In memóriam

Fernando Granda

Malén Aznárez, periodista sobre todo

Dos valores, entre los otros muchos que pienso que deberíamos resaltar, destacaríamos hoy de Malén Aznárez, la presidenta de la sección española de Reporteros Sin Fronteras: su actuación personal en el momento de disolver la cadena de Medios de Comunicación del Estado a mediados de los pasados años 80 del siglo precedente y su lucha contra la denostada Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como la Ley Mordaza. Malén se preocupó de conseguir que los periodistas que trabajaban en los 26 medios que formaban el complejo de los "periódicos del Movimiento" no quedasen al albur, de procurar la continuidad por empresas privadas o cooperativas de una prensa destinada a desaparecer como propiedad del Estado. Lo consiguió en muchos casos, igual que sumó sus esfuerzos en combatir la ley que reprime diferentes métodos legítimos de conseguir información sobre algunos hechos conflictivos, implantada por el Partido Popular.

Malén Aznárez, que falleció a causa de un tumor cerebral el pasado domingo 30 de julio, había nacido en Santander hace 73 años y terminó sus estudios en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid -donde la conocí- en 1972. Inició su vida profesional en el diario Arriba y colaboró en las revistas Cuadernos para el Diálogo y Posible. En 1984 pasó como adjunta a la dirección de Radio Nacional de España, donde más tarde dirigió sus Servicios Informativos. También fue llamada para presentar un telediario de Televisión Española, aunque personalmente desconozco por qué no llegó a presentarlo. Siendo directora de los medios de comunicación del Estado le llegó la penosa labor de venderlos o cerrarlos.

Ya dentro del conglomerado de Prisa pasó por el semanario "El Globo", el diario "El País", donde fue redactora jefe del área de Sociedad y Defensora del Lector, reportera en su revista semanal y profesora en su Escuela de Periodismo. Después de unos años como vicepresidenta de la sección española de Reporteros Sin Fronteras accedió a la presidencia, que ejercía desde 2011. El pasado abril le diagnosticaron su mal.

Si como Defensora del Lector probó su solvencia profesional por su rigor, como presidenta de Reporteros Sin Fronteras fue contundente contra las persecuciones e injusticias sufridas por periodistas de todo el mundo. Especialmente le desesperaba la precariedad laboral de los freelance, que en unas condiciones míseras y tremendamente arriesgadas, facilitan una excelente información de los más peligrosos conflictos bélicos y desastres naturales. Dura en apariencia, Malén era, en opinión de algunos compañeros, como escribió Carmen Rengel en la edición en español de The Huffington Post, "un bizcocho bajo la armadura".

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.