Bioimpresoras, bolsos hechos con cáscaras de plátano, tintes naturales obtenidos a partir de nogal, abedul o cebolla. Estas fueron algunas de las iniciativas que MacArthur pudo contemplar en primera persona en La Vega, dentro del espacio FabLab dedicado a la economía circular.
La galardonada siguió con atención el recorrido entre algas marinas que sustituyen al plástico, o mobiliario cultivado a partir de setas. Todo ello con el fin de hacer del mundo un lugar más sostenible. A lo largo del recorrido, MacArthur no dudó en preguntar sus cuestiones acerca de los proyectos que los impulsores de las distintas iniciativas iban presentando, llegando incluso a hacer una foto al apartado de "slow fashion". “Voy a hacer una foto para mí madre”, comentó espontánea la premiada.
Durante su visita Adrián Flórez miembro del proyecto Floreziendo, expuso su iniciativa a la exregatista, una idea que nace en la reserva de Muniellos y que busca producir miel artesanal de manera respetuosa con el entorno e hizo entrega a MacArthur de un frasco de miel autóctona. Un regalo inesperado con el que la galardonada posó ante los medios agradecida.