedad. Aquí, en el Filarmónica, estrenó incluso alguna obra", reseñó González del Valle.

Será, por eso, este teatro su eterna casa, en la que "descubrió un misterio que le iba a cambiar la vida, la música", reseñó José Manuel Vaquero. Tocaba dar paso a la música de uno de los grandes románticos europeos, Rachmaninov. Aunque fuera con un nudo en la garganta. Porque como recordó también José Manuel Vaquero, parafraseando a su amigo, "la música nos salva".

Guillermo García-Alcalde. | LNE

Guillermo García-Alcalde. / José Fernández Avello

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Guillermo García-Alcalde (Luarca 1940-Las Palmas 2023) estudió Derecho en la Universidad de Oviedo por recomendación de su padre, pero la pasión musical y periodística acabó siendo más fuerte. La musical despegó cuando se matriculó en el Conservatorio de Oviedo, donde hizo la carrera de piano, y la periodística cuando tuvo que relevar a un profesor suyo como crítico musical. Descubrió entonces el luarqués que era para él un gran placer ofrecer su opinión "y que se someta al debate y a la orientación". Una muestra temprana de su falta de dogmatismo y la capacidad de aprendizaje con la que se condujo en la vida. Su relación con la Sociedad Filarmónica fue intensa. Allí estrenó varias de sus obras. También en Oviedo, en el Auditorio, presentó sus "Cinco poemas del mar" a cargo de la Orquesta Sinfónica del Principado (2009). De exquisita sensibilidad artística, sus amigos destacan que nada le impidió ser un periodista total y un ejecutivo de prensa que marcó una época. En Canarias se consagró en ambas facetas, primero como director más joven de España y luego como un pilar fundacional de Prensa Ibérica, grupo editor de LA NUEVA ESPAÑA.