La muerte del dibujante argentino Joaquín Salvador Lavado, "Quino", nos deja huérfanos también a los ovetenses de una inteligencia y un ingenio de dimensión universal porque, desde que "adoptamos" a Mafalda en nuestro Campo de San Francisco, como expresión de respeto y reconocimiento al Premio "Príncipe de Asturias" de Comunicación y Humanidades de 2014, también le concedimos a él el título de ovetense de adopción.
Mafalda, y por lo tanto "Quino", forma parte ya de nuestra ciudad, como la escultura de Woddy Allen y como todos y cada uno de los galardonados con estos Premios que representan los mejores valores de la capital de Asturias. Por eso hoy los ovetenses estamos de luto y no podemos más que mostrar nuestra admiración, respeto y agradecimiento a "Quino" y a la "hija" que nos ha regalado, sentada en su banco, como en el barrio de San Telmo de Buenos Aires, para que le recordemos a él y reivindiquemos siempre la voz inteligente con la que dotó a Mafalda.
Lo más admirable de los genios es que sus creaciones les representan y les sobreviven, convirtiéndoles en inmortales. "Quino" nos ha dejado, pero Mafalda seguirá siempre ahí, igual de joven (con sus 50 años eternos) y admirable, y sus frases lapidarias continuarán haciéndonos pensar, invitándonos a superarnos ("¿Y si en vez de planear tanto voláramos un poco más alto?..."), animándonos a ser consecuentes ("A mí me gustan las personas que dicen lo que piensan. Pero por encima de todo, me gustan las personas que hacen lo que dicen"), incitándonos a ser mejores ("Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría") y hasta enfrentándonos con nuestros retos presentes y futuros, porque la inteligencia es el agujero de gusano que sobrevive al tiempo, al espacio y a la propia vida: "¿Por dónde hay que empujar a este país para llevarlo adelante?...".
Quino, a través de la sabia voz de Mafalda, aseguró que "nunca falta quien sobra". En este caso, como Mafalda, los ovetenses nos quedamos huérfanos porque en este mundo cada día más inescrutable nunca sobra quien nos hace falta.
