Acudir cada verano a los "Atardeceres Musicales" de Valdediós trasciende lo meramente formal para convertirse en un festín para los sentidos.

Si además, el programa que se ofrece al público es de alto nivel tanto por las obras de Bach y Dohnányi, como por la calidad y experiencia de los músicos que las interpretan, trío de cuerda "Dakapp", el éxito está garantizado.

A destacar el homenaje en forma de dedicatoria de Variaciones Goldberg (Bach) en memoria de sus compañeros recientemente fallecidos, Juan Carlos Cadenas (chelista) y Olga Semushina (pianista), rubricado con un cálido y prolongado aplauso del público que abarrotaba el Salón de Actos del Monasterio.

La interpretación impecable de Tatevik Khachatryan, violín, acompañada de David Abrahamyan, viola, y Jaime Rapado, violoncello; la sonoridad grupal sin estridencias, la gran riqueza de matices y el trabajo de conjunto muy equilibrado son las señas de identidad que definen a este trío de músicos jóvenes, pero experimentados.

Fue un bonito concierto para deleite de los allí presentes, dejando un regusto placentero que nos emplaza a futuras actuaciones de este trío de cuerda "Dakapp", explorando otras obras y otros autores, para seguir disfrutando de este género camerístico.

No sería justo, por mi parte, acabar esta reseña sin destacar la labor de todas las personas que de manera desinteresada trabajan por la cultura en general y por la música y la poesía en particular, como la Asociación Ciudadana Círculo Cultural de Valdediós; quiero felicitar a todos ellos y a su presidente Martín Caicoya en nombre de los que amamos la música.