“Este equipo no está hecho para ganar medallas. Porque se supone que cuando estos deportistas empiecen a crecer, los conflictos deberían empezar a resolverse. El proyecto es de valores y comunicación”. Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del Comité Español puso en valor al Equipo Olímpico de Refugiados, en un coloquio con el público en Las Mestas, en el que participaron Eldric Sella, boxeador venezolano y componente del equipo; y también Lydia Murungui, coordinador del programa “Game conect” en Uganda.
“El deportes es un vehículo para la paz”, coincidieron los asistentes, entre los que se encontraban voluntarios de los Juegos de Barcelona 92, o los medallistas asturianos Samuel Sánchez y Ángela Pumariega.
“Cuando entras en el equipo sientes que vuelves a nacer”, confesó Eldric Sella, que añadió que “ser parte del mismo es una de las cosas más grandes que me han pasado en la vida”.
Murungui, por su parte, recalcó que unos de los objetivos de este proyecto es “mejorar el bienestar y salud mental, porque en muchas ocasiones han tenido muchos episodois que les han llevado a depresión y otros problemas”.
Samaranch, por último, insistió en la necesidad de “visibilizar este proyecto y hablar de él” y animó, a raíz de una pregunta de Pumariega, “a hacer un llamamiento para recibir ayudas o voluntariado, de gente que pueda desarrollar una carrera de entrenador y colaborar con ellos”.
