Opinión

Aurelio Martín, el reportero sonriente

En memoria de un periodista segoviano, vicepresidente de la FAPE

Una mesa de la terraza del bar está apartada de las demás. Sentado en una silla con otra vacía a su lado, destacada frente al paso de la gente y fuera de los soportales, tiene varios teléfonos sobre la mesa junto a su consumición. Desde ese punto clave, la Plaza Mayor, cerca del lateral entre Marqués del Arco y San Frutos, Aurelio Martín controlaba la mañana periodística segoviana. Sonrisa en ristre, preparaba los argumentos sociales, políticos, económicos, de todo tipo para contar por la tarde los acontecimientos en la prensa de Segovia, "El Adelantado", y la prensa nacional, la Agencia Efe y "El País" entre otros. Antes de su jubilación ocupó la dirección del Grupo Promecal en su provincia, editora de "El Día de Segovia", que gestiona el centro territorial de Castilla y León TV y el canal de "La 8 Segovia".

Pero el inquieto Aurelio fue otras muchas cosas. Vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), fue el principal promotor del Premio Cirilo Rodríguez, al que contribuyó a fundar y a difundir hasta convertirlo en el más prestigioso galardón del periodismo español, premio que concede la Asociación de la Prensa de Segovia y cuyo título de honor le fue concedido hace unas semanas en reconocimiento a su trayectoria profesional tanto en su versión gráfica como escrita.

Trabajó para conseguir la regulación de las televisiones locales en España como presidente de la primera asociación estatal y como director de la publicación "Televisión Local", colaboró en el Máster Comunicación Audiovisual de Servicio Público de la Universidad a Distancia (UNED). También codirigió el Máster de Periodismo Digital de la Universidad de Alcalá/IPECC.

Sus miles de crónicas han dejado a la ciudad enclavada en el periodismo europeo y señalaba que la realidad de una pequeña población como Segovia puede interesar en cualquier parte si la historia está bien contada. Nuestro recuerdo para su viuda y sus dos hijos, Pablo y Clara, que fue alcaldesa durante el último año. Gracias Aurelio, por tu labor, tu sonrisa permanente, por tu amistad.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents