El atracador es un caballero

Robert Redford anunció que se despedía como actor con esta amable película que sirve como resumen de su trayectoria al tiempo que propone un homenaje emotivo y nada sensiblero a un auténtico icono de Hollywood. Con aires inconfundibles de western moderno (lo que incluye una escena con caballo un tanto forzada, pero elocuente), The old man and the gun sigue los pasos de un caballeroso atracador de bancos que empatiza con sus víctimas, elige una forma de vida que le divierte al margen de la ley, lleva consigo un arma descargada y juega al gato y el ratón con un policía tenaz que podría ser su hijo. La historia no da mucho de sí, así que se apuntala con una sobria historia de amor entre Redford y Sissy Spacek que proporciona los momentos más intensos. Crepuscular sin excesos y sin dejarse llevar nunca por una nostalgia enfermiza, la película de Lowery conoce bien sus limitaciones y exprime al máximo sus virtudes, entre ellas algunos guiños inteligentes a la propia filmografía de Redford ( Dos hombres y un destino y El golpe, sin ir más lejos) y, por supuesto, la carismática presencia de una estrella que domina la escena con prestancia y oficio. Esperemos que reconsidere su decisión y vuelva a asaltar las pantallas.

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