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"Pese a los avances, hay mucho poso de machismo"

Mujeres de distintas edades, procedencias y ámbitos creen que es necesario insistir en la educación de los jóvenes, tendentes a frivolizar: "La labor de los colegios es fundamental"

25N en Asturias: Soy mujer soy libre

25N: Soy mujer soy libre

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25N: Soy mujer soy libre Amor Domínguez

"Soy mujer, soy libre" es un lema rotundo y claro que resume lo que se pretende con la celebración este 25 de noviembre del Día internacional contra la violencia de género. La fecha es para alertar que ahí están las agresiones a las mujeres, por el simple hecho de serlo. En las páginas de este suplemento especial de LA NUEVA ESPAÑA se recoge la visión que tienen mujeres de distintas generaciones, procedencia y ámbitos, además de especialistas en la materia, del machismo, que está en la base siempre de cualquier violencia de este tipo.

Un resumen general de lo que dicen es que, si bien se ha avanzado, queda bastante por hacer, lo primero, con los jóvenes, a los que muchas de las encuestadas no ven concienciados para evitar actitudes machistas, tanto a las chicas como a los chicos. En el Instituto Doctor Fleming de Oviedo han trabajado este 25N con mujeres de distintos ámbitos , generaciones y origen para hablar de la violencia de género.

Jessica Grullón Jiménez tiene 25 años y un discurso contundente: "Nací en la República Dominicana y conozco de primera mano las consecuencias del machismo. En Latinoamérica tu marido te puede pegar si no tienes hecha la comida cuando él llega a casa o si no vistes de la manera adecuada. En mi casa lo viví porque mi madre sufrió malos tratos". Esta estudiante de Administración y Finanzas puso voz a uno de los testimonios de seis mujeres en el instituto ovetense.

25N: Jessica Grullón, alumna del IES Doctor Fleming: "Viví el maltrato en mi casa y creo que en las familias y en las aulas se podría hacer mas"

25N: Jessica Grullón, alumna del IES Doctor Fleming: "Viví el maltrato en mi casa y creo que en las familias y en las aulas se podría hacer mas"

La iniciativa partió de Inés Villaverde profesora del centro y coordinadora del proyecto Radio Prestosa, un proyecto educativo que, entre otras cuestiones, ahonda en aspectos de actualidad para hacer reflexionar a los alumnos. "Yo creo que a las mujeres se les exige más en el ámbito doméstico, yo no encontré ningún obstáculo por mi género pero si creo que es fundamental contar con un entorno que te apoye", explica Mónica Roces Pérez, conserje del IES Doctor Fleming. "Creo que aunque ha habido avances importantes todavía queda mucho poso de machismo en la sociedad. Yo trabajé como mozo de cuadra aquí en Oviedo, era un mundo de hombres y tuve que demostrar mucho más que mis compañeros varones", asevera María Jesús Fernández, limpiadora en el centro.

"A veces son pequeñas cosas sobre las que se podría hacer más en el ámbito de la familia o de las aulas porque muchas veces el maltrato no es físico. A mí la psicología, por ejemplo, me ha ayudado a crear barreras para que nadie pueda quitarme mis derechos. El machismo provoca un desgaste muy fino y yo lo acabo de vivir con una compañera y los celos de su pareja hacia el entrenador del gimnasio", añade Jessica Grullón. "La labor de los centros educativos es fundamental para atajar el problema desde los inicios", apunta Marta Fernández Prieto, jefa de secretaría del IES. De cara al futuro es importante no dar pasos atrás y tener la vista puesta en nuevos ámbitos, como las redes sociales, desde los que se puede generar violencia. "Los padres y los profesores hacemos un puente entre la sociedad y la escuela, lo más preciado que tiene cualquier familia son sus hijos. Nosotros queremos hacer un puente para llegar a una vida feliz, cada uno vamos poniendo ladrillos y creo que los jóvenes ya están cruzando este puente y aportando muchas de las baldosas con las que se construye", sentencia la profesora Carlota Sánchez del Tío.

Sara Pino Dependienta, 25 años

"La sociedad se debe implicar y denunciar más"

Sara Pino Morales tiene 25 años y es dependienta en Avilés. Entiende el maltrato como la "violencia ejercida, en cualquiera de sus formas, sobre cualquier ser vivo". Pero cuando se centra en las mujeres, entiende que los hombres "siguen considerando que la mujer es un ser inferior, al que puede controlar e intenta hacerlo por cualquier medio que pueda estar a su alcance".

Esta joven avilesina asegura que la única manera de luchar contra el maltrato es "educar y denunciar en el momento en que se detecta", lo que supone "que la sociedad se debe implicar más y denunciar más". Una de las mejores políticas que se están desarrollando en opinión de Sara Pino es "la incidencia en los centros educativos, con charlas, talleres y jornadas". Y también es importante la instalación de puntos violeta en todas las fiestas y actividades donde se concentra la juventud. "Eso también es dar visibilidad a la lucha contra los malos tratos y las agresiones a las mujeres", asegura.

