Se cuentan a pares, por decenas, la manos que estrechó sonriente, diligente, atenta y muy segura la Princesa de Asturias, Leonor de Borbón, este viernes en Oviedo a cuenta de los premios que llevan el nombre del título que ostenta como heredera de la Corona de España. Lo hizo ella y también por supuesto el resto de los miembros de la Familia Real, el Rey Felipe VI y su esposa Letizia, y su hermana, la Infanta Sofía.
Todos encararon con una sonrisa de oreja a oreja una maratoniana mañana de audiencias que comenzó con un encuentro con los estudiantes de la Universidad de Oviedo que lograron el premio fin de carrera 2021, continuó con los distinguidos con la Medalla de Asturias y acabó con los presidentes de los jurados, patronos y galardonados con los premios "Princesa de Asturias".
En toda esta ronda, que duró unas dos horas, no pasó desapercibido el afectuoso saludo de los Reyes de España a la nueva presidenta electa de la Fundación Princesa de Asturias, Ana Isabel Fernández Álvarez. Cuando la economista llegó a la altura de los Reyes, Letizia le dio un fuerte abrazo mientras el monarca le acercó la mano al brazo y charlaron con ella unos segundos. La catedrática de Economía Financiera fue nombrada el pasado 19 de octubre, pocos días antes de comenzar la Semana de los Premios, en sustitución de Mauro Guillén Rodríguez, quien renunció por motivos de salud de una responsabilidad que había aceptado el pasado mayo.
Así las cosas, los monarcas quisieron arropar a la próxima presidenta de la Fundación y tener un gesto destacado con quien a finales de año sustituirá a Luis Fernández-Vega. El Rey Felipe aprovechó, incluso, para presentársela a su hija mayor Leonor, situada su lado y que presta intercambió unas palabras con la próxima presidenta.
Hubo otras anécdotas, como el beso en la mano que dio a las mujeres Adam Michnik (premio de Comunicación) o el interés de la Reina Letizia al saludar a las "Princesas" de las Artes, Carmen Linares y María Pagés. Cantaora y bailaora habían actuado la tarde del jueves en el auditorio y nada más verlas la monarca se interesó por su estado. Primero, a Linares: "¿Pudiste descansar?". Luego, a Pagés: "¿Cansada?".
Se pudo ver en el Reconquista a una Letizia muy pendiente de todo lo que acontecía a su alrededor –se encargó incluso de poner orden en un besamanos algo deslavazado– y llevando el mando de las conversaciones, mientras Leonor y Sofía no la perdían de vista, atentas a sus indicaciones, pero también muy relajadas. Más serio que otras ocasiones se mostró el Rey, afable con todos los presentes y con una sincera sonrisa que tornaba en rictus serio a la primera ocasión.
Puertas adentro con los premiados universitarios y con las Medallas de Asturias –a los primeros los acompañó el rector, Ignacio Villaverde; a los segundos, el presidente del Principado y el de la Junta, Adrián Barbón y Marcelino Marcos Líndez, respectivamente– fue todo más relajado, según contaron algunos de los protagonistas.
A la naveta Isaura Souza no le tocaba hacer lo que mejor sabe, queso, por lo que le dieron la Medalla de Asturias. Sino conocer a los Reyes y a sus hijas, y antes de entrar decía estar "algo nerviosa". Salió muy relajada y contenta gracias a lo que habló con la Familia Real: "Se declararon amantes del queso asturiano y en Madrid siempre lo compran".
Con algunos de los estudiantes intercambiaron los Reyes dudas y preguntas sobre el futuro académico de Leonor y Sofía, mientras que con las monjas pelayas de la orden benedictina de Oviedo, Medalla de Asturias 2021, se interesaron por los dulces que elaboran y venden, además de por su vida cotidiana. Precisamente la hermana encargada de la tienda, sor Teresa, les invitó a todos a visitar el monasterio. Incluso hubo algún consejo a su negocio y a todos los agroalimentarios en general, explicaron sor Teresa y la abadesa. Rosario del Camino: "Hay que potenciar más los productos asturianos fuera". Palabra de monja. Consejo de Reyes.
Fernández-Vega destaca "el sentido común" de su sucesora
Luis Fernández-Vega reconoció ayer afrontar esta edición de los premios con cierta "nostalgia" ante su inminente cese como presidente de la Fundación. Destacó, no obstante, la figura de su sucesora, Ana Isabel Fernández, a la que definió como "muy discreta, excelente en su currículum y en todo, y una persona con sentido común". De sus años al frente de la Fundación, Fernández-Vega se queda con el primer discurso de Leonor, en 2019.
