Entrevista | Salvador Carretero Director del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander

"Los museos han de aportar conocimiento, disfrute y cultura"

"La reapertura del Museo de Arte Contemporáneo de Santander ha sido una rebelión contra la adversidad, y el resultado es muy satisfactorio"

Salvador Carretero, director del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander.

Salvador Carretero, director del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander.

Elena Fernández-Pello

Elena Fernández-Pello

Salvador Carretero Rebés (Gijón, 1959) dirige el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Santander y Cantabria (MAS) desde 1990. En 2017 sufrió un grave incendio que arrasó sus fondos bibliográficos y destruyó algunas obras importantes. El pasado 17 de mayo, tras seis años de rehabilitación y coincidiendo con el Día Internacional de los Museos, el MAS reabrió sus puertas.

–¿Qué secuelas ha dejado el incendio en la colección?

–Se conoce con detalle lo que el siniestro se llevó por delante. La colección quedó intacta, a excepción de cuatro obras de arte, perdidas en el incendio. Dos de esas obras, de artistas en activo, fueron cubiertas por el seguro y se han repuesto con la adquisición de otras nuevas. Sobre lo demás, aun siendo doloroso, nada irreparable. El inmueble quedó muy dañado, hasta el punto de que hubo que apuntalarlo. Su vieja y delicada estructura casi no resiste. Afortunadamente, se ha procedido a su rehabilitación y el resultado es muy satisfactorio.

–¿Las causas del incendio?

–La Policía científica no ha podido determinarlas. En su informe pericial descartó el cortocircuito y deja su origen en una autoría desconocida.

–¿Con qué fondos cuenta actualmente el MAS?

–Con más de 6.000 piezas, todas en propiedad. De ellas, más de 3.500 son de arte, unas 200 de arte clásico y el resto de arte moderno, contemporáneo y actual. El Museo posee abundante documentación y más de 18.000 ediciones de su biblioteca especializada. El 80% de estas obras de arte han ingresado como consecuencia de las constantes donaciones, de casi medio millar de benefactores, lo que es revelador de la generosidad de los cántabros. En estos momentos estamos tramitando la donación de casi 2.000 piezas artísticas.

–¿Hay representación asturiana en la colección?

–Sí, varios artistas, como Pelayo Ortega, Evaristo Valle, con su excepcional óleo titulado "Faena del carbón", o Nicanor Piñole, del que destaca su "Romería asturiana".

–¿Cómo ha cambiado la sede del MAS con la rehabilitación?

–Rehabilitado el inmueble –no hay mal que por bien no venga–, la mejora ha sido importante y completa. Las instalaciones se han modernizado en todos sus aspectos. Y creemos que ha quedado un espacio museístico contemporáneo, funcional y perfecto para redescubrir la colección del MAS. La acogida del público ha sido sensacional. Y esto es lo que nos produce mayor satisfacción.

–¿Se ha reorganizado la colección?

–Las colecciones siempre se han replanteado periódicamente. De cara a esta histórica ocasión, fundamentados en el gran crecimiento patrimonial artístico de treinta años a esta parte, hemos presentado una colección permanente importante para la ciudad y región. A través de cuatro plantas, se exhibe, con criterio cronológico, desde el arte clásico al actual. En ella prevalece el sentido descentralizador de la colección, mostrando el gran talento artístico cántabro. Queda aún mucho por exhibir.

–¿Qué está a la vista?

–Se muestra una "expocolección" en la que se exhiben, pinturas, esculturas, dibujos, grabados, fotografías, vídeos, instalaciones, etc., completada con numerosa documentación. Obras de artistas como Pacheco, Giordano, Castello, D’Óbidos, Trueba, Egusquiza, Riancho, Sainz, Iturrino, Blanchard, Lagar, Solana, Bernardo, Valle, Quirós, Quintanilla, Cossío, Miró, Oteiza, Sáez, Raba, Baldeweg, Uslé, Civera, Matesanz, Garay, Basilico, Costantino, Fuchs, Palma, Arce, entre otros, capitaneados por el retrato de Fernando VII, de 1814, de Francisco de Goya, obra excelsa por su gran valor artístico e iconográfico. Las limitadas dimensiones del Museo y el tipo de colección imposibilitan poder mostrarla cronológicamente completa. A cambio, se plantea un museo de autor, donde los excepcionales artistas cántabros se enlazan con nombres nacionales e internacionales de distintas épocas.

–¿Cómo afrontó la reinauguración del 17 de mayo?

–Con nervios, ilusión y alegría, sin duda. Todo ha sido una rebelión contra la adversidad. Sabíamos qué y cómo. Se ha llevado a cabo un espléndido e intenso trabajo, tanto por parte del equipo del MAS como de las distintas empresas que han participado en el montaje de un nuevo museo. Porque eso ha sido, sin duda.

–¿Exposiciones y eventos con ocasión de la reapertura?

–Lo más importante ha sido poner en valor nuestras colecciones, su exhibición con otra perspectiva. Como todo museo, guarda en los almacenes muchas más obras de las que se pueden mostrar, de ahí que intentemos exponer parte de esos fondos con una nueva mirada. Todo ello, como siempre, se complementa con exposiciones temporales, eventos y actividades. Junto a la colección permanente, el MAS exhibe una exposición temporal dedicada a Juan Uslé, el artista cántabro contemporáneo más internacional, una muestra especial, pequeña e histórica basada en un tríptico de 1980 conmemorativo del primer ayuntamiento democrático, de tres propietarios diferentes. Las tres piezas se han reunido para la ocasión. El tríptico se completa con varias obras del artista, entre ellas un autorretrato de 1982.

–¿Asturias necesitaría su propio museo de arte contemporáneo?

–El Principado tiene en Oviedo su brillante Museo de Bellas Artes, dirigido muy bien, por cierto, por un excelente profesional y mejor persona; Gijón posee la Laboral; Avilés, su Centro Niemeyer. Todo es opinable y todo es susceptible de creación, pero deben valorarse muchos aspectos antes de tomar decisiones de tanta envergadura. En todo caso, el trabajo que se está haciendo en las tres ciudades y en otras localidades de la autonomía es estupendo.

–¿Cuál es la función de los museos?

–Un museo tiene muy precisas funciones y responsabilidades: conservación, exposición, investigación, divulgación… Es un ente público al servicio de la sociedad, que a ella se debe, a pesar de la habitual sobriedad, por no decir escasez, de medios con que se trabaja; esto lo saben bien los profesionales de los museos. Hemos de aportar conocimiento, disfrute y cultura. Y, contamos con herramientas nuevas, tecnológicas que abren los museos a los jóvenes. Este es un reto para el futuro. El mejor ejemplo es ahora mismo el Museo del Prado en su trabajo con las redes sociales. Ello no quiere decir que nos olvidemos de los principios y funciones principales de los museos. Que la gente quiere ir a los museos está fuera de toda duda; en estas pocas semanas que llevamos abiertos la colección ha sido visitada por más de 12.000 personas. Al día siguiente de la inauguración había una larga cola esperando la apertura. Estamos sumamente agradecidos.

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