Un aspecto en el que se debe incidir , añade, es en una mayor implicación de las familias. Para Sara Pino, "es importante hablar de este problema social en casa, explicárselo a los niños y niñas para que lo interioricen desde la edad infantil en sus casas. No vale con que se lo digan en el colegio y en el instituto. Se debe reforzar ese mensaje desde la familia". Esta joven resalta que "ahora hay mucha más unión y más apoyo a las mujeres que sufren malos tratos que hace solo unos años atrás", y remarca que "todavía hay que apoyar más a las víctimas".

Ángela Criado Psicóloga, 31 años

"Hay un estigma para poder decir: ‘Soy feminista’"

"Lo que está fallando ahora es que hay un estigma sobre el feminismo. Muchas mujeres me cuentan sus problemas por su vida en pareja y luego dicen: " ‘Pero no te vayas a pensar que soy feminista’". Lo dice la ovetense Ángela Criado, psicóloga de 31 años, que ve en consulta a muchas pacientes que parecen no sentirse identificadas con un movimiento que las defiende. Entiende, por tanto, que según el movimiento se ha ido extendiendo por el debate público, el concepto del feminismo ha sufrido también "un retroceso" en el imaginario colectivo.

Criado trabaja también en ocasiones con menores de edad, principalmente adolescentes, y aunque cree que la mayoría "sí están concienciadas", su sensación es que muchas jóvenes todavía "se someten a muchas relaciones de maltrato" para no romper una relación afectiva que valoran. "Ahí es verdad que las redes sociales hacen bastante daño. Hay muchísimo control y una clara cosificación de la mujer. Desde bastante pequeñitas las chicas pasan fotos íntimas para que les acepte el género masculino", asegura. Recuerda que el maltrato es "cualquier tipo de violencia física, psicológica, económica o institucional que se ejerza sobre las mujeres por ser mujeres", pero cree que muchas no siempre identifican situaciones de violencia como tales. Plantea, entonces, más formación en igualdad a nivel profesional. "Quienes nos dedicamos a esto y a la educación deberíamos estar mejor formados para saber cómo actuar. Yo creo que falta bastante ahí por conseguir", sostiene.

Jennifer González Empleada de hogar, 40 años

"Sufrí maltrato y mentalmente es agotador"

La gijonesa Jennifer González Álvarez, a sus 40 años recién cumplidos, es empleada de hogar y saca ahora adelante a sus tres hijos –al mayor, de diez años, y a sus gemelas, de cinco– con la confianza de estar mejor sola que mal acompañada. Cuenta su historia así: "Durante diez años sufrí maltrato físico y psicológico, tengo mi parte de lesiones y una denuncia puesta. El fiscal le pedía ocho años y él cogió y se fue a Ecuador". Con su maltratador fuera del país, sin embargo, la violencia ahora se ejerce sobre la economía familiar. "No me paga la pensión y estoy yo sola sacando adelante a los niños y pagando la luz, el gas, todo. Y mientras, denuncia tras denuncia para conseguir la pensión. Él me insulta porque no ve a sus hijos. Es mentalmente agotador", lamenta.

Por su experiencia, cree que "las penas deben endurecerse", pero también que la concienciación social tiene aún recorrido. "La educación empieza en casa, con los padres. No podemos educar a nuestros hijos con agresividad", señala. González urge también concienciar sobre la violencia de género entre los más jóvenes. "Estamos en peligro de dar pasos hacia atrás. Por lo que yo veo, los jóvenes no están concienciados con el maltrato a la mujer ni con lo que significa tratar a otros con respecto", valora la gijonesa, que explica que grupos asociativos como "Mil voces violetas", del que ella forma parte, ayudan a paliar esta desinformación a través de redes sociales. Ella misma usó estas plataformas para contar su historia: "Es lo que hay que hacer para concienciar a la gente".

Lydia Castrosín Empresaria y estilista, 55 años

"Hay que educar a los jóvenes en la igualdad"

Lydia Castrosín, natural de Cangas del Narcea, lleva media vida dedicada al mundo de la estética y la peluquería. Con 21 años empezó en el sector hasta convertirlo en su profesión. Ahora, con 55, gestiona dos salones en Oviedo. Madre de familia, con dos hijos en edad universitaria, reflexiona acerca de la formación que reciben los jóvenes en materia de violencia de género. "Creo que debemos educarlos en la igualdad. La sociedad piensa que los jóvenes hoy no son conscientes, o no tienen valores y no estoy de acuerdo. En mi caso, siempre he tratado de inculcar a mis hijos el respeto hacia todo el mundo, el valor emocional y familiar. Estoy convencida de que la pedagogía es fundamental", señala.

Una problemática, la de los malos tratos que Castrosín identifica con "una situación de abuso y dominación de una persona hacia otra, bien sea físico o psicológico, pudiendo en ocasiones, darse ambas situaciones". Una vez se dan casos de maltrato, la estilista aboga por "no mirar a otro lado y apoyar a las víctimas" para combatir la violencia que sufren.

