Hitos
De Tito Montero. Documental
Un hombre que ansía conocer el destino de su padre, desaparecido en la vorágine de la Guerra Civil. Un historiador que busca respuestas a un fenómeno singular: el inesperado incremento del volumen de cadáveres que recibió, en los primeros días de agosto de 1937 el cementerio avilesino de La Carriona. Un cineasta que vuelve su mirada a un pasado familiar huérfano de imágenes, tratando de reconstruir desde el presente esa iconografía ausente. El destino de todos ellos está unido por un mismo trauma, por un mismo horror: el de una cruenta batalla en la que murieron las esperanzas republicanas de contener a las tropas insurgentes.
Con "Hilos", Tito Montero redobla su apuesta por construir un cine comprometido y reflexivo –ya esbozado en trabajos anteriores como sus cortos "Un fantasma recorre […]" o "Los ladrillos", que según reconoce el cineasta se revela como una especie de prólogo o preámbulo de este nuevo filme– con la mirada fija en el pasado y la pretensión última de rescatar, de hacer justicia, a los desheredados de la historia. Con una puesta en escena marcada por la austeridad, en cuatro tercios y riguroso blanco y negro, Montero parte de la cotidianidad para ir progresivamente, con paciencia e intuición, decapando el manto de dudas, mitos y silencios que envuelve la historia de su familia. Será su padre, cubierto ya el tercio de película, el que le inste a ir más allá, a buscar el destino de su propio progenitor y propicie el encuentro del cineasta con un horror sepultado por la historia oficial, reducido a ser alimento de manuales.
Como cineasta, Montero tiene claras sus inquietudes y también unas coordenadas que van de Ramón Lluís Bande a Jonas Mekas. Por eso, no le importa mostrar las costuras de su filme, incluso las notas en las que revela sus intenciones para la película y la respuesta que persigue del espectador. Tampoco huye de la primera persona en una voz en off que renuncia a ser efectista, que sume a la película en un compás particular, renunciando a una emotividad impostada. Son los rasgos de un cineasta que se muestra a pecho descubierto y que tiene claros los hilos de los que quiere tirar en la construcción de una mirada propia.