Huellas que quedarán para siempre

La despedida a la generación “más valiente” de Infantil

Como dijo Alejandro Jodoroswsky, “si un huevo lo rompe una fuerza externa, acaba la vida. Si lo rompe una fuerza interna, comienza la vida. Todo cambia desde el interior”.

Con esta frase despedía yo el viernes 17 de Junio a mi promoción de Infantil 2019/2022. Una promoción que le tocó vivir una época muy difícil. Empezaban su etapa de educación infantil con 3 años y la han terminado con 6 viviendo por el medio una pandemia.

Han sido una generación calada por el miedo, el aislamiento, el confinamiento, las pantallas digitales, la soledad, la enfermedad y en algunos casos, los más terribles, la muerte.

Pero hasta que la vida no nos pone ante determinadas circunstancias no sabemos hasta dónde podemos llegar. Y estas circunstancias los han hecho más valientes, más compañeros, más maduros y más fuertes y sensibles a la vez.

Son la generación que ha sabido obedecer sin protestar. Después de un confinamiento en casa, los planes de contingencia, los protocolos, los cambios en los horarios, las salidas y entradas escalonadas, no tocarse, no abrazarse, grupos “burbuja”, mascarillas, “no compartas”, “guarda la distancia”… justamente todo lo contrario a lo que se practica en las aulas: compartir, aprendizaje cooperativo, inteligencia emocional, juegos de grupo, grupos y equipos de trabajo.

Aún así, nos han dado a todos los adultos una lección de obediencia y de saber adaptarse a las normas como nadie, siendo a la vez capaces de centrarse, desarrollar sus potenciales y sacar lo mejor que llevan dentro.

Ahora les toca empezar una nueva etapa, en el colegio y en la vida. Tienen todas las posibilidades de seguir creciendo y madurando como lo han hecho durante estos tres años y así poder llegar a ser unos hombres y mujeres que aporten a este mundo lo mejor de ellos para el bien de todos. Eso sí, con una experiencia tras ellos jamás vivida y ojalá no les toque vivir nada parecido de nuevo. Todo lo vivido ha de servirnos para encontrar el sentido de la vida y como decía Viktor Frankl en su libro “El hombre en busca de sentido” haciendo suyas las palabras de Nietzsche: “Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi, cualquier como”.

Durante la pandemia “mis pequeños duendes” fuisteis muchas de mis razones para soportar el aislamiento y ser capaz de adaptarme a la nueva forma de trabajar en el aula virtual.

Por ello hoy me siento profundamente privilegiada por haberos tenido en mi clase, vuestra huella quedará en mi para siempre. Os quiero.

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