Sobre por qué se dan estos casos, la estilista apunta a "la sociedad machista en la que vivimos. Creo que antes no se hablaba de malos tratos porque las mujeres teníamos menos derechos, no nos creían y estábamos menos apoyadas", indica. Sin embargo, Castrosín, mira al futuro con optimismo. "Hoy creo que la sociedad está más concienciada sobre qué es lo que está pasando, tenemos más medios para solventarlo y creo que vamos por buen camino".

Maite Mora Actriz, 62 años

"Es necesario que nosotras nos respetemos"

Maite Mora, de 62 años, considera importante seguir combatiendo la lacra que supone el maltrato porque, a pesar de la visibilidad que se le ha dado durante los últimos años, aún es insuficiente vistos los casos. A los ojos de esta actriz residente Llanes, el maltrato no sólo es una cuestión física, sino también psicológica y de vulnerabilidad emocional. "Es que alguien te haga sentir ninguneada como persona, tanto hombres como mujeres. Cuando no hay respeto, ni se valoran tus conocimientos, ni tu valía". Mora lamenta que, a pesar de que en la actualidad se trata de una realidad que genera más rechazo, desgraciadamente continúa a la orden del día. El foco, cree, debe ponerse en el respeto y en la educación, que considera que son la base: "Creo que es algo que viene del pasado y que es muy complicado de cambiar. Bien es cierto que estamos más alertas que antes, pero todavía nos queda mucho camino por recorrer y que se eduque en los colegios sobre ello es fundamental", asegura.

A pesar de no tener hijos, le basta con echar un ojo para concluir que a los jóvenes les falta respeto, tanto con los demás como consigo mismos: "Es importante que ellas, nosotras nos respetemos más y no nos callemos. Hay que decirlo, visibilizarlo y cambiarlo". Una actitud fuerte para poner límites tanto desde las instituciones, como de forma individual y en conjunto: "Somos reflejo de los políticos que nos gobiernan. Se ha avanzado mucho, pero nosotros tenemos algo que hacer, cada uno aportando lo que pueda para que deje de suceder".

América Llano Ama de casa, 74 años

"Más maltrato que matar a los hijos no lo hay"

La tinetense América Llano Álvarez, de 74 años, tiene claro que el maltrato va más allá del daño físico, para ella el psicológico debe tenerse muy en cuenta y ve abominable cuando se usa a los hijos para destrozar a la mujer, sobre todo cuando se va un paso más e incluso se llega a matar a los pequeños para causar dolor. "Más maltrato que eso no puede ser. Y cuando a ellas también las matan es lo peor", lamenta.

Para esta ama de casa de Tineo, la razón de que la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja siga existiendo es evidente que se debe a que "todavía hay mucho machista" y aunque ve que desde el Gobierno se han ido implementando medidas y servicios para intentar acabar con esta lacra, cree que el avance "está siendo muy lento".

"Se están haciendo cosas, pero el Gobierno tiene que hacer mucho más porque si no esto no se erradica", sentencia América Llano, que apuesta por "castigar más, que los maltratadores entren a la cárcel y no los dejen salir, porque a estas alturas ya tenía que estar un poco más avanzado, pero cada día parece que hay más casos", lamenta.

En cuanto a las nuevas generaciones, América Llano considera que a pesar de toda la información y educación en igualdad a la que tienen acceso los jóvenes, se siguen repitiendo roles machistas "y vemos que hay jóvenes que son machistas y que también maltratan y llegan a matar".

Tinina Quirós Jubilada, 80 años

"Los castigos tienen que ser ejemplares"

Tinina Quirós, jubilada sierense de 80 años, forma parte de la directiva del Hogar del Pensionista de El Berrón, un cargo que da buena fe de que en él no se hacen distinciones por razón de sexo. Pero otra cosa es la violencia contra las mujeres, "incompresible", señala, antes de reconocer que "tanto que peguen como que hagan daño psicológico son dos formas de violencia las mujeres que no se entienden, no dejar decir o hacer también es violencia". Para ella, una lacra que se sigue dando hoy en día porque "los políticos no se ponen en serio, no tenemos más que ver la ley del sólo sí, es sí; se hizo para mejorar pero ahora quedan libres los maltratadores, y las víctimas escondidas, eso, ¿qué es? Ahí hay que tomar medidas duras, porque eso no puede ser, es el mundo al revés y parece que la ley favorece el maltrato", reflexiona.

También sería deseable "que se educara más y mejor en casa a los jóvenes, que parece mentira que con todos los avances que hay, sigan haciendo estas cosas, no sé si en los colegios también hace falta que se enseñe mejor, el respeto es fundamental". Y para los maltratadores, "que no se les pase una, que cumplan las penas y que sean castigos ejemplares", porque "lo que no puede seguir siendo hoy en día es que la mujer lleve siempre los palos de todo tipo y se siga viendo como normal; tienen que cambiar las leyes para que no sigan matando y violando mujeres todos los días, que parece que no hemos avanzado nada".

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