Pionera, ejemplo y guía

Reivindicación del magisterio y el legado de Margarita Salas

Se cumple un año del fallecimiento de la científica Margarita Salas. La representación institucional del CSIC en Asturias y la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad no queríamos ni debíamos dejar pasar este aniversario sin destacar una vez más la figura de Margarita, que en este complejo tiempo que vivimos debe servirnos de ejemplo y de guía. Las soluciones a los problemas y los grandes avances de la humanidad siempre vienen de la mano de la ciencia. Detrás de cada idea, de cada escalón que subimos en nuestra propia evolución como seres humanos, siempre hay un científico, un investigador trabajando incansablemente. Ahora, también encontraremos la solución y la vacuna a la pandemia covid-19.

Reconforta por tanto, recordar a los pioneros que nos han precedido y que han sobresalido en la búsqueda de soluciones que mejoran la vida de la humanidad. Más aun, cuando como en el caso de Margarita, ella ha sido precursora de uno de los avances en los que muchos desarrollos en busca de la vacuna contra el SARS-CoV-2 se están fijando. Su bacteriófago Ö29, el virus al que dedicó su trayectoria profesional, sigue hoy inspirando investigaciones a la vanguardia del conocimiento y recordándonos que no hay investigación básica que no pueda aplicarse y que, como ella decía, un país sin investigación es un país sin desarrollo.

Y un año más, celebraremos la Semana de la Ciencia para acercar a la sociedad la ciencia y fomentar las vocaciones científicas, reinventándonos para llegar a todos a través de las redes sociales y de nuevos formatos tecnológicos. Margarita era una participante entusiasta de esta celebración, que nunca se perdía, y de compartir con el alumnado su trabajo. Estamos seguros de que sus enseñanzas, diseminadas en los cientos de conferencias que impartió a lo largo de su vida en colegios e institutos, han sentado sólidas bases de carreras investigadoras.

Recordar a Margarita es también unirnos a algunas de sus permanentes reivindicaciones en defensa de la necesaria inversión en ciencia y la necesidad de revitalizar esta apuesta por el desarrollo científico y tecnológico de todos los países y regiones, para afrontar con solvencia el futuro en esta situación tan difícil que nos toca vivir y en otras parecidas. Margarita era también una gran promotora de la dedicación de la mujer y la niña a la ciencia, contribuyendo con su ejemplo al fomento de las vocaciones científicas entre las niñas. Una vez más la pandemia nos ha enseñado que el incremento de las cargas en el hogar y en los cuidados no se reparte homogéneamente entre hombres y mujeres, necesitamos hacer un esfuerzo para limar estas desigualdades.

En este primer aniversario sin Margarita debemos reivindicar su magisterio y su legado. Muchos de sus discípulos se encuentran ahora en la primera línea de combate contra el covid-19 desde el laboratorio, desde la ciencia. Y precisamente para preservar su enseñanza y su ejemplo, pronto verá la luz la Fundación Margarita Salas, impulsada por su hija y algunos de sus colaboradores más estrechos, y en la que tanto el CSIC como el Gobierno de Asturias participaremos desde el primer momento.

Margarita sigue siendo sinónimo de talento, de tenacidad y de saber para generaciones de jóvenes científicos a quienes ha iluminado el camino hacia lo que tanto ella como su maestro, nuestro Nobel Severo Ochoa, denominaban “la emoción de descubrir”.

Por eso, recordar a una figura de la talla científica de Margarita Salas, nos debe de seguir guiando por la senda del razonamiento, el conocimiento, el trabajo riguroso y bien hecho y de reivindicar la ciencia y apostar por ella.

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