Un fiasco inapelable

A "Cats" le ha salido una seria competencia como fiasco del año. Las aventuras de Doctor Doolittle es un despropósito desde que empieza hasta que termina, una sucesión de errores y horrores que, por comparación, casi hace buena la renqueante adaptación que el (a menudo) gran Richard Fleischer hizo a finales de los 60 con el siempre elegante Rex Harrison al frente de la desnortada nave. Lo tremendo en este caso es ver que el timón lo lleva Stephen Gaghan, guionista de "Traffic" y director (olvidando su debut con la mediocre "La desaparición de Embry") de las estimables (aunque desequilibradas) Syriana y Gold, la gran estafa. La razón por la que alguien pensó en él para sacar adelante un proyecto que ningún espectador sensato reclamaba es uno más entre los misterios insondables de Hollywood. Los intentos desesperados por remontar el desastre no han servido de nada y en el resultado final es imposible encontrar una sola tabla que salvar. Ni siquiera un despistadísimo Robert Downey Jr.

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