NUEVO PONTÍFICE

"El Padre Robert es nuestro, de los hispanos": los agustinos que recibieron a León XIV en Madrid celebran su elección como Papa

En 2010, Robert Prevost, cuando aún lideraba la orden agustiniana, visitó el colegio San Agustín de la capital que hoy festeja el comienzo de su pontificado

Robert Prevost, ahora León XIV, en su visita al colegio San Agustín de Madrid en el año 2010.

Robert Prevost, ahora León XIV, en su visita al colegio San Agustín de Madrid en el año 2010. / Agencias

Pablo Tello

Madrid

León XIV. El hombre del que todo el mundo habla desde que, en la tarde de ayer, la fumata blanca inauguraba el comienzo de un nuevo pontificado tras el fallecimiento de Francisco el pasado 21 de abril. Tras dos días de cónclave, Robert Prevost, el americano con raíces hispanas se convertía en el Papa número 267 de la Iglesia Católica, así como el primer agustino en ocupar el cargo. Su nombramiento, celebrado alrededor de todo el mundo, supone una nueva oportunidad para esta orden religiosa de estrechar lazos con El Vaticano. Prevost siempre mantuvo buena relación con España: fue en 2010 cuando visitó la capital para conmemorar los 50 años del Colegio San Agustín, ubicado en el número 18 de la calle Padre Damián, junto al Estadio Santiago Bernabéu. 

“Cuando él fue prior general, tenía la obligación de visitar todas las casas de la orden, por eso llegó a nuestro colegio. Visitó todas las que había en España, que a día de hoy son 17. Le recordamos como una persona que escucha, capaz de entrevistarse con todos los agustinos. Nos llamaba a todos por nuestro nombre y eso nos sorprendió, porque no es fácil acordarse de todos. Siempre ha estado enterado de lo que hacíamos y nos preguntaba por diferentes problemas y cuestiones. Es un hombre cercano y sabe escuchar”, recuerda Ildefonso Triguero, director del centro. Durante su desembarco en la capital, hace 15 años, Prevost lideraba la orden agustiniana a nivel global, un cargo que ostentó durante 12 años, hasta 2013. El centro educativo San Agustín fue inaugurado en 1959 y, desde entonces, ha desarrollado una importante labor educativa bajo la premisa que ofrece una educación “integral” y “en colaboración con las familias” para que cada alumno “sea el protagonista de su proceso 

Robert Prevost (derecha) durante su visita al colegio San Agustín de Madrid.

Robert Prevost (derecha) durante su visita al colegio San Agustín de Madrid. / Agencias

"Muy bien preparado"

Triguero, visiblemente emocionado, recuerda a quien hoy es León XIV como una persona “que no ponía pegas a nada”. “Si le llevabas a ver a los niños de infantil o a la sala de profesores, accedía con naturalidad y sin prisa. No es de esas personas muy habladoras, pero al mismo tiempo sabe escuchar. Durante su estancia en el centro, estuvo hablando con las personas que trabajan en el pastoral, que ese día celebraban el cumpleaños de alguien y estuvo tomando café”, rememora. León XIV y Francisco, polos opuestos, según desvelan en el centro. “Prevost piensa antes de hablar. Es mucho más reservado que Bergoglio, aunque cada uno tiene su carácter. Para nosotros, Prevost sigue siendo el Padre Robert, pero tendremos que acostumbrarnos a llamarle León XIV”, explica Triguero, que resalta los tres pilares de su primer discurso como pontífice: “La paz con desarme, la misión evangelizadora y establecer puentes”. 

La tolerancia es, según el director, una de las características que deberá adoptar el agustino durante su papado. “En su posición es esencial saber escuchar, vivir en comunidad, buscar la verdad y estar siempre en movimiento. Ser agustino imprime carácter”, añade. Prevost pasó más de 20 años en Perú, por lo que su acento al hablar castellano hace que se le entienda a la perfección: “Durante la visita se expresó en un perfecto español. Habla cinco idiomas, incluso latín. Además, lee y entiende el alemán. Es, en definitiva, una persona muy bien preparada”. Su elección como Papa tras dos días de cónclave sorprendía incluso a los suyos, que nunca descartaron la victoria de Prevost.

“Entre bromas, cuando estábamos comiendo, nos planteábamos que el Padre Robert fuera el siguiente pontífice. Cuando salió su nombre, fue para nosotros una alegría enorme”, confiesa. Además, este jueves, 8 de mayo, los agustinos celebraban a Nuestra Señora de Gracia, por lo que, tras conocer la noticia, aprovecharon para agradecer a Dios por este “regalo que nos ha hecho a la orden de San Agustín”. “También pedimos por Prevost para que le ayude en esta tarea, ardua y bonita a partes iguales”, suma.

La carta que Robert Prevost, ahora León XIV, envió al colegio de San Agustín en 2010 con motivo del 50 aniversario del centro.

La carta que Robert Prevost, ahora León XIV, envió al colegio de San Agustín en 2010 con motivo del 50 aniversario del centro. / .

Una oración en su nombre

“Hemos vivido el nombramiento con mucha emoción”, comenta Argimiro Martínez Fuertes, prior de la comunidad de religiosos del colegio San Agustín de Padre Damián 18. A Martínez, la noticia le pilló conduciendo: “Paré el coche a un lado de la carretera para escucharlo. Estaba muy contento”. Al terminar la comida de ayer, el religioso indicó a sus iguales que, si Prevost salía Papa, tocaría los timbres que llaman al rezo e irían todos juntos a la capilla para hacer una oración en su nombre: “Como estaba en el coche, no lo pude hacer, pro antes de cenar hicimos una oración y cantamos una canción a la virgen”. Su elección como pontífice número 267 de la Iglesia Católica fue una grata sorpresa para Martínez que, según asegura, lo veía "difícil". "Es difícil porque había muchos más sacerdotes diocesanos. Como el anterior Papa, han estado dirigiendo grupos humanos permanentemente, por lo que, de alguna manera, han tratado de ver la psicología del comportamiento de las personas", asegura.

Martínez, que encuentra en León XIV un sinónimo de amistad, cercanía y unidad, cree que sus lazos con los países de habla hispana "nos puede beneficiar mucho". "Él nos conoce y conocerse es quererse. Creo que nos va a tener muy presentes durante su mandato. De hecho, ayer no pudo marcharse del balcón sin dirigir unas palabras en castellano a su gente de la diócesis peruana- En este sentido va a ser nuestro, de los hispanos". Argimiro, con una sonrisa en la cara, resalta el escrito que Prevost envió a toda la comunidad educativa del centro con su firma en la parte inferior: "No pudo estar en el aniversario, pero sí unos meses después. En su carta nos animaba a seguir con la misión de llevar a las personas a Dios".

Humano, cercano y, sobre todo, normal. Así describe el agustino al nuevo Papa que, según él, sólo interviene cuando tiene que hacerlo. "Es un hombre de convivencia. Lleva tres años en Roma y todos los días va a una comunidad que tenemos en la Plaza de San Pedro, donde ejerció como General. Allí celebra diariamente la Eucaristía y come a mediodía. Pese a tener un apartamento, pasa la mayor parte del día allí, donde se siente bien con un grupo humano a su alrededor", zanja Martínez.

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