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Martín López-Vega, nuevo director del Instituto Cervantes de Mánchester-Leeds: "El español abre la puerta a una comunidad gigantesca"

"Hemos logrado mantener la unidad del idioma en América, algo que el portugués no ha logrado, ese peligro lo dejamos atrás"

Martín López-Vega, en la desembocadura del Tajo.

Martín López-Vega, en la desembocadura del Tajo. / Daniel Mordzinski

Chus Neira

Chus Neira

Tras ocho años ocupando diversos puestos en la sede central del Instituto Cervantes, el hasta ahora jefe de gabinete del director de la institución, el asturiano Martín López-Vega (Poo de Llanes, 1975), acaba de ser nombrado nuevo director del Instituto Cervantes en Mánchester-Leeds. López-Vega, poeta y crítico literario, además de gestor de largo recorrido, se incorporará a su nuevo puesto en septiembre.

Será su primera vez al frente de un Cervantes, a pesar de llevar ya un tiempo en la casa.

Es el primer centro que voy a dirigir en el exterior. Entré como director de cultura pero será la primera vez que estaré al frente fuera de España.

¿Y cuál es el horizonte que le espera en Mánchester?

En cada país el Instituto Cervantes funciona de manera distinta, con sus fortalezas y sus debilidades. En Reino Unido tenemos muy buena acogida con las clases, sobre todo a partir del Brexit, cuando el British Council recomendó como primera opción de lengua extranjera el español. La pandemia supuso un golpe para todos, y afectó en ese sentido, pero hoy estamos casi en cifras parecidas a las de antes del covid. Sin embargo, hay otro tipo de cuestiones a las que les falta más desarrollo, como las certificaciones y los exámenes del idioma. Va también con la idiosincrasia de cada país. Hay países donde la titulitis es una fiebre, como en Corea del Sur. Tienen la necesidad vital de acumular títulos. Hay otros países que no, como Reino Unido. Así que la parte por desarrollar tendrá más que ver con esa certificación. En cuanto a la cultura, se trata de un centro muy activo, y no solo en Mánchester, también en otras ciudades que coordina. Organiza muchos festivales, en especial de música antigua, de clásica y tiene relación con una cátedra de la Universidad de Edimburgo con bastante actividad cultural. La idea es reforzar todo eso y abrir vías nuevas.

¿En algún sentido?

Una que tenga que ver con el patrimonio industrial, por ejemplo. Mánchester es la capital de la Revolución Industrial, donde se desarrolló y ejemplo de transformación en en ciudad moderna y cosmopolita. Como se dice, Mánchester piensa hoy lo que Londres dice mañana. Es una ciudad muy en primera línea de las ideas. Allí nació el movimiento sufragista y fue la ciudad donde Marx y Engels escribieron “El manifiesto comunista”. Muchas cosas que tienen que ver con cómo es el mundo hoy salieron en Mánchester. El ejemplo de cómo se hizo su transformación de ciudad industrial es muy interesante. E interesante también para Asturias, por supuesto.

¿Cuál es el clima allí ante lo español? ¿Se han superado ya aquellos tiempos de tensión entre ellos y nosotros?

Sí, claro. Los tiempos de “La pérfida Albión” quedaron atrás. Y, sobre todo, lo que ha cambiado mucho es la imagen de la sociedad española, que tiene que ver con un país moderno que funciona, ya no es aquella España negra que los viajoers ingleses del romanticismo orientalizaron, con cosas como “Carmen” o “Los cuentos de la Alhambra”. Eso ya no tiene tanto que ver hoy con España. Ahora mismo, si viajas al extranjero te das cuenta de que la presencia misma del idioma es mayor y más prestigiosa. Es muy fácil encontrarse con gente que te habla español. Desde Inglaterra también ven que España ahora funciona muy bien, mejor incluso que países que antes iban por delante de nosotros.

¿Esta atracción del español en el ámbito angloparlante es mayor que en otros contextos?

No sé si lo vería como una competición, porque sucede en todo el mundo, pero creo que en Reino Unido se está potenciando mucho. Queda muy atrás también el "Spain is different". Se ve de otra manera el interés por el idioma y por la cultura española. Hoy el español se ve como una puerta a Iberoamérica. Un idioma que te abre la puerta a una comunidad gigantesca, de 500 millones de hablantes nativos, algo que te abre muchas oportunidades de negocio.

¿Somos conscientes del potencial de nuestro idioma?

Nosotros hemos publicado varios estudios sobre el valor económico del español. Más allá de lo turístico, hay un interés económico, un mercado global muy fuerte que pude facilitar que nosotros tengamos más negocio, porque es una puerta muy grande. Esto supone una revolución respecto al interés por el idioma, incluso en países donde era muy residual el español, como en China. Por otra parte, este interés creciente está suponiendo un reto para formar profesores que puedan atender toda esta demanda. En muchas partes del mundo el español es ya la segunda opción y está dejando atrás al francés.

¿Y éramos conscientes de la importancia de ese español de América?

Éramos bastante conscientes, sí, y lo prueba el hecho de que hayamos sido capaces de mantener la unidad del idioma allí, gracias a que gente como Víctor García de la Concha, al frente de la Real Academia, tuvieron las cosas claras. La cuestión es que en España somos el 8% de los hablantes del español, no podemos ser la cabeza de nada. Ya pasó a mejor vida eso de que el mejor español se habla en Valladolid. El mejor español se habla en cada sitio. Es una riqueza y no se nos ocurre pensar que sean idiomas diferentes. Tenemos el ejemplo contrario con el portugués de Brasil. Han tenido una evolución normativa al margen de la norma portuguesa y africana y está en un camino muy próximo a ser un idioma distinto. Es una pérdida, no solo para Portugal, que pierde el contacto con América, sino para Brasil, que pierde el contacto con Portugal y África. Ese es un peligro que, si alguna vez pudo haberlo, en el español ya ha quedado atrás.

Más allá de la literatura. ¿Miran ahora los artistas, los músicos, más a ese mercado común?

Siempre hubo artistas que triunfaron en ese mercado. Lo que no ha funcionado es al revés. Me ha llamado siempre la atención que allí toda la gente sepa quién es Mikel Erentxun y que nosotros no conozcamos a Charly García. Por otra parte, ahora estamos con el fenómeno global de la música en español. Más allá de la moda de algunos artistas latinos que en su momento grabaron en español, ahora artistas como Rosalía nos permite entrar en mercados que nos estaban vedados. Es como cuando los escritores del boom nos pusieron en primera línea de la literatura.

¿Cómo está la literatura española en el mercado anglosajón?

Es uno de los mercados más reacios a las traducciones. Uno encuentra muchas más traducciones en España, Francia o Italia que allí. Así y todo, es muy difícil pensar en un autor de éxito que no esté traducido, desde Vila Matas, a Cercas o Irene Vallejo. Cualquiera de ellos está traducido y en las ferias importantes, como la de Oxford, no faltan dos o tres nombres de primera fila, a la vez que la fuerza de los latinoamericanos hace que la presencia del español sea numerosa en cualquier manifestación de este tipo.

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