Tino Pertierra

CRÍTICA / SERIES

Tino Pertierra

Amores a flor de hiel

Gente normal. Eso parece. Mentira. Gente excepcional. Una pareja que se quiere. No sabe ni cómo. Ni cuánto. Familias intempestivas o extrañas. Una pareja muy inteligente en dimensiones paralelas que inevitablemente deberán coincidir algún día. Entre roces y goces. Pieles que hablan cuando las palabras se quedan secas. Humedad relativa del aire, 99 por ciento. Ella no es popular. No comprende al mundo ni el mundo a ella. Él es popular, hasta cierto punto. Es un chaval noble, grande, activo, brillante, nada previsible y poco dado a comulgar con ruedas de molino. Ella está arriba en la escalera social. Familia adineradas y esas cosas. Él está abajo, y por eso nadie puede sospechar que entre ellos haya una conexión especial. Única.

Ella es esquiva cuando quiere y franca cuando está a gusto. De puertas cerradas: hay que ganarse su confianza. Y eso está al alcance de muy pocos. Solo de una persona, en realidad. Lo que parecía ser una historia de amistad invulnerable se va convirtiendo a juego lento en una historia de amor indecisa, trémula, algo perpleja. Amándose a trompicones. Se exponen lo justo para sufrir solo lo necesario. "Con otros es distinto", coinciden en reconocer cuando vuelven a compartir lecho para lamerse mutuamente las heridas. Y otras cosas. El fotógrafo que la desnuda es un intruso que la expone a realidades que ella detesta. A placeres que no sirven para nada. A relaciones estériles. Normal que ella acabe llorando en un momento crítico, y él también. A destiempo, eso sí. Pero sus lágrimas coincidirán algún día. O no. Quien sabe. Se juntan y se separan. Se separan y se juntan. Él la rescata de la violencia y ella le rescata de una vida en sombras que merodea la complacencia. Son hijos de su tiempo: confusos, desorientados, contradictorios y vacilantes, pero también valientes. Y nobles.

De una excelente novela surge una muy buena serie, dos protagonistas formidables de físico poco convencional y realizaciones competentes y a ratos de enérgica visualización de sentimientos y emociones a flor de piel. La hiel a veces sueña con ser dulce.

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