La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los corrillos reinan en el Reconquista: así fue la mañana en el vestíbulo del hotel

Políticos, autoridades, empresarios, patronos, jurados y premiados colonizan el hall del antiguo hospicio con encuentros, tertulias y confidencias

249

EN IMÁGENES: Personalidades y premiados se dan cita en el hotel de la Reconquista antes de la ceremonia de los premios "Princesa de Asturias" MIKI LÓPEZ / LUISMA MURIAS

La mañana de las esperas y los corrillos arranca al ralentí. Las gaitas calientan roncones poco a poco preparándose para las exigencias progresivas que las llegadas de invitados van a imponer. Si suenan, saltan todas las alertas: por esa puerta flanqueada por miradas inquisitivas (el arco de seguridad se tensa cuando algún metal piiiita y piiiita). El hotel Reconquista se convierte en las horas previas a la ceremonia de entrega en un rompecolas de gente que aguarda a ser recibida por la Familia Real en el primer piso o de gente que entra en la lista de comensales para el bufet de la recepción de los Reyes, con sus buenos deseos y sus mejores sonrisas de gala.

El Padre Ángel nunca falla. Ahí lo tienes, sentado desde primeras horas en un sofá azul con la bufanda roja como señal de identidad. A estas horas tempranas –las diez y pico– las cadenas de radio nacionales que llegan con algunas de sus figuras ya tienen montadas sus instalaciones portátiles y la prensa gana en número a los invitados. Cámaras por doquier. Móviles a diestra y siniestra. Ordenadores portátiles a toda máquina. En el centro del vestíbulo, la mesa icónica con frondosas tapias vegetales blancas. Focos, focos. Micros, micros. Conexiones en directo, reencuentros de periodistas. "un año más". A medida que avanza la mañana, frente a la entrada se instala un pelotón de cámaras apuntando a posibles candidatos a entrevista con canutazos. Un periodista se pone de rodillas con el móvil amartillado. ¿Devoto monárquico? No, solo busca un ángulo audaz.

La Reina Sofía llega al Reconquista para asistir a los Premios "Princesa"

La Reina Sofía llega al Reconquista para asistir a los Premios "Princesa" J. A. Cuesta

Los premiados siguen coleccionando felicitaciones. Halagos. Carmen Linares y María Pagès son inseparables. La primera de ellas dice: "Menos mal que me llevan a todas partes porque me perdería". Y es que no se pueden estar quietas ni un minuto antes de que las reclamen. A Teresa Sanjurjo, directora de la Fundación "Princesa de Asturias", la fascinaron la noche anterior en el escenario del Auditorio de Oviedo. Qué armonía, qué elegancia, qué expresividad. ¡Qué arte! Gustó, gustó mucho su duende flamenco.

El ritmo de llegadas se intensifica. Sobre todo, de las procedentes de Madrid. Caras catódicas de postín: Vicente Vallés cruza como una exhalación los pasillos. Las mesas están ocupadas por periodistas de fuera sumándose al círculo de las entrevistas. El tráfico de personas influyentes se hace cada vez más grande sin más semáforo que las afinidades a la hora de formar corrillos. Empresarios, políticos, ex cargos de todo tipo y ubicación. Poca presencia del mundo del arte, las letras y el espectáculo. Quizá le vendría bien a esta jornada contar con más creadores en esas áreas.

¡Otro avión! Atentos, que vienen más figuras a las que prestar atención. O no. La Reina Emérita, Sofía, es vista y casi no vista. Sorprende un poco porque otros años no era tan fugaz su tránsito. El presidente del Senado, Ander Gil, y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet Lamaña, aprovechan la ocasión para ahorrarse paradas ante la prensa. Miquel Iceta, ministro de Cultura, tampoco está por la labor de pararse.

¡Cuidado, un polizón a bordo!

249

EN IMÁGENES: Personalidades y premiados se dan cita en el hotel de la Reconquista antes de la ceremonia de los premios "Princesa de Asturias" MIKI LÓPEZ / LUISMA MURIAS

Maxi Rodríguez, actor, dramaturgo y colaborador de este periódico "venía por un asunto de trabajo televisivo" y no le dejaban entrar por no estar acreditado. Bueno es Maxi: al final se coló y se lo pasó en grande con la representación casi teatral del momento.

Gaitas. Más visitantes. El ajetreo en el pasillo del primer piso se ha apagado. El capítulo de encuentros oficiales empieza a cerrarse. Abajo, en el reino de los corrillos, los perfumes y ropajes de alta gama comparten espacio. Cuanto más importantes son las confidencias, menos es la distancia entre los que hablan. El trasiego es continuo. Autoridades de allí y de aquí y de más allá. Embajadores. Premiados de años anteriores. Presidentes y miembros de los jurados y miembros del patronato. Esposas y esposos. Militares por tierra, mar y aire. Empre...

–Si se quedan a comer pueden ir pasando –avisa una azafata.

Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, está de moda (¿y más que estará?), y se para ante la prensa (menos mal). Se nota que está cómodo con su rol de estrella popular en ascenso. ¿Habrá leído "1984"?

Compartir el artículo

stats